Soweto Kinch actúa en el Jamboree después de que un indidente racista le impidera volar a Barcelona

“Después de muchas penurias por fin estamos aquí”, anunciaba feliz Soweto Kinch el jueves en el Jamboree. No lo decía porque sí. El saxofonista, rapero y rapsoda de Birmingham tenía que actuar en la clausura del Mas i Mas Festival de 2022, pero no pudo volar hasta Barcelona.

En el aeropuerto de su ciudad, Birmingham, el personal de tierra de la compañía aérea Ryanair le denegó el permiso para embarcar alegando que su pasaporte estaba en mal estado. Kinch lo denunció públicamente como un episodio racista, uno más de los muchos que ha sufrido en su día a día. Ryanair le prohibió volar con ellos de por vida. 

Como artista, Soweto Kinch habla mucho de racismo. De colonialismo. De qué significa ser negro y británico. Toda su música, de la más lúdica a la más dramática, tiene algo de carga política. A veces el tono es dramático, a veces desafiante, otras ligero. Busca siempre la manera de cargar de sentido cada pieza y tiene un amplio repertorio de recursos. Del saxo alto al micro de MC, del jazz a los códigos del hip hop, Kinch maneja herramientas y lenguajes distintos como un todo.

En el Jamboree, el sonido pregrabado de pájaros cantando -“¿os acordáis lo ruidosa que era la naturaleza durante el confinamiento?”- envolvía una melodía que escribió en los días más duros del Covid-19, salpicada de versos sobre poder y desigualdad. Más enfermedad, esta vez metafórica, para hablar de un Reino Unido embarrancado en el Brexit.

“La nostalgia es la enfermedad que nos ha traído hasta aquí”, dijo Kinch para presentar “Tall Tales of Yesteryore”, una composición que arranca con notas de música palaciega -también pregrabada- y desemboca en una denuncia a ritmo de hip hop de los abusos coloniales que afean el relato oficial de la historia del antiguo Imperio Británico. 

Las dos piezas de “White Ju-Ju”, un ambicioso disco grabado en directo junto a la London Symphony Orchestra donde combina jazz, música sinfónica y hip hop. En el Jamboree y en formato de trío, y a pesar del arrojo con el que Kinch toca y rapea, la música perdía impacto. Pero Soweto Kinch tiene calle y sabe meterse al público en el bolsillo.

Para levantar el concierto, pidió al público que le propusiera palabras que empezaran con las letras que componen la palabra Jamboree. Y con “Jesús”, “jugoso”, “aparición”, “Monk”, “orangután”, “énfasis” o “efímero”, Kinch improvisó unas rimas ingeniosas y frescas que encendieron el Jamboree. Le impidieron estar enel fin de fiesta del anterior Mas i Mas Festival, pero qué bueno que le invitaran a este. 

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