Crítica de cine

'Simone, la mujer del siglo': un 'biopic' respetuoso, reivindicativo (y aburrido)

El cineasta Olivier Dahan se aproxima a la figura fundamental de la activista francesa Simone Veil a través de una biografía cuyo mayor interés es la dimensión histórica de su objeto de estudio.

Un fotograma de 'Simone, la mujer del siglo'

Un fotograma de 'Simone, la mujer del siglo' / Caramel Films

Beatriz Martínez

Beatriz Martínez

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Olivier Dahan parece haberse especializado en biopics históricos de prestigio desde su acercamiento a la figura de Edith Piaf en 'La vida en rosa', gracias a la que demostró su querencia por las pelucas, el histrionismo y el exceso dramático. Después le tocó el turno a Grace de Mónaco, aunque de manera más anodina y ahora a Simone Veil, la activista política que consiguió instaurar la ley del aborto en Francia en los años setenta. Afortunadamente la aproximación a su objeto de estudio resulta más comedida y seria, menos fallera. Desafortunadamente, por esa misma razón, también termina siendo bastante más aburrida. 

El director tiene a su disposición un material apasionante e incendiario, el de una mujer que sobrevivió a los campos de exterminio nazi, que fue esposa, madre y estudió política y derecho para terminar convirtiéndose en presidenta del Parlamento Europeo después de haber sido ministra y haber batallado por diferentes causas sociales y sanitarias frente a los hombres. Pero aquí, todo se encuentra plasmado (y mascado) de una manera plana, casi a modo de sucesión de estampas fundamentales de la vida de Veil dramatizadas a través de grandes frases para la posteridad. Dahan apuesta por el academicismo más anquilosado para contar la peripecia de una mujer moderna y valiente y eso arruina una propuesta que, en el mejor de los casos, resulta más informativa y educativa (nivel ESO), que cinematográfica.