Sónar Lisboa: Arca no hace prisioneros y Marco Mezquida se divierte

Arca en modo 'take no prisoners' (no hacer prisioneros), por decirlo de una forma acorde con el aciago presente. La artista venezolana no binaria Alejandra (antes Alejandro) Ghersi Rodríguez dejó para otra ocasión su faceta interpretativa y fue a degüello con un 'show' en el que se alejó de la mesa de mando en contadísimas ocasiones. Ataviada cual sirvienta de un manga erótico y con actitud de sacerdotisa gamberra, Arca refundió el universo creado en la serie de cinco álbumes 'Kick' en un pase arrollador. Una trituradora de músicas de club, reguetón y aledaños, hip-hop, r&b, sonidos industriales y experimentación, ensamblados con precisión e impacto máximos. El formato canción (que, pese a todo, existe en la pentalogía 'Kick') fue sacrificado en el altar de una ambición mayor: la construcción de una catedral selvática. En el edificio sonoro, no obstante, se abrieron paso con firmeza 'KLK' (su colaboración con Rosalía), 'Rakata' o 'Riquiquí'.

Manierismos progresivos

Fue la furibunda e imponente actuación de la artista afincada en Barcelona la cima de la primera jornada del Sónar Lisboa, en el pabellón Carlos Lopes, ya en la madrugada del sábado. La precedieron la disc-jockey de ascendencia guineana y radicada en Francia Nídia con una sesión africanista y, antes, Thundercat, vehículo del superbajista angelino del mismo nombre artístico, que compareció acompañado de batería y teclista.

Nunca fueron el soul y el funk músicas conservadoras. Sly Stone, Stevie Wonder, George Clinton y su gloriosa pandilla y hasta los clasiquísimos Temptations bajo las órdenes de Norman Whitfield fueron artistas progresivos en el mejor sentido de la palabra. Pero Thundercat y su bajo trucado a más no poder entienden por hacer soul-funk progresivo incorporar en las canciones manierismos del jazz y el rock progresivos de la década de 1970. Es como si Thundercat se dijera a sí mismo constantemente: «Venga, que aún te cabe una nota disonante más». Nota, además, tratada por MIDI para que parezca por ejemplo de clavinete. A favor suyo hay que decir que nunca llega a arruinar del todo la estructura y la melodía de canciones notables. 

Sin teletransporte (por ahora)

Mientras tanto, en el Coliseu dos Recreios, inaugurado en 1890, ofrecían sus sets Imogen, Richie Hawtin o Charlotte de Witte. 

O eso estaba previsto, porque la ubicuidad está fuera de nuestro alcance y en el Sónar aún no se ha presentado un dispositivo teletransportador, aunque al tiempo, todo se andará.

Festival de arquitectura

El Sónar Lisboa tiene también algo de festival de arquitectura. El pabellón Carlos Lopes fue construido para la Exposición Internacional de Río de Janeiro de 1922 y después desmontado y transferido al parque Eduardo VII de la capital portuguesa, donde se sitúa en lo alto de una pequeña colina. 

El resultado son unas vistas de aúpa de la ciudad, dominadas, de noche, por la tira de grandes rótulos luminosos de hoteles y entidades financieras aún más grandes. Tres hurras por la contaminación lumínica.

La escena final de la película 'El club de la lucha', dirigida por David Fincher, habría sido todavía mejor con Edward Norton y Helena Bonham Carter contemplando la destrucción del lienzo lumínico del capitalismo rampante que ofrecen la plaza del Marques de Pombal y la calle Castilho. 

Monjas españolas

El sábado hubo Sónar de Día no solo en el Hub Criativo do Boato, sede del Sónar+D, sino también en el pabellón Carlos Lopes. Había al menos dos despedidas de soltero y una de soltera, inglesa y francesa las primeras y española la tercera, con las participantes disfrazadas de monjas para más información. Su origen nacional quedó claro cuando una de las monjas impuso sobre la música la expresión «a cascoporro». Pendiente la valoración y los datos oficiales de la primera edición del Sónar Lisboa, sirven estos tres grupos como indicadores de la procedencia de una parte significativa del público.

Ofrecieron espectáculos live en el Sónar de Día IAMDDB, Nicola Kruz y Kaspar, mientras que Ana Pacheco, Poté, The Blaze, Honey Dijon, Discos Extendes Crew, Percebes Cru e India Jordan brindaron 'sets' de 'disc-jockey'.

Inteligencia artificial respondona

Marco Mezquida parece un pianista sin límites y que para no aburrirse tiene que inventar desafíos. Si en marzo de 2021 improvisaba sobre piezas de Bach en comandita con el también pianista (y organista) Juan de la Rubia en el Palau de la Música, en octubre formaba sociedad en el Auditori con el instrumento de inteligencia artificial desarrollado por Josep Maria Comajuncosas, de la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC) y Phillippe Salembier, de Universitat Politécnica de Catalunya (UPC). El mismo espectáculo presentó este viernes por la tarde Mezquida dentro del apartado +D, en un antiguo complejo industrial del Ejército portugués destinado a la fabricación de harinas, pan y bollería, casi a orillas del Tajo. El alucinante espacio está en proceso de reconvertirse en el Hub Criativo do Boato.

¿El mismo espectáculo? Bien, eso es imposible con Mezquida, ya no digamos con Mezquida y su compinche 'el Bicho', uno de los motes que sus creadores han puesto al programa. "Nunca sabrás cómo responderá exactamente", dijo Comajuncosas de su criatura, también apodada 'la Inteligencia'.

No hay pistas grabadas. El programa capta lo que está tocando Mezquida (improvisaciones, cómo no), lo analiza en tiempo real y responde a su manera con la textura musical que mejor le parece. El truco: 'el Bicho' ha sido entrenado duramente para que identifique casi una decena de formas de tocar de Mezquida, de la más salvaje a la más reposada. A su vez, Mezquida conoce ya bastante bien a su respondón camarada y sabe cómo sacarle partido. Comajuncosas y Salembier han intentado y diríamos que conseguido que las reacciones de 'la Inteligencia' "no sean obvias sino poéticas", en palabras del primero.

Rezos

Los creadores del programa solo hacen una cosa durante el 'show', aunque por la atención con que lo siguen pueda parecer que juegan cartas ocultas: "Lo único que hacemos es rezar para que no se cuelgue", aclara Comajuncosas.

El pase funcionó de perlas. En algunos ensayos, en cambio, la cosa se ha desmadrado. Pero Comajuncosas le ve el lado positivo a que la máquina se vuelva "loca": "Es bonito que se ponga chula y diga 'aquí estoy yo'".

Tras Mezquida, la ‘disc-jockey’ catalana AWWZ ofreció otra experiencia colaborativa con inteligencia artificial, bautizada ‘AWW b2b AI’. En este caso se trata de un programa diseñado por la UPC que responde al tema de la artista con otro de un ‘set’ de 300, en función de las reacciones y comportamientos humanos a la música que tiene incorporados.

Suscríbete para seguir leyendo