Una personalidad arrolladora

La desaforada vida de Leonard Bernstein: genio, megalómano, dictador, revolucionario y astro popular

Netflix estrena el próximo 2 de septiembre la película que le ha consagrado el actor y director Bradley Cooper, ‘Maestro’.

Leonard Bernstein en una imagen de archivo.

Leonard Bernstein en una imagen de archivo. / EPC

Quim Casas

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La música clásica también ha tenido sus iconos pop, directores de orquesta o instrumentistas que se han salido de las normas escritas. Un caso peculiar es el de Glenn Gould, el pianista canadiense que desafió la ortodoxia y dejó para la posteridad sus interpretaciones, toda energía, de ‘Las variaciones Goldberg’ de Johann Sebastian Bach. Si nos atenemos a lo descrito por el dramaturgo Peter Shaffer y el cineasta Milos Forman en ‘Amadeus’, el joven Mozart ya tenía hechuras de estrella pop. Pero nadie, en el ámbito de la música clásica, como Leonard Bernstein: genio, megalómano, dictador, revolucionario, astro popular y muchos otros calificativos reunidos en una sola persona.

Una escena de 'Maestro' con Carey Mulligan y Bradley Cooper.

Una escena de 'Maestro' con Carey Mulligan y Bradley Cooper. / EPC

Tras su presentación en el festival de Venecia, Netflix estrenará el 2 de septiembre la película que le ha consagrado Bradley Cooper como intérprete y director, ‘Maestro’, centrada esencialmente en la relación de Bernstein con la actriz chilena-costarricense Felicia Cohn Montalegre (interpretada por Carey Mulligan), con la que estuvo casado entre 1950 y 1976, año en el que Bernstein asumió su bisexualidad y se fue a vivir con un hombre mucho más joven que él, Tom Cothran, aunque cuando a Felicia le diagnosticaron un cáncer volvió para pasar los últimos días con ella. Montalegre falleció en 1978 y Bernstein lo hizo en 1990.

Al mismo tiempo que se anunciaba el proyecto de Cooper, salió a la luz otro ‘biopic’ sobre el director de orquesta, ‘The American’, que debía protagonizar Jake Gyllenhaal con dirección de Cary Joji Fukunaga. Quizá dos películas a la vez sobre el mismo tema eran demasiadas, pese a la arrolladora personalidad de Bernstein, y de momento no se ha sabido nada más del filme con Gyllenhaal.

Una escena de 'Maestro'. 

Una escena de 'Maestro'.  / EPC

Pero el hecho de que coincidieran dos proyectos potentes al mismo tiempo ya da pistas sobre el gancho comercial del personaje. Todo ‘biopic’ sobre músico que se precie, sea clásico (Beethoven, Mozart, Liszt, Tchaikovsky), compositor de canciones (Cole Porter), ‘chanson’ (Édith Piaf), jazz (Glenn Miller, Charlie Parker, Miles Davis), soul (Ray Charles, Aretha Franklin), country (Johnny Cash, Loretta Lynn) o rock (Jerry Lee Lewis, Elvis Presley, Jim Morrison, Brian Wilson, Tina Turner, Elton John, Freddie Mercury), debe reunir unas características concretas: turbulencias amorosas, adicciones (alcohol o drogas), familias disfuncionales, ambigüedades sexuales, choques con la industria del espectáculo… Es innegable que la personalidad de Bernstein y su agitada y controvertida vida y obra lo tiene todo para interesar a públicos de lo más diverso.

Leonard Bernstein con Bradely Cooper

Leonard Bernstein (izquierda) y Bradley Cooper caracterizado como el famoso director de orquesta. / EPC

Con todo, conviene no olvidar que si hoy hablamos de Bernstein no es solo por su forma de ser -sin la cual, posiblemente, su legado musical sería muy otro- o por sus relaciones sentimentales, sino por su capacidad para mezclar música clásica, jazz y otros estilos en ‘West side story’, musical inspirado en ‘Romeo y Julieta’ estrenado en Broadway en 1957, con libreto de Arthur Laurents y letras de Stephen Sondheim, que sería trasladado al cine en 1961 en la oscarizada película de Robert Wise y Jerome Robbins que le daría una dimensión aún más popular a canciones como ‘Tonight’, ‘Maria’, ‘America’ y ‘Somewhere’. La versión más reciente de Steven Spielberg -que es productor de ‘Maestro’ junto a Martin Scorsese- no tendría la misma repercusión.

No solo fue un enorme compositor, pianista y director de orquesta. Hubo un Bernstein muy didáctico, pedagogo de la música, que intentaba estimular a los más jóvenes en los programas de televisión que conducía con la misma firmeza con la que esgrimía la batuta en los conciertos. También publicó un libro sobre el tema, ‘El maestro invita a un concierto’, subtitulado ‘Conciertos para jóvenes’, dividido en 15 lecciones magistrales de lo más ameno sobre solfeo, contrapunto, acordes o música sinfónica.

Leonard Bernstein en una imagen de archivo. 

Leonard Bernstein en una imagen de archivo.  / EPC

Le tocó casi siempre luchar contra viento y marea, en lo personal y en lo musical. No había cumplido los 40 años cuando fue elegido director de la Filarmónica de Nueva York con un bagaje -inconsistente para los más puritanos- de compositor de musicales de Broadway. No les hacía ascos a las emergentes estrellas de la música pop del momento, The Beatles, reivindicaba una cierta imagen de bohemio distendido, dirigía las orquestas con una entrega y movimientos poco habituales y hasta recaudó fondos para el movimiento de los Panteras Negras, lo que generó un artículo muy crítico del ya de por si vitriólico Tom Wolfe en el que, posiblemente con razón, se refería a él como integrante de la izquierda chic neoyorquina.

 Izquierdista, arrebatado, bisexual, revolucionario de la batuta y autor de algunas de las obras musicales (‘West side story’) y direcciones orquestales (‘La consagración de la primavera’ de Stravinsky) más importantes del siglo XX. Ideal para un ‘biopic’ realizado por un cineasta a quien le interesa la música -Cooper es el director y actor de la última versión de ‘Ha nacido una estrella’, con Lady Gaga- y que recientemente ha confesado su antigua adicción a las drogas.

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