Miley Cyrus da por enterrada su juventud salvaje

Solía ser alocada, divertida, salvaje, solía ser joven en definitiva, concluye Miley Cyrus en su última canción, Used to be Young. La artista, que nunca pareció confiar en la capacidad de sus fans para captar las sutilezas, ha acompañado su elegía a la juventud, superados los treinta, de una serie de vídeos de TikTok donde se explaya sobre algunos momentos cruciales de su vida. Su salto a la fama como Hannah Montana y el posterior entierro de la niña Disney que fue; la relación con su padre, el cantante de country Billy Ray Cyrus; y como se enamoró y acabó divorciándose tras ocho meses de matrimonio del actor Liam Hemsworth son objeto de análisis.

En 'Use to be Young', no en vano lanzado al cumplirse diez años de aquella actuación suya en los Video Music Awards restregándose contra Robin Thicke que disparó las búsquedas en Internet del término ‘twerking’, Miley Cyrus se desnuda una vez más, esta vez emocionalmente. Sin embargo, el mayor descubrimiento es la gravedad de su voz, cuya potencia quedó clara cuando regaló a Dolly Parton una nueva generación de seguidores con su versión de 'Jolene', y que modula más o menos en función del género que interpreta, que ha ido desde la balada pop al rock, pasando por el country. Miley Cyrus es deslenguada, irónica y nunca se deja nada en la recámara, secretos menos: ha crecido frente a las cámaras y cuando la acecha el escándalo, calla bocas con su franqueza. 

Confesiones

Así lo hizo cuando, tras divorciarse de Liam Hemsworth en 2019, surgieron rumores de la supuesta infidelidad de la cantante, declarada bisexual, con la influencer Kaitlynn Carter. Miley Cyrus entonó en redes sociales un mea culpa de casi todo lo que se ha publicado sobre ella, menos de lo que se le acusaba esa vez. Reconoció haber salido de fiesta hasta la saciedad, fumado hierba, experimentado con otras drogas, engañado a otras parejas y haber tenido su mayor éxito musical hasta la fecha por cantar desnuda sobre una bola de demolición, en referencia a 'Wrecking Ball'.

Su vida de estrella pop había transcurrido con trasparencia, en suma: lo único que no podía aceptar era que la llamaran mentirosa, expuso. La respuesta no tardó en convertirse en viral y abanderó una nueva manera de enfrentarse al escándalo por parte de las famosas: sacar pecho, en vez de inhibirse. Jennifer Lawrence, con quien se especuló a su vez que Liam Hermsworth había cometido adulterio, también se defendió al ataque: el “crimen sexual” era robarle sus fotos íntimas, no que ella se las hubiese hecho.    

Miley Cyrus vive ahora un momento dulce en lo profesional a raíz precisamente de su divorcio de Liam Hermsworth, que se ha tomado como un renacimiento a nivel artístico y personal. Ha convertido en un símbolo el incendio de la casa de Malibú que ambos compartían y del que curiosamente solo se salvó Rainbow, su estudio de grabación: mientras su hogar ardía, ella rodaba en Sudáfrica el episodio de Black Mirror que protagoniza y que la ha revalidado como actriz pese al trauma.

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Ruptura

De su relación de diez años con Liam Hermsworth extrajo 'Flowers', un tema luminoso sobre la ruptura que se publicó casi a la vez del 'Pa’tipos como tú' de Shakira: sin remordimientos ni reproches, Miley Cyrus se declara lista para comprarse a ella misma las flores que necesite. 

De sus pecados de juventud tan solo lamenta haberse burlado de su admirada Sinéad O’Connor a raíz de que la cantante irlandesa se declarara en 2013 “extremamente preocupada” por ver como se estaba “prostituyendo” con 'Wrencking Ball'. Miley Cyrus, que se burló comparándola con la actriz Amanda Bynes, con reconocidos problemas de salud mental, atribuye ahora sus palabras a tener solo veinte años y “ni idea del frágil estado de salud mental” de O’Connor. 

Tras 'Used to be Young', afronta su madurez con aparente calma en brazos del baterista Maxx Morando, de quien aprecia su discreción y personalidad sin dramas. “Me siento orgullosa cuando reflexiono sobre mi pasado y optimista cuando pienso en el futuro”, ha zanjado Miley Cyrus tras su personal balance. 

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