Entrevista

Blacksad: el regreso del más famoso gato detective del cómic

Ocho años después de la anterior entrega de la premiada y súper vendida serie negra, Juan Díaz Canales y Juanjo Guarnido regresan con 'Todo cae. 1', sexta aventura del felino investigador antropomórfico, ambientada en un Nueva York de los años 50 azotado por la corrupción urbanística y política

Reproducción de John Blacksad, flanqueado por el dibujante Juanjo Guarnido y el guionista Juan Díaz Canales (derecha), en el estudio de este último, este lunes en Madrid.

Reproducción de John Blacksad, flanqueado por el dibujante Juanjo Guarnido y el guionista Juan Díaz Canales (derecha), en el estudio de este último, este lunes en Madrid. / JOSÉ LUIS ROCA

Anna Abella

Anna Abella

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'Macbeth’, un drama de Shakespeare "sobre la traición, el poder y el asesinato". Definición que deja caer uno de los personajes de ‘Blacksad’ y que le viene al pelo a esta nueva y esperada sexta aventura -‘Todo cae. 1’ (Norma)- del ya icónico gato detective de traje, gabardina y pitillo, cual chandleriano Philip Marlowe. En esta ocasión, en el Nueva York de los años 50, controlado por mafias, azotado por la corrupción urbanística y política y en los inicios del nuevo periodismo. Hace ya dos décadas, en 2000, que el guionista Juan Díaz Canales (Madrid, 1972) y el dibujante Juanjo Guarnido (Granada, 1967) alumbraron esta serie negra de culto con animales antropomórficos, sobre la que desde el minuto cero han llovido premios –el Nacional de Cómic en 2014, cuatro Eisner, un Harvey, por citar solo algunos- y de la que han vendido más de tres millones de ejemplares en 27 idiomas. 

"Cualquier Shakespeare encaja en este tipo de historias de género negro, que presentan contradicciones del ser humano, donde está en juego la ambición versus la ética. Hasta dónde puedes maniobrar cuando aspiras a algo de poder manteniendo incólume tu moral. Puedes aplicarlo a cualquier aspecto de nuestra época", opina Díaz Canales al frente de una trama en la que Blacksad se topa con poderes políticos y empresariales cuando el líder del sindicato de trabajadores del metro –los topos- le pide protección ante la amenaza de la mafia de las comadrejas, que quiere controlar el sector igual que ha hecho con el de los camioneros y los estibadores. 

Viñeta de 'Blacksad. Todo cae. 1'.

Viñeta de 'Blacksad. Todo cae. 1'. / DÍAZ CANALES / GUARNIDO

Especulación urbanística y corrupción política, cómo organizar el transporte y la movilidad en una gran ciudad… temas que siguen de actualidad. "Es que los EEUU de los años 50 se parecen mucho a los de hoy en cuanto a conflictos sociales. Hay problemas que no han cambiado tanto y que siguen sin resolverse", lamenta, acompañado de Guarnido, desde el estudio de su casa, en Madrid. 

Para el sindicalista Kenneth, un cultivado murciélago, tomó el guionista cosas prestadas de otro real, Jimmy Hoffa. "Tuvo relaciones con la mafia. Desapareció en 1975 y su cuerpo nunca apareció", apunta Díaz Canales, quien desde el principio tuvo claro que la historia pivotaría alrededor del villano Solomon, un halcón inspirado en otra figura histórica, Robert Moses. "Es un referente del pasado de Nueva York, un personaje muy de novela negra, lleno de contradicciones, que manejó todos los resortes del poder sin tener un puesto de relevancia, alguien en la sombra en la municipalidad, que se mantuvo tres décadas manejando la política urbana de la ciudad mientras veía pasar a alcaldes de distintos signos políticos. Sufrió antisemitismo e hizo obras sociales para los barrios con población negra pero también los penalizó sacándoles de sus casas para construir barrios residenciales y autovías". Es, añade el guionista, "el tipo de personalidad que lleva a reflexionar y entender que las cosas no son blancas o negras sino que el mundo está lleno de grises". 

