Teatro

Sílvia Abril se enfrenta a la locura en el Poliorama con 'Esperant Mr. Bojangles'

La actriz protagoniza el montaje dirigido por Paco Mir y basado en la novela de Olivier Bourdeaut

La familia Pla debuta en la Biblioteca con su acalmado 'Travy'

Sílvia Abril (izquierda), Lluís Villanueva y Lua Amat, actores de 'Esperant Mr. Bojangles', dirigida por Paco Mir (derecha).

Sílvia Abril (izquierda), Lluís Villanueva y Lua Amat, actores de 'Esperant Mr. Bojangles', dirigida por Paco Mir (derecha). / EFE / MARTA PÉREZ

Marta Cervera

Marta Cervera

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Silvia Abril se enfrenta a uno de sus mayores retos con ‘Esperant Mr. Bojangles’, una tragicomedia basada en la novela de Olivier Bourdeaut, donde encarna a una mujer cuya ‘joie de vivre’ juvenil acaba desvelando serios problemas de salud mental. Ni todo el amor de su marido (Lluís Villanueva) ni de su hijo en el libro, convertida en hija sobre las tablas (Lua Amat) podrán salvarla de un terrible final. El montaje, dirigido por Paco Mir, ya puede verse en el Poliorama pero el estreno oficial será el día 15 de febrero. "Es una obra que emociona, que te hace reír y llorar", explica Abril a EL PERIÓDICO.

La actriz ha estado en contacto con una psiquiatra y ha investigado todo lo que ha podido sobre los diferentes transtornos de su personaje para interpretarlo de manera fidedigna. Lo más difícil a la hora de interpretar a esta extraordinaria mujer marcada por un cuadro de histeria, trastorno bipolar y esquizofrenia es "no caer en el tópico de la locura". "Como vengo del mundo de la parodia hubiera resultado fácil caer en eso". Por suerte, Paco Mir, con quien no había trabajado hasta la fecha, tenía muy claro dónde estaba el límite. "Me ha guiado muy bien, a mí y a todos, a la hora de buscar el equilibrio para provocar la risa pero emocionar al espectador". Está encantada con Mir. "Es un genio, interdisciplinar, y crea muy buen ambiente de trabajo: trabaja desde un sitio amable, simpático. A veces siento que le cuesta expresarse, pero como es un buen mimo, se hace entender". Lo más complicado para el director, responsable también de la adaptación, ha sido "crear una línea dramática y argumental para que el público entrara bien en la obra y la disfrutara".

A la hora de elegir un proyecto, lo que Abril busca son siempre nuevos retos. Y lo es sumergirse en el personaje de esta mujer singular que está en una fiesta perpetua y vive según sus propias leyes, aparentemente sin límites, hasta que todo su mundo se viene abajo. "Por encima de todo elijo proyectos que me emocionen y cosas que supongan un riesgo como actriz. Y 'Esperant Mr. Bojangles' lo es, porque veréis una faceta diferente, la del drama". Y añade: "Se trata de salir de mi zona de confort".

No es que le moleste la etiqueta de actiz cómica, ni mucho menos. Para ella es un todo un honor. "Se me da bien hacer comedia, un género dificilísimo, pero me gusta probar cosas diferentes y admiro la valentía de Paco Mir al proponerme este rol". Desde luego nada tiene que ver con su último montaje 'Las asambleístas (las que tropiezan)', una comedia en verso estrenada en el último Festival de Mérida.

Como un Quijote

Villanueva, su pareja en la ficción, destaca que su personaje hace una apuesta de amor y sigue a su mujer hasta el final. "Es como un Quijote que intenta aguantar y cumplir lo que ha prometido y debe trajinar con todo tipo de situaciones: domésticas, vitales, paternales, de pareja. Es una especie de marinero navegando contra viento y marea a base de humor, vitalidad y positivismo". Pero la vida es la vida y se acaba imponiendo la cruda realidad. Todo tiene un límite.

La historia está contada a partir de su mirada sobre la curiosa relación de unos padres que considera normal hasta que una serie de hechos dejan al descubierto los problemas mentales de la madre. "Las excentricidades se convierten en imposibilidades. La convivencia se vuelve insoportable", dice Villanueva.

La música de jazz de Nina Simone que da título a la obra, las luces, el vestuario y la escenografía juegan un papel importante para trasladar al espectador a los años 60 donde transcurre esta historia de amor ambientada en París, España, un castillo, un apartamento, la calle… 

La obra de teatro es distinta a la novela, aunque mantiene su esencia, y también a la película de Régis Roinsard (2021). Ahora solo falta lo más importante, el veredicto del espectador.