Balance de 2023: el redoblado furor por la música en directo

A la salida de la pandemia, flotaban las dudas en la industria del directo: encarecimiento de la energía y de los materiales producción, problemas de suministros, el fantasma de las burbujas festivaleras, posibilidad de que el ansia de recuperar el tiempo perdido produjera un exceso de oferta… Pero lo cierto es que el balance de 2023 refleja un redoblado furor por la música en vivo, la asociada sobre todo al ‘star system’. En el sector se habla sin rodeos de ‘edad de oro’. Y ahí, Barcelona ha jugado fuerte como plaza preferente de algunas de las giras internacionales más rutilantes, de Coldplay a Madonna. 

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La oferta, en efecto, se disparó, pero también la demanda, como hacen notar las promotoras cuando se les acusa de abusar con el precio de las entradas. Cuando se trata de grandes acontecimientos, la clientela suele responder (y a menudo son los ‘packs’ más caros los primeros que se agotan). El mecanismo industrial sabe leer nuestra psique, sensible a la posibilidad de perderte el ‘evento del año’ o aquella ‘experiencia’ que todos van a compartir menos tú. Siempre ha habido y habrá pinchazos y errores de cálculo (Primavera Sound Madrid). Pero el ejercicio de 2023 es interpretado por las promotoras como el inicio de un ciclo al alza tras un 2022 que había arrancado todavía con ciertos temblores pandémicos, cuando gigantes como Bruce Springsteen o Aerosmith aplazaron una vez más sus giras porque no veían un horizonte despejado.

Primavera Sound Madrid: un error de cálculo

Ascenso a otro nivel

Avalan esa percepción las cifras: ese 48% de crecimiento de la venta de entradas en España respecto a 2022, apunta el último Observatorio de Ticketmaster. Confirmando los temores, el precio medio del ‘ticket’ subió un 37%, pasando de 58 a 80 euros. Es posible que ahí se refleje la mayor circulación de estrellas de grandes recintos respecto al año anterior. Números que están en línea con la foto global, donde el aumento de facturación de las 100 mayores giras se sitúa en el 46%, según la publicación especializada ‘Pollstar’. Ahí, no hablamos ya de una remontada sino del ascenso a otro nivel: los 8.406 millones de euros recaudados representan un 65% más que en el último ejercicio prepandémico, en 2019. 

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Cinco de las diez giras mundiales más lucrativas de 2023 pasaron por España, las de Beyoncé, Springsteen, Coldplay, Harry Styles y The Weeknd (otras dos, las de Taylor Swift y Ed Sheeran, lo harán en 2024). Las cinco recalaron en Barcelona, y las tres primeras, solo en Barcelona, incluyendo los cuatro ‘shows’ de Chris Martin y compañía en el Estadi Olímpic, con 225.000 espectadores, un umbral sin precedentes en este país. También Madonna eligió la capital catalana, y Elton John, al tiempo que esta plaza seguía asociada a festivales de éxito como son el Primavera Sound, Sónar y Cruïlla. Pero Madrid no se duerme: en 2023 se quedó con Björk y Guns n’Roses, y para 2024 se ha marcado un tanto con la más deseada, que no es otra que Taylor Swift.

La pista turística

Convocatorias todas ellas con sus derivadas en forma de impacto económico y de reflejo en el turismo. El estudio de Ticketmaster alude a una recuperación a los niveles precovid con un 10% de público extranjero en los conciertos, si bien esta media admite muchas observaciones: en el Primavera, la cuota guiri trepó hasta el 52%. Se destaca que el gasto medio es ahí superior al del asistente autóctono, un 28% más (107 euros la entrada), entendiendo que cuando uno decide viajar para acudir a un ‘show’, ya no le importa pagar más por una buena localidad.

