Arquitectura

¿Y si la calle Muntaner hubiese llegado hasta el mar? Los mapas inéditos de Domènech i Montaner

El Hospital de Sant Pau disecciona la mente genial de Domènech i Montaner

Año Domènech i Montaner

Domènech eje transversal

Domènech eje transversal / EPC

Marta Cervera

Marta Cervera

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Aunque Lluís Domènech i Montaner (1849-1923) es famoso por haber construido el Palau de la Música Catalana y el Hospital de Sant Pau, su obra abarca mucho más. Las exposiciones organizadas con motivo del centenario de su muerte están dando a conocer la multitud de facetas de este arquitecto cuya obra primero sufrió los ataques del Noucentisme y después fue ignorada por el franquismo. El Col·legi Oficial d'Arquitectes de Catalunya (COAC) inaugura este viernes 'El llegat de Lluís Domènech i Montaner', una pequeña pero muy interesante exposición gratuita donde destaca la faceta de Domènech i Muntaner como urbanista. La muestra consta de diversos dibujos originales, planos y diseños de edificios entre los que destacan algunos que nunca llegaron a hacerse realidad.

La pieza estrella es un gran plano de cuatro metros por más de dos que permite observar por primera vez a tamaño real su proyecto del eje transversal para Ciutat Vella. Es inédito y se expone por primera vez tras ser restaurado. Su proyecto era una solución para conectar la plaza de la Catedral y el antiguo hospital donde hoy se ubica la Biblioteca de Catalunya. En una época en la que el Plan Cerdà debía desarrollarse tras tirar al suelo las murallas que encorsetaban la ciudad, el arquitecto diseñó una avenida que conectaba tranversalmente el casco antiguo. Una vía que conectaría con las dos principales vías que iban de montaña a mar. Una, Vía Laietana se hizo realidad. Otra, la calle Muntaner que debía haberse continuado y hubiera llegado al puerto barcelonés por lo que hoy es la Rambla del Raval.

Conectividad vial

"Mi bisabuelo, el primer arquitecto de la familia, dibujó el plano imaginando edificios que pondría en el centro de la ciudad como un teatro, un edificio de oficinas, una fábrica y un mercado que conectaría con el eje transversal que diseñó", ha explicado Lluís Domènech i Gibau, bisnieto del arquitecto modernista y comisario de esta exposición. "Es una de las primeras veces que un arquitecto prefigura cómo podría ser la ciudad del futuro. Él rehizo las manzanas del Casco Antiguo y crea una especie de superillas. Además dibuja los edificios que podrían construirse en esa reforma en la que conserva los monumentos como la Iglesia de Betlem y la del Pi ".

Otro interesante proyecto que no vio la luz es el Edificio para las Instituciones Provinciales de Instrucción Pública de Barcelona, una especie de Hub de enseñanzas técnicas como Arquitectura, Ingenieria y Bellas Artes. "Era una superilla en la parte baja de l'Eixample donde conectan Ronda Sant Pere y Bailén", ha recordado.

Dibujo del proyecto del Hospital de Sant Pau.

Dibujo del proyecto del Hospital de Sant Pau. / EPC

En total se muestran 150 documentos originales pertenecientea al fondo del Archivo Histórico del COAC. Abarca desde el interés del arquitecto por el arte y aquitectura románicos, por la heráldica y por la política -fue presidente de la Lliga de Catalunya y diputado en el Congreso de Madrid por la Lliga Regionalista- e incide en su eclectismo y su transversalidad.

"Para él el románico obedecía a su idea de definir la identidad de Catalunya en plena Reneixença. Representaba la formación de la primera infraestructura territorial catalana. Los estudios de heráldica van en la misma línea: identificaba los linajes de la primera estructura social en Catalunya", ha señalado su bisnieto.

La exposición consta de tres áreas. La dedicada al eclecticismo muestra como con fronteras imprecisas Domènech i Montaner supera la herencia historicista de la arquitectura del siglo XIX. Lo demuestran obras como el Hotel Internacional de la Exposición Internacional de 1888, ya desaparecido. La segunda parte se centra en obras de madurez, representada básicamente por los dos edificios que han acabado siendo Patrimonio de la Humanidad: el Palau de la Música y el Hospital de Sant Pau. La última área de la muestra refleja la transversalidad de un arquitecto que se adentra en el descubrimiento de otras disciplinas, con obras que lo ejemplifican como el diseño de cubiertas de libros, la colección de fichas de Artes Sumptuarios y los libros y textos que escribió en su faceta política.

Imagen del Hotel Internacional de Barcelona.

Imagen del Hotel Internacional de Barcelona. / EPC

La exposición, abierta hasta el 17 de septiembre y enmarcada en el Año Domènech i Montaner aporta interesante información sobre uno de los arquitecto más inquietos que ha tenido Catalunya. "¿De dónde sacaba el tiempo? Esta pregunta nos hemos hecho a menudo mientras preparábamos la exposición.Desde luego, trabajaba mucho y de forma eficaz pero en su época los procesos burocráticos no eran tantos como ahora", ha bromeado su bisnieto.

La muestra sobre Lluís Domènech i Montaner no es la única en la ciudad viene a completar otras ya en marcha en Barcelona en algunos de sus edificios como el Hospital de Sant Pau y el Palau de la Música Catalana. También el Museu de Historia de la Ciudad ofrece interesantes documentos sobre los proyectos de este coetaneo de Gaudí. ¿Quién era mejor? "Ambos eran magníficos. Desde punto de vista de Domènech, Gaudí era un gran arquitecto. Durante su vida no hubo ninguna muestra de animadversión como a veces se ha dicho. Ambos tenían personalidades diferentes pero compatibles".