Estreno de cine

'Llaman a la puerta' de Shyamalan: una película eficaz, juguetona y muy oscura

El director de 'El sexto sentido' regresa a la carga con su particular cóctel de miedos cotidianos y aborda de nuevo el fin del mundo a partir de una historia sobre una familia que tendrá que elegir a quien sacrificar para salvar el mundo.

Un fotograma de 'Llaman a la puerta'.

Un fotograma de 'Llaman a la puerta'. / EPC

Beatriz Martínez

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A M. Night Shyamalan siempre le ha gustado componer alegorías en torno a la condición humana y el mundo que nos rodea. El bien, el mal, lo que escondemos y lo que mostramos son algunos de los elementos que componen sus películas en torno a personajes en conflicto consigo mismos. Pero también encontramos en sus relatos una fuerza superior que no se puede controlar y que entronca con los miedos más profundos de la sociedad. Dentro de esa vertiente apocalíptica se incluye también su último trabajo, 'Llaman a la puerta', adaptación de la novela de Paul Tremblay 'La cabaña del fin del mundo' que, a pesar de ser un material ajeno, entronca a la perfección con sus intereses: pocos personajes, escenarios mínimos en los que poder demostrar su virtuosismo a la hora de planificar estilísticamente cada secuencia y tensión atmosférica.

En los últimos tiempos, sobre todo desde 'La visita', Shyamalan parece apostar por un esquema muy preciso y sintético en el que como siempre, él parece erigirse como único demiurgo. En ese sentido, 'Llaman a la puerta' vuelve a ser un ejercicio riguroso y minimalista de horror cotidiano en el que el elemento fantástico se encuentra presente, aunque se llega a poner en duda a cada momento para hablar del momento de incertidumbre en el que vivimos tras la pandemia en el que lo inimaginable se hizo tangible y las angustias primarias cobraron forma.

Quizás no sea ninguna obra cumbre dentro de la filmografía del director (la premisa resulta mejor que su resolución), pero resulta eficaz, juguetona y muy oscura. 

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