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Pero la ola favorable a los grandes eventos musicales no se basa, a título general, en las aportaciones del público foráneo. Sorprende cómo se han redoblado los aforos de muchos artistas populares autóctonos: el doblete de ‘sant jordis’ de Aitana (y el Bernabéu que la acogerá dentro de un año), y el de Melendi, y el que Manolo García tiene atado para 2024, y ese Estadi Olímpic vendido en pocas horas por Estopa. Ahí podemos ubicar también el auge del musical teatral, territorio donde Madrid señorea y en el que Barcelona ha dado señales de movimiento en torno a montajes como ‘El tiempo entre costuras’ y ‘La historia interminable’, en el teatro Apolo.

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Todo ello nos habla de un ansia por el acontecimiento físico, palpable y compartible, ahora que la tecnología avanza y nos dibuja un futuro de ‘experiencias inmersivas’ paladeables desde el sofá (que llegará, sino lo ha hecho ya). Pero el espectáculo en directo no ha perdido puntos en 2023, más bien lo contrario, y ha alentado innovaciones: esa residencia de U2 en Las Vegas, en un auditorio envolvente, The Sphere, construido exprofeso (y que ahora Abu Dhabi desea). 

Caso extremo de una tendencia muy visible, la de las estrellas que reducen el trajín de sus giras y concentran sus actuaciones en menos ciudades, para que sea el público el que se mueva. Y demostración última de ese poder del directo como motor con poder para regir nuestras vidas. 

La doble huelga de Hollywood

Todavía recuperándose de una pandemia global y otros seísmos, la industria audiovisual estadounidense se vio casi paralizada este año por una doble huelga que no se producía desde 1960. La de guionistas, iniciada en mayo, acabó a los 148 días; la de actores, que arrancó dos meses después, a los 118. Fueron semanas y semanas de incertidumbre con desembocadura solo relativamente satisfactoria: estudios y plataformas no van a aumentar la inversión para corregir desajustes; simplemente, se dará luz verde a menos proyectos, lo que invita a pensar en una producción general de menor riesgo. // J. M. FREIRE

La IA irrumpe en la cultura

La irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) ha alterado todas las disciplinas artísticas, desafiando las reglas establecidas hasta la fecha. En la música, ha permitido generar canciones suficientemente reconocibles -y pegadizas- como para convertirse en 'hits'. En la fotografía, imágenes impactantes como para dejar en 'shock' al espectador. Y así en todos los campos artísticos. La IA generativa ha planteado muchos interrogantes sobre propiedad intelectual que aún están por responder. Lo que sí que es evidente es que los artistas tienen una nueva herramienta para crear con posibilidades casi infinitas. Una ventana a un mundo nuevo. // I. Fortuny  

El Mago Pop triunfa en NY

No es nada fácil llegar a Boadway, la meca de la escena en EEUU, y menos aún triunfar. Pero eso hizo el Mago Pop en su debut en el Barrimore Theater en agosto, superando en venta de entradas a musicales históricos como 'El Rey León'. Su éxito refuerza el lema del ilusionista de Badia del Vallès: 'Nada es imposible'. El artista se esforzó de lo lindo con el inglés para poder interactuar con naturalidad con el público y se metió en el bolsillo tanto a los espectadores como a la exigente crítica neoyorquina. Hasta su admirado David Copperfield le llamó para felicitarle. Sin duda, una de las hazañas artísticas de 2023. ¿Qué más puede pedir el Català de l'Any? // M. Cervera

Shakira ya no llora y sí factura

Shakira convirtió su momento más duro, la separación con Gerard Piqué, en éxito. Su colaboración con Bizarrap se volvió un himno desde principios de año y la colombiana vio una oportunidad para 'facturar' a través de las ‘canciones de la venganza’. El mundo ha analizado cada una de sus letras en busca de indirectas hacia el exfutbolista del Barça, su casa se ha vuelto a llenar de premios y su cuenta ha sumado millones y millones. Pero también ha dejado atrás su anterior vida. La cantante ha zanjado su deuda con Hacienda y ha roto cualquier vínculo que le quedaba con Barcelona para regresar a Miami. // A. Giraldo