del 29 de octubre al 8 de noviembre

El Festival In-Edit acentúa su mirada social en una edición 100% 'online'

El Festival In-Edit acentúa su mirada social en una edición 100% 'online'

El Festival In-Edit acentúa su mirada social en una edición 100% 'online' / periodico

Ignasi Fortuny

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En este tiempo de penurias por el que atraviesa el mundo de la cultura, la adaptación a los formatos 'online' se está convirtiendo en muchas casos en la única salida para sobrevivir. A ello se ha visto forzado por culpa de la pandemia el festival barcelonés de documentales musicales In-Edit, que ha presentado este martes la programación de su especial decimoctava edición, ya que tan solo se podrá ver a través de internet del 29 de octubre al 8 de noviembre. "La cultura nos hace olvidar la situación en la que estamos, nos hace personas, aunque ahora parece que seamos solo consumidores", ha reivindicado Luis Hidalgo, director artítico de la muestra. 

El festival, que estrena director en la figura de uno de sus fundadores, Uri Altell, proyectará cerca de 50 obras a través de su propia plataforma de vídeo bajo demanda In-Edit.tv-lanzada ya como apuesta de futuro hace ocho años-. También desde Filmin se podrá ver parte de la oferta. No habrá ninguna sesión presencial. Una decisión, la de la digitilazación del certamen, tomada en un mar de incertidumbre el pasado mayo pero con la experiencia de haber celebrado de manera híbrida sus últimas ediciones. Eso sí, el In-Edit ha querido preservar (también por exigencia de las productoras) el espíritu de festival: habrá pases a horas concretas (también presentaciones, entrevistas...) y visionados limitados. En su plataforma, calcula Altell, pueden reunir entre 80.000 y 90.000 usuarios.

Los organizadores del In-Edit han reconocido que la situación también ha dificultado la confección de la programación de este año, pero han asegurado que están convencidos de haber sido fieles a la filosofía del festival. La de dar relevancia a la historia y no a la popularidad de los personajes, la que prima la manera como se abordan los temas más que los temas en sí. De hecho, su lema sigue siendo '¿What's the story?' (¿Cuál es la historia?).

También parte de esta filosofía es la apuesta por contenidos con marcado carácter social y reivindicativo, acentuados este año en sitios honoríficos de la programación. Así, el festival abrirá con 'White Riot', de Rubikah Shah, y cerrará con 'Sisters With Transistors', de Lisa Ronver. O lo que es lo mismo, y según palabras de Hidalgo, una respuesta a la actualidad: "Empezamos con antirracismo y terminamos con una reivindicación del papel de las mujeres". El primero de los filmes narra cómo se forjó el movimiento Rock Against Racism en la Inglaterra de finales de la década de 1970, una revuelta que llegó a congregar a 100.000 personas en el parque Victoria de Londres en un concierto de bandas como The Clash o Steel Pulse. El segundo es un homenaje a las olvidadas pioneras de la música electrónica -como Bebe Barron, Pauline Oliveros...- en el Reino Unido. 

El festival, que este año homenajea a la cineasta experimental francesa Marie Loser, destaca también por presentar "historias en minúsculas" como la del músico georgiano Levan Svandize. 'Dead Soul's Vacation', de Keko Chelidze, ofrece un relato duro y a la vez tierno de un reconocido artista en su país en proceso de autodestrucción. En la selección internacional, la muestra resalta la intención de desmitificar y mostrar otros puntos de vista. En este sentido, In-Edit presenta 'My Darling Vivian', de Matt Riddlehoover, sobre la primera espñosa del mito del country Johnny Cash contada por las cuatro hijas del músico.

En el apartado nacional se proyectarán documentales sobre personajes anónimos para el gran público, como el del músico segoviano Agapito Marazuela ('Agapito Zarazuela, la estatua partida', de Lidia Martin Merino), o dos aproximaciones muy distintas a la música popular protagonista del Carnaval de Cádiz. Una de ellas, 'Palabra de Capitán', de Nacho Sacaluga, con tono crítico mientras que 'El que la lleva la entiende' es una celebración con un gran elenco de celebridades.

En la selección nacional cabe destacar asimismo dos filmes con acento periodístico. 'Nou Set Dos', de Albert Domènech y Oscar Sánchez, que radiografía la fermentación de la escena electrónica en Catalunya en los 80 con sede en Girona, una fotografía completa de los años pre-Sónar. Y 'El caso Love Parade', de Domink Wesseley, un relato del macrojuicio por la muerte de 21 personas en una estampida humana en el festival de Duisburgo en el 2010 contado por el padre de Clara Zapater, una tarraconense fallecida en la tragedia.