Obituario

Muere el 'pare' Massot, un sabio que nos ha hecho mejores

El erudito monje de Montserrat, filólogo e historiador eminente, deja un legado inmenso

El monje e historiador Josep Massot i Muntaner

El monje e historiador Josep Massot i Muntaner / EFE

Carles Duarte

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Nos ha dejado un hombre decisivo, un sabio que hacía mejor nuestro país. Cuando explicamos a los otros quiénes somos, nombramos a menudo a artistas e intelectuales que han proyectado internacionalmente nuestra cultura. Pues bien, el padre Josep Massot i Muntaner, nacido en Mallorca el año 1941, filólogo e historiador eminente, ha sido un hombre clave, desde la Associació Internacional de Llengua i Literatura Catalanes (AILLC), para hacer presente nuestra realidad en las universidades de todo el mundo.

Fundador y secretario durante muchos años de la AILLC, este incansable monje de Montserrat ha estado tras numerosas iniciativas que han prestigiado nuestra imagen en el exterior. Pero, además, ha sido el autor de una obra importantísima sobre la Guerra Civil en Mallorca o sobre la historia de Montserrat y de la Iglesia catalana.

Numerosos reconocimientos

Añadamos que ha dirigido de manera magistral las Publicacions de l’Abadia de Montserrat -las más antiguas en activo- y las revistas ‘Serra d’Or’, ‘Llengua & Literatura’, ‘Randa’ o ‘Studia Monastica’ y que ha sido conservador e impulsor de las ediciones de la monumental 'Obra del Cançoner Popular de Catalunya', fundada ahora hace cien años. 

Reconocido con el Premi d’Honor de les Lletres Catalanes de 2012, el doctorado ‘honoris causa’ de la Universitat de les Illes Balears en 1998 y el de la Universitat de València en 2016, la medalla de la Xarxa Vives d’Universitats en 2018, el Premi Francesc de B. Moll de 1989, la Creu de Sant Jordi en 1996, el Premi Nacional de Cultura Popular de la Generalitat de 1997 y la Medalla d’Or de les Balears en 2019, es imposible resumir en un artículo el legado inmenso que el ‘pare’ Massot nos deja.

Hombre de espíritu constructivo y de concordia, se ha volcado con pasión en su labor científica sin estridencias

Ciertamente, su producción bibliográfica es impresionante y su tarea editorial es de una magnitud colosal. Y es necesario subrayar, además, su aportación rigurosa, exigente, profundamente civilizada en la construcción del conjunto de nuestra cultura.

Hombre de espíritu constructivo y de concordia, se ha volcado con pasión en su labor científica sin estridencias y sin desatender nunca la dimensión humana que nos arraiga entre los otros. Ha sido un hombre cívico. Desde mi época de estudiante de Filología y de colaborador de los profesores Antoni M. Badia i Margarit y Joan Coromines, mi vinculación con el ‘pare’ Massot ha sido intensa, constante y extraordinariamente estimulante y enriquecedora. Parece verdaderamente imposible que una sola persona pudiera realizar una labor tan ambiciosa y con tanto sentido como la que el ‘pare’ Massot ha llevado a término desde Montserrat, desde la AILLC, desde el Institut d’Estudis Catalans, el Institut d’Estudis Menorquins o la Acadèmia de Bones Lletres.

En la memoria colectiva

Durante mi etapa como director de la Fundació Carulla y de la Editorial Barcino tuve la oportunidad de mantener con él un contacto asiduo por mi condición de miembro activo del Consejo Asesor. Su criterio siempre consistente, su admirable capacidad de trabajo, su generosidad sin límites han hecho de su figura un referente indispensable para los estudiosos de nuestra historia, de nuestra lengua y de nuestra literatura.  

La Abadia de Montserrat aparece en nuestra memoria colectiva asociada a algunas de nuestras personalidades más emblemáticas e influyentes, como el abad Aureli Maria Escarré, el músico Ireneu Segarra o el biblista Bonaventura Ubach. Sin duda es necesario incluir entre estos nombres el del ‘pare’ Josep Massot. 

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