Resurrección musical

Nueva York regala a los vacunados una semana de conciertos gratuitos llenos de leyendas musicales

La 'Homecoming week' culminará el sábado con un festival en Central Park en el que actuarán Bruce Springsteen, Patti Smith, Santana, Elvis Costello, The Killers y Maluma, entre otros

People dance at "It's Time for Hip Hop in NYC," part of the NYC Homecoming Week concerts, in the Bronx, New York City

People dance at "It's Time for Hip Hop in NYC," part of the NYC Homecoming Week concerts, in the Bronx, New York City / Reuters / Andrew Kelly

Sarah Yáñez-Richards

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Nueva York se propuso este verano volver a ser una de las capitales mundiales de la música en directo y hacer que las 'jam sessions' de jazz volvieran a resonar en los bares del Greenwich Village, que la salsa y la bachata le pusiera ritmo a todas las esquinas de Washington Heights o que en la cuna del hip hop, el Bronx, la gente vuelva a cantar icónicos temas a todo pulmón. Una gran fiesta de una semana con conciertos por toda la ciudad solo para los vacunados parecía lo apropiado.

En la 'Homecoming week' (la semana del retorno a casa) participan desde leyendas del hip hop como KRS-One o Melle Mel, que actuaron el lunes pasado en el Bronx, hasta, el sábado en el Central Park, estrellas del rock del tamaño de Carlos Santana, Patti Smith, Bruce Springsteen o Elvis Costello, grupos 'indies' como The Killers, la Filarmónica de Nueva York o los ritmos más latinos de Maluma. Son solo unos ejemplos. Cada día de esta semana hay grandes conciertos. El viernes, sin ir más lejos, George Clinton & The P-Funk All Stars actuarán en Queens.

George López, Juan Vélez y Juan Castro no dudaron en ir el lunes al pistoletazo, un festival de hip hop en el Bronx. "Tenemos más de 50 años y esta es la música con la que hemos crecido, pero es la primera vez que veo en vivo a algunos de los artistas", resalta López, quien, además, cuenta que llevan todo el verano cazando los distintos conciertos al aire libre de la Gran Manzana.

Los tres amigos irán a la mayoría de los eventos de la 'Homecoming week', pero se saltarán el megaconcierto con 60.000 asistentes en el Central Park este sábado. "Es demasiado loco para mí, habrá demasiada gente", recalca Vélez, quien tiene problemas cardiacos y prefiere no jugársela con la variante delta, que es más contagiosa y puede infectar también a los vacunados, aunque las posibilidades de sufrir una enfermedad grave sigue siendo muy bajas. "Nos gusta este tipo de conciertos, donde podemos estar lo suficientemente cerca del escenario pero no estamos en el mogollón", apunta López. Y es que en este primer concierto, cerca de una de las playas del municipio, muchos asistentes optaron por llevar sus tumbonas o improvisar pícnics en el suelo. Además de los artistas participantes, también se atrevió a raspear sobre el escenario el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer.

Sin vacuna no hay música

En junio el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, anunció que se iban a dividir los espectáculos, todos en espacios abiertos, en secciones para vacunados y no vacunados, pero la medida fue criticada a nivel local. "Esto es un error. Usemos eventos como estos para promover la vacunación. Estos deben ser exclusivamente para neoyorquinos vacunados", tuiteó el concejal y ganador de la elección primaria demócrata para presidente del condado de Manhattan, Mark Levine. Ahora los únicos asistentes que pueden ir sin vacunarse son aquellos que demuestran que no se pueden inmunizar por razones de salud o religiosas, pues la ley antidiscriminación les protege. No obstante, estos deberán mostrar, además, una prueba negativa de coronavirus y tendrán que llevar mascarilla.

Para que no se quede nadie sin entrar la ciudad estaciona a la entrada de estos conciertos buses municipales en los que quien quiera puede elegir entre las tres vacunas que se dan en el país, Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson y llevarse 100 dólares, ya que desde finales de julio la Gran Manzana incentiva con diversos premios a los que se pinchen. "Si decides que te quieres vacunar hoy puedes recibir una inyección y venir al concierto", dice una de las encargadas de la organización del evento y directora de comunicación del Museo Universal de Hip Hop, Renee Foster. En los eventos de esta semana también podrán entrar los turistas que se hayan vacunado con AstraZeneca.

Inmenso apetito musical

En Nueva York no solo suena la música desde los conciertos organizados por la ciudad o las salas que ya han reabierto, sino también en los parques y los restaurantes. "Con la llegada de la primavera la ciudad empezó a reabrir y ahora tengo mucho trabajo", cuenta el músico de jazz Steve Whipple, quien durante la pandemia se tuvo que reinventar y empezar a dar clases de bajo vía Zoom y a hacer traducciones.

Además de trabajar poniendo banda sonora a las comidas y bebidas de diversos locales de la ciudad, Whipple decidió dar conciertos semanales en un parque de Brooklyn. "Dije que habría música en vivo todos los miércoles y como las personas están hambrientas por escucharla siempre se presentan una media de 20 familias. Así que creé mi propia serie de conciertos".

El músico dice que desde que volvió a tocar para locales algunos dueños le han pedido prueba de vacunación y otros no. A partir del 13 de septiembre será obligatorio tanto para trabajadores como para los clientes de restaurantes, bares, gimnasios y salas de conciertos enseñar una prueba de vacunación para poder acceder a los establecimientos.

La variante delta

Pese a que la ciudad entró en el verano con mucho optimismo, la variante delta ha nublado parcialmente el ambiente de jolgorio. A finales de julio los centros para el Control y la Prevención de Enfermedades CDC volvieron a recomendar el uso de mascarillas tanto para vacunados como para no vacunados en interiores en las zonas con casos altos o medios de covid-19, lista en la que se encuentra la ciudad del Empire State; no obstante, el cubrebocas no es un requisito en los espacios abiertos para los vacunados.

El festival al aire libre de Watershed (Washington), que se celebró del 30 de julio al 1 de agosto y en el que participaron 20.000 personas, provocó al menos 210 casos de covid-19, según el Distrito de Salud del Condado de Grant. En el de Lollapalooza, que se hizo el mismo fin de semana en Chicago y en el que los 385.000 asistentes tenían que mostrar o una prueba de vacunación o un test negativo de coronavirus, se dieron 203 casos, según anunció el Comisionado de Salud Pública de Chicago el 12 de agosto.

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