Documentos históricos

Cientos de cartas incautadas a España en el siglo XVIII por corsarios ingleses salen a la luz con ‘The Prize Papers’

Los documentos se remontan a la guerra del Asiento (1739-1748) y a la guerra de Sucesión Austríaca (1740-1748), en las que España y Francia se aliaron contra el Reino Unido

Una partitura de violín incautada en el barco Franciscus en 1744.

Una partitura de violín incautada en el barco Franciscus en 1744. / The Prize Papers

Lucas Font

Lucas Font

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Suele ser habitual que los grandes descubrimientos se hagan por casualidad. En este caso, ha sido el control que los tribunales del Reino Unido sometían a las incautaciones de los corsarios en alta mar lo que ha permitido la conservación y el tratamiento de miles de objetos y documentos confiscados a los barcos españoles en el siglo XVIII. Estas incautaciones debían demostrar la legalidad de los asaltos –solo permitidos contra navíos de países enemigos– pero con el paso del tiempo se han convertido en una enorme fuente de información para los historiadores, que han decidido ponerlas a disposición del público, siglos después, a través de “The Prize Papers”

Los documentos, publicados en su página web, se remontan a la guerra del Asiento (1739-1748) y a la guerra de Sucesión Austríaca (1740-1748), dos conflictos en los que España y Francia se aliaron contra el Reino Unido. Durante ese período, los ingleses apresaron cerca 130 navíos españoles cargados de toneladas de plata y de cientos de inventarios, diarios de navegación, libros de idiomas y cartas privadas enviadas a familiares a un lado y a otro del Atlántico. En esa correspondencia, los migrantes que se habían trasladado a América relataban a sus seres queridos un mundo que les era totalmente ajeno sin saber que, siglos después, sus relatos se convertirían en un material histórico de valor incalculable

Vida cotidiana

“Este tipo de correspondencia es muy difícil de encontrar en los archivos, que normalmente contienen documentos más burocráticos como testamentos, pleitos o registros”, explica el español Alejandro Salamanca, investigador asociado del proyecto. “Estas cartas nos cuentan fragmentos de la vida cotidiana de las personas, lo cual tiene un valor muy grande, y nos ayudan a saber más sobre las migraciones en aquella época: cómo trataban de contactar con sus familias, cómo mandaban dinero o qué les pasaba cuando las cosas no les salían como querían”, añade.

Las cartas esconden miles de historias que nunca llegaron a sus destinatarios: la de un hombre que cuenta a su madre cómo, después de llevar una mala vida en España, se ordena sacerdote en Perú; la de una mujer al borde de la indigencia que reprocha a su marido que haya abandonado a su familia o la de un joven que cuenta a unos amigos cómo casi se ahoga tras caer al agua en el puerto de La Habana. “La mayoría de los migrantes muestran su miedo a un mundo que no conocen y sienten la necesidad de contactar con los seres queridos que han dejado atrás”, señala la directora del proyecto, Dagmar Freist

“Una de las cosas que más me llamó la atención es cómo describen lo desconocido: desde la celebración de rituales que no habían visto antes, hasta frutas que hoy en día todos conocemos. En una carta, una mujer describe una piña como una maceta muy pesada”, explica Freist, quien destaca el valor de las historias de las personas de a pie, muchas de ellas de origen humilde. “Cuando pensamos en el colonialismo solemos pensar en soldados o miembros de la administración, pero esta colección muestra cómo detrás de todo esto también hay personas con vidas ordinarias que cruzan el mundo en busca de un futuro mejor. Y no son sólo hombres: también hay mujeres y familias enteras”.

Rutas marítimas

Además de historias sobre la vida cotidiana de los emigrantes españoles en América, el amplio archivo también recoge documentos de mayor entidad, como las instrucciones militares enviadas en nombre de Felipe V al gobernador de Filipinas en 1742, Gaspar de la Torre, para que concediera refugio a los barcos daneses, o volúmenes con cuidadas ilustraciones incautados por los corsarios británicos al galeón Nuestra Señora de Covadonga, que cubría la ruta por el océano Pacífico entre Acapulco y Manila cargado de plata y municiones

Los documentos en español son solo una parte de los ‘Prize Papers’, que recogen más de 160.000 cartas interceptadas por todo el mundo, así como los archivos personales de pasajeros, documentos de los barcos, pasaportes, joyas o muestras de textiles. Unos objetos incautados a más de 35.000 barcos entre 1652 y 1815 y que incluyen libros y cartas redactadas en una veintena de idiomas, incluidos el euskera y el catalán. El proyecto, impulsado por la Academia de Ciencias y Humanidades de Gottingen, en Alemania —en colaboración con entidades alemanas y británicas— tiene por objetivo digitalizar 3,5 millones de documentos hasta 2037.

Suscríbete para seguir leyendo