Festival de cine

Jessica Chastain llega a San Sebastián: “En Hollywood me dicen que debería mantener la boca cerrada”

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La actriz Jessica Chastain a su llegada al festival.

La actriz Jessica Chastain a su llegada al festival. / Raúl Terrel / Europa Press

Nando Salvà

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Jessica Chastain habla demasiado. Al menos, asegura ella misma, eso es lo que opinan muchas personas con las que ha tenido relación profesional. “En Hollywood me han dicho muchas veces que debería mantener la boca cerrada en lugar de decir lo que pienso”, nos explicaba hoy la actriz durante su visita al Festival de San Sebastián. “Allí hay gente muy insegura de sí misma y con baja autoestima, y se sienten intimidados cuando alguien como yo opina sobre asuntos como la huelga de actores estadounidenses”.

Hace solo unas semanas, en la Mostra de Venecia, Chastain defendió el parón denunciando los abusos laborales y chantajes que sufren compañeros de profesión menos afortunados que ella, y sigue sin moderse la lengua a la hora de hablar del asunto. “Cada día invitamos a los jefes de las grandes productoras a que se sienten con nosotros en una mesa a negociar, y aún no se han dignado a hacerlo. Tengo la esperanza de que el principio de acuerdo que han logrado con los guionistas signifique un cambio de actitud por su parte respecto a las demandas de los actores. Estoy segura de que hay mucha gente decente en esas compañías”.

La actriz se encuentra en el certamen donostiarra presentando ‘Memory’, la primera película que ha rodado con el director mexicano Michel Franco -ya están trabajando juntos en la segunda-, en la que interpreta a una mujer que trata desesperadamente de olvidar el trauma del que fue víctima siendo una niña, y a causa del que ha vivido un infierno desde entonces. Es, en otras palabras, el tipo de personaje capaz de dejar secuelas emocionales en la persona encargada de darle vida. “Cuando interpretas un personaje tan complicado como este es importante estar rodeada de gente que te proteja, y eso no es habitual; esta industria está llena de personas que solo quieren sacar provecho de ti”, confiesa.

“No seré tan ingenua como para mencionar a ninguna persona en activo, pero sí recordaré que Hitchcock no dudó en abusar de las actrices con las que trabajó para conseguir lo que necesitaba de ellas en sus películas, o que Bernardo Bertolucci hizo cosas terribles durante el rodaje de ‘El último tango en París’”. Acrca de su su propia relación con sus recuerdos, comenta: “Mentiría si dijera que he tenido una mala vida, pero en general intento no pensar demasiado en el ayer”, explica Chastain. “Disfruto enormemente cuando me levanto cada mañana y pienso en las cosas nuevas que van a sucederme, y no quiero dejar que el pasado interfiera en mi capacidad para experimentar el presente”.

Un año y medio después de ganar el Oscar gracias a su trabajo en ‘Los ojos de Tammy Faye’, Chastain reconoce sentirse más cómoda trabajando fuera del ‘mainstream’ estadounidense. “A decir verdad, prefiero trabajar en el cine independiente; allí es más fácil contar historias interesante sobre mujeres y encontrar fácil encontrar directores como Michel, que me respetan no solo como actriz sino también como persona. Hollywood es un lugar intrínsecamente sexista”.