Festival de San Sebastián

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Nando Salvà

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Quince de las 75 películas que habían ganado la Concha de Oro antes de este sábado eran españolas, y todas ellas dirigidas por hombres; el dato no es especialmente sorprendente si se tiene en cuenta la escasa cabida que este festival tuvo durante mucho tiempo para las directoras -como todos, por otra parte-, pero eso no hace que resulte menos lamentable. Y a la hora de argumentar el triunfo logrado esta noche en el Festival de San Sebastián por la donostiarra Jaione Camborda con su segundo largometraje, ‘O Corno’, conviene tener en cuenta los esfuerzos efectuados por el certamen para reparar esa estadística.

Todas las películas españolas incluidas este año entre los títulos a competición han sido dirigidas por mujeres, y el palmarés ha sido confeccionado por un jurado mayoritariamente femenino presidido por la francesa Claire Denis, que ha pasado buena parte de su impecable carrera como cineasta soportando el hecho de ser la única mujer, o casi, en un mundo de hombres. Y nada de lo dicho hasta aquí, por supuesto, trata de sugerir que los méritos artísticos acreditados por la nueva Concha de Oro no son suficientes para hacerla merecedora del premio.  

A finales de 60

‘O Corno’ se sitúa en la gallega Isla de Arosa a finales de los 60 para acompañar a una comadrona que se ve obligada a huir a Portugal tras la muerte de una adolescente a la que ha ayudado a abortar, y que en su periplo toma contacto con un sucesión de personajes femeninos dispuestos a ayudarla y protegerla. Mientras escenifica esa manifestación de sororidad, Camborda no solo confirma su extraordinaria habilidad para narrar a través de la contemplación de los cuerpos en movimiento -ya la dejó clara en su ópera prima, ‘Arima’-, especialmente evidente en la apabullante secuencia de casi 10 minutos que abre la película, durante la que una mujer da a luz; también demuestra una capacidad excepcional para moverse con fluidez entre géneros y tonos.

" Fotograma de la pelicula O Corno"

" Fotograma de la pelicula O Corno" / EP

‘O Corno’, después de todo, es a la vez un muestrario de diferentes actitudes femeninas frente a la maternidad, una intriga que maneja con precisión el suspense, una ‘road movie’ con toques de ‘western’ y, sobre todo, un alegato tan sutil como rotundo sobre el derecho de las mujeres a decidir acerca de su cuerpo. Transcurre en una época, finales del franquismo, en el que les era negado por ley, y le habla a un presente en el que quienes pretenden eliminarlo vuelven a hacerse oír con agresividad.

Claire Denis, recuérdese, se ha pasado años participando en festivales que solían resolverse premiando exclusivamente películas hechas por hombres, y eso ayuda a explicar que prácticamente todos los otros galardones importantes del palmarés anunciado este sábado hayan ido a parar a ficciones feministas dirigidas total o parcialmente por mujeres.

El Premio Especial del Jurado -el segundo en importancia- ha recaído en ‘Kalak’, de la danesa Isabella Eklöf, que se sirve del retrato de un hombre marcado por los abusos sexuales sufridos de parte de su padre cuando era niño para demostrar que la masculinidad patriarcal daña a los hombres casi tanto como a las mujeres; el de Mejor Dirección ha sido para la pareja compuesta por Tzu-Hui Peng y Ping-Wen Wang -una mujer y una persona no binaria-, que en en el drama taiwanés ‘Un viaje en primavera’ contemplan a un hombre que tras la muerte de su esposa intenta reparar los lazos familiares que rompió a causa de sus prejuicios machistas; la finísima comedia argentina ‘Puan’, dirigida a medias por María Alché y Benjamín Naishtat, ha ganado tanto el galardón al Mejor Guion como el premio a la Mejor Interpretación Principal para Marcelo Subiotto, que ha compartido la recompensa ‘ex aequo’ con el protagonista de ‘Great Absence’, el mítico actor Tatsuya Fuji -en su película más famosa, ‘El imperio de los sentidos’ (1976), era objeto de una mutilación genital-; y el Premio a la Mejor Interpretación Secundaria ha sido concedido a Hovik Keuchkerian por su interpretación de un hombre atrapado en su propia hombría en ‘Un amor’, de Isabel Coixet. Un palmarés feminista, decimos, y también bastante indiscutible.