Cine y espionaje en CaixaForum

Inquietante juego de espías en Barcelona

Te están espiando: 10 años después, las advertencias de Snowden están más vigentes que nunca

James Bond, de la A a la Z: todo lo que debes saber de 007

Anna Abella

Anna Abella

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Antes de llegar a Mata Hari más allá del mito, al poco conocido papel de la glamurosa actriz austriaca Hedy Lamarr como inventora del sistema precursor del GPS, el wifi y el Bluetooth o a los ‘gadgets’ de James Bond, la cocomisaria de ‘Top Secret. Cine y espionaje’ Alexandra Midal lanza un inquietante aviso: "Nos están escuchando. Muchos tapamos con un papelito la cámara de nuestro ordenador, pero olvidamos que también espían lo que decimos en alto. ¿Cuántas veces no has estado hablando de algo al lado del móvil y empiezan a entrarte anuncios relacionados con ello?". Inicia el recorrido de la exposición que hasta el 17 de marzo alberga CaixaForum Barcelona pasando bajo una enorme lámpara de araña de cristal de Murano que se enciende y apaga intermitentemente. Ojo! Está retransmitiendo en código morse un texto de Georges Bataille. Esta obra de Cerith Win Evans de 1958 es una de las muy diversas 270 piezas que componen este "juego de espejos" entre los oficios de actores y actrices y de los espías reales a lo largo de un siglo.  

Un sombrero con pistolera, un detector de mentiras, pelucas y bigotes falsos, zapatos que esconden una cuchilla retráctil en el tacón (para cortar la cuerda en caso de ser atado), una pipa con un dardo envenenado, cámaras ocultas en bolsos o maletines, paraguas capaces de inocular veneno… todos utilizados por espías reales, componen el relato de la muestra, cocomisariada por Matthieu Orléan. En la ficción se suceden los clips de 90 películas, carteles y otras referencias cinéfilas de Alfred Hitchcock a Fritz Lang, pasando por títulos como ‘La vida de los otros’, ‘La casa Rusia’, ‘Red de mentiras’, 'Juego de espías', la serie ‘Homeland’ o la saga ‘Bourne’, cuyos modelos en el mundo real hay que buscar en alertadores independientes como Edward Snowden y Chelsea Manning.  

Inicio 'Top secret', con la gran araña de cristal que transmite un mensaje en morse.

Inicio 'Top secret', con la gran araña de cristal que transmite un mensaje en morse. / ANA PUIT

Un espacio estelar ocupa el universo Bond, el espía más pop, nacido de la pluma de Ian Fleming y que no sería el mismo sin los ‘gadgets’ que le presentaba el Doctor Q en cada aventura. Unas vitrinas guardan el esmoquin ensangrentado que lució Daniel Craig en ‘Skyfall’ junto a la indumentaria de piel granate que se enfundó Hale Berry en ‘Muere otro día’. Al lado, el enorme cocodrilo submarino donde se metió Roger Moore en 'Octopussy'. Son solo algunas de las curiosidades de esta nueva colaboración con la Cinémathèque française de CaixaForum, que llega tras su estreno en Madrid.

Trajes de Daniel Craig y Hale Berry en distintas entregas de Bond, en 'Top secret'.

Trajes de Daniel Craig y Hale Berry en distintas entregas de Bond, en 'Top secret'. / ANA PUIT

Vuelve a inquietar la comisaria al explicar que durante el proceso de documentación para la muestra, intentando buscar información en distintos ámbitos, recibieron varias llamadas anónimas. "Nos preguntaban quiénes éramos y para qué investigábamos y preguntábamos tanto… Un espía puede ser cualquiera de tu familia y puede que tú nunca lo sepas".  

La muestra deconstruye la imagen de la mujer espía mostradacomo ‘femme fatale’ y asociada a la seducción

La muestra también deconstruye la "imagen falócrata de la mujer espía tradicionalmente sexualizada, mostrada en el cine como ‘femme fatale’ y asociada a la seducción". "Hay precedentes de lo contrario, como una película francesa muda de 1917 donde la mujer cambia constantemente de vestuario, es campeona de jiu-jitsu y es una espía fuerte e independiente", explica Midal ante una gigantesca foto de Greta Garbo en el papel de Mata Hari y junto al retrato que Andy Warhol hizo de la actriz caracterizada como tal. La imagen de la famosa agente doble y bailarina de estriptís, también encarnada por Jeanne Moreu o Sylvia Kristel, sí ha sido utilizada como mito del sexpionaje. 

Maletín de espía, en 'Top secret'.

Maletín de espía, en 'Top secret'. / ANA PUIT

Una fascinante Mata Hari danza en unas fotos que contrastan con un pequeño grabado en madera de Johannes Mulders que reproduce su fusilamiento tras ser condenada a muerte por espiar para Alemania durante la Primera Guerra Mundial. Las acompañan dos de sus cuadernos personales de recortes de prensa, con fotos, notas manuscritas y cartas de sus admiradores y amantes, entre ellos Puccini y el barón Henri de Rothschild.  

Escultura en homenaje a Hedy Lamarr en 'Éxtasis', en 'Top secret

Escultura en homenaje a Hedy Lamarr en 'Éxtasis', en 'Top secret / ANA PUIT

Lamarr, inventora del wifi

También contrasta con ella la historia de Hedy Lamarr. Un expresivo busto en bronce de Nina Childress homenajea la escena con la que la actriz austriaca protagonizó a los 18 años el primer orgasmo del cine, en ‘Éxtasis’ (1933). "Fue un escándalo -apunta la comisaria-. Tanto, que sus padres, de familia burguesa, le impusieron un matrimonio de conveniencia con un hombre mayor que tenía una fábrica de armas. Y como se aburría mucho iba allí a aprender de los ingenieros. Hasta que se escapó y fue a hacer carrera a Hollywood, donde los diarios la describían como la mujer más guapa del universo". Más allá de los papeles de mujeres fatales, Lamarr, autodidacta, se volcó en sus inventos y desarrolló un sistema para teledirigir torpedos con el que contribuir a la maquinaria de guerra. Pero el Ejército lo desestimó. "Mucho influyó -afirma Midal- que fuera mujer y austriaca". La muestra reproduce la patente del sistema secreto de codificación que inventó y que fue la base de los sistemas de comunicación actuales como el teléfono móvil o el GPS.   

El visitante, invitado a emular a 007, tendrá una sorpresa final. Descubrirá que la distancia entre el espía y el espiado puede no ser muy grande...