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Algunos de los protagonistas de la serie de Truman Capote

Algunos de los protagonistas de la serie de Truman Capote / ANGELA WEISS / AFP

Natalia Araguás

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Pocas veces cabe plantearse si actrices como Naomi Watts, Demi Moore, Calista Flockhart, Chloë Sevigny y Diane Lane estarán a la altura en glamour, belleza y encanto de las mujeres a las que dan vida. Y sin embargo, es la primera incógnita que suscita la serie Feud: Capote vs the Swans, que se estrena el próximo miércoles en FX en Estados Unidos y en España podrá verse a partir del 7 de febrero en HBO Max. El director Ryan Murphy, que en la primera temporada de la serie se basó en las legendarias trifulcas entre Joan Crawford y Bette Davis para abordar la enemistad endémica ('feud', en inglés), cambia ahora la era dorada de Hollywood por una Nueva York no menos apabullante: aquella donde se movían los llamados ‘cisnes’ de Truman Capote.

Babe Paley, “la mujer más hermosa del siglo XX” a juicio del escritor, Lee Radzivill, mucho más interesante y bella que su hermana, Jacqueline Kennedy; C.Z. Guest, musa de Dalí y Andy Warhol; o Slim Keith, que se casó con el director de cine Howard Hawks y llegó hasta el altar del brazo de Gary Cooper. Ellas reinaban en la jet set  neoyorquina, es decir en la del mundo: Truman Capote dejó que le invitaran a sus mansiones y vacaciones europeas, las acompañó en sus aviones privados y brindó a la salud de sus musas con flautas y flautas de champán Cristal.

La actriz Naomi Watts, que aparece en la serie

La actriz Naomi Watts, que aparece en la serie / ANGELA WEISS / AFP

Con las intimidades que le confiaron durante décadas aspiraba a tejer su obra maestra, 'Plegarias Atendidas', una radiografía de la alta sociedad a la manera de 'En busca del tiempo perdido' de Marcel Proust. El escritor alimentaba el hype de la culminación de su carrera sin dejar de cobrar anticipos: ya en 1966, firmó un contrato con Random House de 25.000 dólares para entregar 'Plegarias Atendidas' el 1 de enero de 1968, al que siguieron otro tres años después de 750.000 dólares por un total de tres libros y un tercero de un millón de dólares para entregar su obra maestra el 1 de marzo de 1981. Sin embargo, en 1975 acabó traicionando a los cisnes revelando sus secretos por fascículos en la revista 'Esquire', primero en 'Mojave', que pasó desapercibido, y en una segunda entrega, 'La Côte Basque', nombre del restaurante de moda entre la élite, que causó conmoción.

Manchas de sangre menstrual “del tamaño de Brasil”

“¿Has visto 'Esquire'? Llámame tan pronto como lo hayas leído”, ordenó Babe Paley, casada en segundas nupcias con el fundador de la CBS, William S. Paley, a su amiga Slim Keith tras publicarse 'La Côte Basque' en noviembre de 1975. Ésta vivía por entonces en el Hotel Pierre de Nueva York y mandó a la criada a buscar la revista. Las protagonistas del supuesto 'roman à clef' se reconocieron al instante, retratadas sin piedad por la proverbial capacidad de Capote para reproducir diálogos y situaciones. “Era como mirarse en un espejo”, declaró Slim Keiht, apenas disimulada bajo el nombre de Lady Coolbirth.

La impoluta imagen del matrimonio Paley se fue al traste con solo una imagen: la de manchas de sangre menstrual “del tamaño de Brasil” tras una nueva infidelidad de Bill –Dill, en la ficción– con la esposa del gobernador. Algunos de los cisnes no pudieron aguantar la presión social, caso de Ann Woodward, casada con William Woodward Jr, el heredero más codiciado de Manhattan, que había muerto tras un tiroteo sobrevenido en su hogar en extrañas circunstancias. Truman Capote la reducía a una cazafortunas infiel y daba por hecho que era ella quien había disparado a su esposo. Ann Woodward, Demi Moore en la ficción, se suicidó con una pastilla de cianuro antes de acabar el año.

Demi Moore, que interepreta a Ann Woodward

Demi Moore, que interepreta a Ann Woodward / ANGELA WEISS / AFP

Complejo de Electra

La serie ‘Feud: Capote vs the Swans’, con Tom Hollander en el papel del escritor, bebe del libro  sobre la cuestión del periodista Laurence Leamer, infalible para producir 'bestsellers'. Leamer ve en la traición de Capote a sus cisnes la sombra de su madre, Lillie Mae Faulk, una belleza sureña que le abandonó en Monreville (Alabama) siendo un niño para escalar socialmente en Nueva York. Lo logró gracias a un segundo matrimonio con el empresario José García Capote, de quien el escritor tomó el apellido.

Tom Hollander, que interpreta a Truman Capote

Tom Hollander, que interpreta a Truman Capote / DIMITRIOS KOMBOURIS / AFP

Truman Capote siempre creyó que el insaciable arribismo de su madre influyó en su infelicidad y posterior suicidio en 1954. Desde su infancia se sintió fascinado por las mujeres bellas y complicadas, de las cuales las 'socialités' neoyorquinas con las que se relacionaba –mujeres que no necesariamente habían nacido ricas, pero tenían una implacable vocación de serlo– eran el máximo exponente.

La crueldad con que las retrató también puede interpretarse como una venganza hacia las élites a las que Lillie Mae Faulk siempre quiso pertenecer, dejándose la vida en ello. Para escribir 'A sangre fría', Truman Capote también se mimetizó con la sociedad rural de Kansas en la que se ambientaba y llegó a intimar con uno de los asesinos, Perry Smith. Pese haber cometido un crimen, trató a su personaje con mucha más misericordia que a sus cisnes. 

La literatura como cotilleo     

un centenario del nacimiento del escritor,

Con los capítulos que publicó en 'Esquire', de estilo más cercano a una columna de cotilleo, Capote cavó además su suicidio social. La clase social que le había adoptado, que en 1966 acudió con máscaras venecianas a la mítica fiesta 'Black and White Ball' en el Hotel Plaza de Nueva York, le giró la espalda. Solo y cada vez más dependiente de los barbitúricos y el alcohol, apuró sus últimos días, más bien noches, entre platós de televisión y la discoteca Studio 54. Murió a los 59 años.

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