Premio Princesa de Asturias

¿Es Meryl Streep la mejor actriz viva? 21 nominaciones, 3 Oscars y una humildad sincera (y también algo estudiada)

Petróleo, asesinatos y un FBI en pañales: la historia real detrás de la nueva obra maestra de Scorsese

Muere a los 91 años la actriz Piper Laurie, la mítica madre de 'Carrie'

Meryl Streep en 'Kramer contra Kramer', 'Los puentes de Madison' y 'El diablo viste de Prada'.

Meryl Streep en 'Kramer contra Kramer', 'Los puentes de Madison' y 'El diablo viste de Prada'.

Quim Casas

Quim Casas

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

A finales del pasado mes de abril saltaba la noticia: a la actriz estadounidense Meryl Streep se le concedía el Premio Princesa de Asturias de las Artes, galardón que recibirá este viernes. El jurado destacaba entonces que la protagonista de ‘Los puentes de Madison’ dignificaba el arte de la interpretación y trascendencia, con su trabajo, conceptos como la ética y la coherencia. Es un detalle importante, pues ser coherente cuando se es una estrella de Hollywood no siempre resulta fácil. Streep, sobre todo en las dos últimas décadas de su carrera, ha podido permitirse, gracias al éxito, los premios y las buenas críticas, ser muy coherente en la elección de los personajes que interpreta y en las películas en las que se involucra.

 No existe la mejor actriz viva, decía en 2009, saliéndose de la ecuación que la proclamaba exactamente eso, la mejor actriz que aún seguía trabajando dentro de una industria que acostumbra a castigar prematuramente a las intérpretes femeninas. Michael Schulman, en su biografía ‘Meryl Streep. Siempre ella”, publicada en 2016, traducida por vez primera al castellano dos años después y reeditada ahora por Península, aventuraba que “ninguna otra actriz nacida antes de 1960 puede conseguir un papel a menos que Meryl lo haya rechazado antes”. La protagonista de ‘Memorias de África’ había conseguido vencer la obsolescencia a que se obliga a entrar a las actrices de Hollywood tras cumplir los 50 años: Streep tenía 61 cuando consiguió un tercer Oscar por su cometido de Margaret Thatcher en ‘La dama de hierro’, en 2012.

 Algunos críticos consideraban que haber ganado tres premios Oscar cuando has sido nominada en 21 ocasiones no tiene mucho mérito. Esas 21 ocasiones ya son de por si un mérito: la segunda actriz más nominada de la historia es Katharine Hepburn, que lo fue en 12 ocasiones y lo ganó en cuatro. La primera nominación de Streep fue en 1979 por su papel en ‘El cazador’, filme en el que coincidió con su primer gran amor, el malogrado John Cazale. Ganó el Oscar en la categoría de mejor actriz de reparto al año siguiente por ‘Kramer contra Kramer’, donde logró algo tan difícil como hacer cercano un personaje antipático en los márgenes de un melodrama familiar. 

 Dos años después volvieron a nominarla, ahora como protagonista, por ‘La mujer del teniente francés’ –que sigue siendo una de sus mejores composiciones–, y pasó lo mismo: a la siguiente nominación en esta categoría, por ‘La decisión de Sofia’ –otro gran trabajo en la adaptación de la difícil novela de William Styron sobre una superviviente de los campos de concentración nazis–, se llevó la estatuilla a casa. ¿Cuatro nominaciones y dos Oscar entre 1979 y 1983 no tiene mérito alguno?

 Cierto que después pareció la eterna nominada sin premio. Lo volvió a rozar con la punta de los dedos por ‘Los puentes de Madison’, pero la venció la Susan Sarandon de ‘Pena de muerte’. Y así hasta en 12 ocasiones –por ‘Memorias de África’, ‘Adaptation (La orquídea negra) o ‘El diablo viste de Prada’– hasta coronarse tres décadas después de la anterior con ‘La dama de hierro’.

 Nadie está de vuelta de todo en Hollywood pese a haber conseguido los mayores parabienes, premios y fortuna. Cuenta Schulman en su biografía evocando la ceremonia de los Oscar de 2012: “Cuando llega la quinta nominada, como un monarca acude a saludar a sus súbditos, su aspecto proyecta victoria”. Las súbditas de aquella noche eran Glenn Close, Michelle Williams, Rooney Mara y Viola Davis. Streep pasó por encima de ellas, las batió sin margen de especulación. Close tiene 76 años, solo dos más que Streep, y su carrera ha sido bien distinta pese a que en los años 90 rivalizó en serio con ella.

 Coherencia, ética y también una imagen de humildad pese al oropel que rodea a toda estrella hollywoodiense. Una humildad sincera, pero también estudiada, algo irónica. Schulman dice que domina el arte de competir consigo misma. En aquella ceremonia de 2012, las primeras palabras que dijo refiriéndose a sí misma fueron: “¿Ella otra vez?” Risas de la platea. Después, en pleno discurso: “Gracias porque nunca volveré a estar aquí… bueno, ya veremos”. Ha estado nominada en cuatro ocasiones más, la última en 2018. Desde entonces ha protagonizado ocho películas y unas cuantas series. No parece que vaya a parar. ‘Manhattan’, ‘Memorias de África’, la serie ‘Holocausto’, ‘Se acabó el pastel’, ‘Postales desde el filo’, ‘Las horas’ o ‘Mamma mia! La película’ la contemplan como una auténtica estrella de su tiempo.