El retrato plasma el individualismo del siglo XIX en CaixaForum Barcelona

Siete obras de Francisco de Goya, incluido su magistral autorretrato del pintor en 1815, destacan en 'XIX. El siglo del retrato. Colecciones del Museo del Prado. De la Ilustración a la modernidad', que se puede ver en CaixaForum Barcelona hasta el 4 de junio. La muestra consta de 173 piezas, todas ellas de la pinacoteca nacional, a excepción de cuatro piezas cedidas por el Museo Reina Sofía.

Además de Goya hay pinturas de Madrazo, Rosales, Martín Alsina, Villanueva, Fortuny, Pinazo, Sorolla, Zuloaga y Nonell, entre otros, amén de impresionantes bustos escultóricos -entre ellos el que Marià Benlliure hizo de Goya, que sirvió de modelo para el galardón de los premios de la Academia del Cine Español- medallas, miniaturas, daguerrotipos, litografías, dibujos, acuarelas y estampas. Tras Barcelona la muestra se podrá ver en las sedes de CaixaForum en Zaragoza, Sevilla, Valencia y Palma. Pero no todo son obras de pintores, pintores masculinos, se entiende. También hay creaciones firmadas por mujeres como Eva Aggerholm, Carlota Rosales Martínez de Pedrosa, Nelly Harvey y Luisa Kuntz.

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Individualismo

"El XIX es el siglo del retrato porque es el siglo del individuo. Con él se inicia un nuevo modo de producción, el capitalismo, que potencia el individualismo", ha destacado Javier Barón, comisario de la muestra y jefe de Conservación de Pintura del siglo XIX del Museo Nacional del Prado. Aunque grandes autores como Lucien Freud y Antonio López han destacado como retratistas en el siglo XX, el retrato artístico es más bien parte del pasado. La cámaras fotográficas primero y después las incorporadas a los móviles, han acabado desbancando al retrato pictórico tradicional. Vivimos en la era del 'selfie'. "En el siglo XXI hay pocos pintores que hagan retratos", explica Barón. "Ya no se domina como antes. Se va ido perdiendo porque no interesa. La veracidad total la tienes en la fotografía y requiere menor esfuerzo", dice el comisario.

La exposición -"equilibrada y armónica, elocuente, representativa y variada"- profundiza en la transformación de la imagen pública de los ciudadanos en el siglo XIX. Los retratos permiten vislumbrar las estructuras económicas y sociales que han configurado nuestra contemporaneidad. La propuesta está dividida en varias salas, cada una de ellas dedicada a un tema: 'La imagen del poder', 'El descubrimiento de la infancia', 'Identidades', 'La imagen de la muerte', 'Retratos y autorretratos de artistas', 'Effigies amicorum. Imágenes de escritores, músicos y actores' y 'El artista en su estudio'.

Mujeres

La más grande de estas secciones está dedicada a los retratos femeninos. Como en el resto de las salas la disposición permite apreciar la evolución del arte en el XIX. Incluye, entre otras, piezas que reflejan la burguesía entre las que resalta por su realismo 'La señora de Delicado de Imaz', del pintor Vicente López Portaña, que podría ser emblema de las mujeres anti depilación; el retrato de María Hahn, pintado en 1901 por su esposo Raimundo de Madrazo, es un canto al pasado con la protagonista vestida a la moda francesa estilo Luis XV. Nada que ver su coqueta pose con la actitud cansada con la que el jurista y político Gaspar Melchor de Jovellanos aparece en su despacho pintado por Goya en la sala dedicada a la representación del poder. O la fuerza demostrada por Elinor Glyn - escritora que acuñó el concepto de 'it girl'- en un estudio de Philip Alexius Lászalo de Lombos, que la pintó con un enorme zafiro en la frente.

Más allá del recorrido tradicional, la exposición ofrece tres recorridos transversales a partir de los siguientes temas: las técnicas artísticas, la sociedad del s.XIX o la indumentaria.