Más allá del teatro

'Acció fotònica (Viatge al paradís)': Eulàlia Valldosera conecta con la Tierra en el Romea

La artista y médium fue la protagonista de una actividad organizada por Afora-Focus/Fundació Romea, una conferencia performativa donde demostró su faceta de activista mística sintonizando con la Tierra a través del arte

Eulàlia Valldosera,  presenta 'Acció fotònica (Viatge al paradís)' en el Teatre Romea

Eulàlia Valldosera, presenta 'Acció fotònica (Viatge al paradís)' en el Teatre Romea / Martí Fradera

Marta Cervera

Marta Cervera

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Aunque el encargo que recibió la premiada artista plástica Eulàlia Valldosera (Barcelona, 1963) era establecer un vínculo entre el mundo contemporáneo y ‘El paraíso perdido’ de Milton que inspira uno de los montajes más esperados de la temporada dirigido por Andrés Lima, lo cierto es que la artista ofreció algo diferente y singular con 'Acció fotònica (Viatge al paradís)'. La propuesta de Valldosera, organizada por Afora-Focus/Fundació Romea, se centró en el momento actual. Una auténtica encrucijada según expuso donde se hunden los cimientos de nuestra civilización. Vamos a la extinción o a un cambio de percepción. “¿Qué piensa de todo esto la Tierra?”.

Como si pudiera preguntárselo, la artista y médium expuso una serie de dibujos donde intentaba aclarar el tema. Sin dejar mucho tiempo para contemplarlos con calma, empezó a explicar con una serie de cinco dibujos que concentraban su visión del mundo, unas láminas que proyectaba en una gran pnatalla y ampliaba cuando quería destacar partes concretas, en especial la simbología del color.

Línea y color

Valldosera defiende el poder sanador del arte, de la línea y el color. Fue interesante al principio entender su punto de partida, pero no dejó lugar para que la imaginación individual porque ella misma se encargó de diseccionar con su voz suave todos los detalles de sus piezas. A través de ellas trasladó al espectador a su mundo. Y la música primitiva servida por un percusionista “experto en campos sonoros”, explicó, acompañaron su exposición. Valldosera iba hechizando con sus palabras y sus imágenes a los espectadores, aunque algunos no aguantaron toda la sesión y marcharon media hora antes de acabar. Tuvieron suficiente con la lámina del núcleo divino y la explicación de los colores vibrando en él y con la segunda imagen donde la Tierra aparecía simbolizada como una célula roja, como “reflejo de una profunda crisis psico-emocional”. Ya se sabe, si no conectas con el arte, mejor dejarlo. 

Lo cierto es que la sesión siguió con referencias a la sexualidad y al animal que llevamos dentro que animó a buscar. Para facilitarlo casi desaparecieron las luces en el teatro. No es de extrañar que alguno se durmiera, pero nadie más se levantó de la butaca. No desvelaremos el final de la 'performance' pero para los aficionados al teatro supo a poco.

A la salida del teatro había opiniones para todos los gustos. Unos hablaban de galaxias, otros del poco tiempo que dispusieron para contemplar el arte de Valldosera tranquilamente. Por suerte, nadie hablaba de extinción. Debió de ser el efecto sanador de Valldosera.