Viñeta de 'Blacksad. Todo cae. 1'. 

Viñeta de 'Blacksad. Todo cae. 1'.  / DÍAZ CANALES / GUARNIDO

Aparecen también personajes que recuerdan a Stella Adler, "una pionera de los actores del Método, no tanto como actriz sino como maestra de actores. Es una mujer fuerte, que reivindica su papel en la sociedad", añade. Igual que el personaje de Rachel, una joven reportera que defiende el nuevo periodismo, en contraste con Weekly, el simpático amigo periodista de Blacksad, que encarna la veteranía del oficio pero anclado en el sensacionalismo. "El periodismo se está volviendo una profesión de villanos al servicio del poder", rezan en una viñeta. "La propia naturaleza del periodismo de poner en cuestión al poder entra en tensión con que un medio de comunicación también depende del dinero -considera Díaz Canales-. Y hay una tensión entre la verdad y la verdad que algunos quieren presentar".   

Viñeta del festival Shakespeare in the Park, en  'Blacksad. Todo cae. 1'.  

Viñeta del festival Shakespeare in the Park, en  'Blacksad. Todo cae. 1'.   / DÍAZ CANALES / GUARNIDO

Los trazos de Guarnido reflejan con todo detalle y más de un guiño distintas atmósferas de la época, que, para Díaz Canales invitan a una "experiencia inmersiva": desde una testosterónica redacción de periódico a las oscuras catacumbas del metro, pasando por el vértigo sobre un macropuente en construcción o una fiesta como las del editor de ‘Playboy’ Hugh Heffner. "De pequeño me fascinaban los dibujos con profusión de detalles, como los de Astérix, Richard Scarry o el ‘Cole cole’, de Jan -explica Guarnido-. Aquí representamos la época como es, con coherencia, sin anacronismos. Y es muy divertido hacerlo con animales antropomorfos, unos muy realistas, otros más ‘cartoon’... La intención era humanizarlos lo suficiente para que el aporte animal y el rol distinto de cada especie tuviera una función narrativa. Pero funcionó más de lo que pensábamos y lo bueno es que el lector olvida instantáneamente que son animales".    

La cultura siempre está en conflicto pero a la larga siempre gana, porque perdura y pasa el tamiz del tiempo

— Juan Díaz Canales

Otra imagen, fresco de la época, es una representación teatral del festival multitudinario y gratuito al aire libre Shakespeare in the Park, que aún hoy se sigue celebrando, aunque en el cómic, como ocurrió en la realidad, parece peligrar. "Robert Moses, del que dependían los jardines de la ciudad, intentó prohibirlo porque decía que destrozaba el césped y quería que se hiciera cobrando para financiar su mantenimiento –cuenta el guionista-. La cultura siempre está en conflicto pero a la larga siempre gana, porque perdura y pasa el tamiz del tiempo". 

Han pasado ocho años desde la anterior entrega de ‘Blacksad’. En este tiempo, Díaz Canales se ha prodigado en la resurrección del Corto Maltés de Hugo Pratt junto a Rubén Pellejero, del que ya preparan la próxima historia, además de publicar su primera obra en solitario (‘Como viaja el agua’). Guarnido, por su parte, se volcaba en ‘El Buscón de las Indias’, junto a Alain Ayroles, y ahora lo hará en la segunda parte de ‘Todo cae’, prevista para inicios de 2023 y de la que ya tienen guión y ‘storyboard’.  

Ha funcionado como una puerta de entrada para convencer a la gente de que se interese por el cómic

— Juanjo Guarnido

Lo que más valoran sus creadores de ‘Blacksad’ es que "es una máquina de atraer nuevos lectores al cómic". "Ha funcionado como una puerta de entrada para convencer a la gente de que se interese por el cómic, te dicen que no pensaban que se hicieran cómics así, como pasó con el ‘Arrugas’ de Paco Roca", señala Guarnido, que revela la complicidad de muchos libreros: "Te cuentan que su estrategia es decir al lector: ‘Toma, léetelo, y si no te gusta, te devuelvo el dinero’". Y ninguno se lo ha devuelto, asegura sonriente.


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