CRÍTICA DE CINE

'Lúa vermella': despedirse de los muertos

Tan realista como fantasmagórica, se sitúa en la encrucijada valiente de todos los cines modernos, buscando respuestas formales a unos tiempos cambiantes a la vez que explorando nuevas maneras de explicar viejas historias

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Lúa vermella'

periodico

Quim Casas

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Esta es una película sobre fantasmas, monstruos y meigas; sobre un mundo mítico; sobre vivos, muertos y desaparecidos. Es un filme en torno al agua, el fuego, las sombras y el silencio. Encierra también una reflexión sobre cómo filmar el tiempo, tanto el que fluye como el que queda en apariencia detenido, como si no ocurriera nada en los lugares donde antes pasaron tantas cosas. Narrativamente, se acercaría antes a la poesía que a la novela. Cuenta la historia de un hombre desaparecido en la costa gallega, y de lo que piensan y esperan aquellos que lo conocieron. Lo hace a través del sigilo de las imágenes en movimiento y las interpretaciones distanciadas, en duermevela.

Tan realista como fantasmagórica, ‘Lúa vermella’ se sitúa en la encrucijada valiente de todos los cines modernos, buscando respuestas formales a unos tiempos cambiantes a la vez que explorando nuevas maneras de explicar viejas historias. El resultado es muy hipnótico, entre lo esotérico, lo fantástico y, también, el documento de un mundo perdido. Su director, Lois Patiño, se sitúa en la cota más alta y solida de este nuevo cine gallego que viene dando guerra desde hace unos cuantos años, minoritario pero abrumador.