De las tablas a las librerías

'El record de la bellesa', el teatro según Oriol Broggi

El artífice de La Perla 29 acaba de lanzar 'El record de la bellesa', una síntesis de su filosofía teatral que conecta al lector con los dilemas y certezas del director barcelonés

Broggi

Broggi / BitoCels

Marta Cervera

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Oriol Broggi (Barcelona, 1971) resume sus impresiones acerca del teatro, un arte efímero del que solo queda el recuerdo. De ahí el título de su breve y digerible obra sobre su visión del teatro con reflexiones filosóficas y apuntes sobre su manera de trabajar. Que nadie espere un manual ni nada por el estilo. 'El record de la bellesa' (l'altra editorial) no pretende dar lecciones de nada. Se lee con facilidad y permite descubrir el motor interno que mueve a este creador que ha dado a concocer en Catalunya la obra de Wajdi Mouawad.

No utiliza el libro para despellejar a nadie pero sí deja entrever sus opiniones de forma clara en un texto escrito en primera persona con ayuda del poeta y periodista Andreu Gomila, encargado de sintetizar y ordenar el discurso de Broggi surgido de una serie de conversaciones entre ambos.

70 espectáculos

'El record de la bellesa' (l’altra editorial) es para Broggi algo muy especial porque, a diferencia del teatro, esa mentira llena de verdad de la que solo queda el recuerdo en la mente del espectador, en un libro las palabras quedan plasmadas para siempre. "Escribir un libro da cierto vértigo", admite. “Mi oficio es organizar una escena, organizar un texto es algo que no sé", confiesa el director que ha estrenado más obras en el TNC que en el Lliure pese a sentirse heredero del espíritu de aquel teatro del arte de Fabià Puiserver y Lluís Pasqual. "En La Perla queremos tener un rol en nuestro ecosistema cultural a través de las obras que montamos que hablan de determinados temas. En este sentido soy un agente cultural. Pero nadie nos ha regalado nada. Hemos trabajado mucho. De los 70 espectáculos que he dirigido, una decena han sido encargos pagados. Depende como se mire no son tantos. El dinero recibido es muy poco en comparación con el dinero que generamos", opina.

"Queremos tener un rol en nuestro ecosistema cultural. Pero nadie nos ha regalado nada. Hemos trabajado mucho".

Broggi ha convertido su productora La Perla 29 en referente desde ese singular espacio gótico de la Biblioteca de Catalunya, en el corazón del Raval. Pero también ha salido de aquellas paredes con creaciones como 'Gilgamesh', que abrió el Grec en 2018, 'La bona persona de Sezuan', de Bertolt Brecht, que montó en el TNC. O con 'Èdip', de Sófocles, estrenado en el Romea. Y más recientemente, 'Hamlet Aribau', un Shakespeare fiel al original y cinematográfico. En la actualidad prepara una nueva versión de '28 i mig', una fantasía en clave felliniana que estrenará en París en marzo. Será en el teatro Théâtre National de la Colline que dirige Mouawad de quien ha montado casi todas sus obras, empezando por su premiada versión de 'Incendis'.

En el libro habla de creatividad, de qué le funciona y qué no en un proceso de creación. Reconoce que se siente un extraño una vez se ha estrenado una obra. En la sala de ensayo donde todo se cocina es donde más disfruta. Una vez presentada al público, "la obra ya no es mía, es de los actores y de los espectadores". La huella que deja su trabajo es lo único que permanece. "Haces cosas efímeras pero esperas dejar rastro", confiesa.

También hay un rastro más allá de ese recuerdo, esa relación forjada con los actores. Muchos forman parte imprescindible de su historia como Clara Segura, con quien montó piezas como 'Antígona', de Sófocles, 'Bodas de sangre', de Lorca y 'Filumena Marturano' de De Filippo o Julio Manrique, con quien contó para su primer 'Hamlet' y 'Èdip', entre otros.

El texto permite entrar de alguna manera en la sala de ensayo, ese mundo donde todo es posible hasta que todo queda acotado. Y también permite descubrir los orígenes de esa pasión por el teatro de Broggi, alimentada por una familia abonada al Lliure cuyo hijo no ha dejado de hacer teatro desde que empezó a montar obras con un grupo en 2º de BUP en el que ya estaba Bet Orfila, con quien ha formado sus dos familias, la de casa y la de La Perla 29. Ella se encarga de la producción, clave para determinar la viabilidad de los proyectos y hacerlos posible como esa 'Orestíada', trilogía de Esquilo que Broggi ansía poder llevar a escena algún día. Se trata de seguir haciendo equilibrios para conseguir seguir haciendo realidad los sueños y para transmitir emociones que dejen huella.