Tres perlas del Sónar 2023: sororidad rapera, gambas que cantan y electrónica BCN-Kenya

En el escenario principal, a las 16 horas, es decir, con la responsabilidad de que la gente se empezara a mover, el trío de jóvenes artistas Kityy110, LaBlackie y L'Beel mostraron su ley enmarcada por barras duras. Abriendo camino -"¿queréis más mujeres en la escena? ¡Pues más ruido!"-, se unieron para la ocasión, como una muestra visible de la sororidad sobre la que cantan juntas en 'Mis niñas'. "Mi pastel es de mi amiga", dice LaBlackie, entre muchos otros versos destacables de la ingeniosa rapera. También están en 'Mis niñas' Safu y Angelica, que, por supuesto, este jueves las acompañaron en la interpretación del tema, remate final de su actuación de debut.

En el escenario del Sónar+D, la parte científica del festival, hay más de un centenar de personas tumbadas en el suelo a oscuras. No ha habido un ataque con armas químicas a pesar de la imagen apocalíptica. Se oyen sonidos extraordinarios y difíciles de interpretar. Nadie los conoce y nadie, excepto quien controla los altavoces de la sala, los ha escuchado nunca. Son sonidos que en su estado natural el oído humano no puede escuchar (sobre todo especies subacuáticas) y que la artista noruega Jana Winderen ha capturado a lo largo de su carrera por rincones de todo el mundo con equipos especiales -y muy caros, explicó-. Quien escribe no detectó si las ruidosas gambas desafinaron.

En este festival hay conciertos que son estudios y proyectos que van mucho más allá de lo que se ve sobre el escenario. Es el caso de Jokkoo Collective, grupo establecido en Barcelona y que, tras una residencia artística en Kenya, han presentado el resultado de ella en el Sónar. Sus seis miembros han expuesto, ante un público contemplativo que llenaba la pista del escenario +D, su investigación que busca difundir sonidos futuristas de la electrónica africana. Visuales difuminadas con ingredientes de la naturaleza y voces distorsionadas, casi tanto como para invocar algun espíritu, acompañadas de una atmósfera musical en la que asomaba el ritmo y la percusión de instrumentos típicos.