CITA EN VILABERTRAN

La Schubertíada se propone como espacio de esperanza y reflexión

La cita mantiene su 28ª edición, que empieza este miércoles, en formato reducido gracias a la fidelidad de intérpretes como Juliane Banse, Matthias Goerne y el Quartet Casals

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Rosa Massagué

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Las circunstancias no son las mejores, pero pese a las dificultades, la Schubertíada de Vilabertran empezará este miércoles su 28ª edición. Lo hará en un formato reducido, con las medidas de seguridad pertinentes y, lo más importante, con unos intérpretes de primerísima fila que han puesto la fidelidad al festival y la complicidad con su creador, el doctor Jordi Roch, por encima de todo. Fidelidad es también la que ha demostrado el público que ha agotado las entradas para varios de los conciertos. La organización ha planteado esta edición atípica como un espacio para la esperanza y la reflexión, ahora tan necesarias, encarnadas en la música y la poesía del ‘lied’, la canción poética, que es la espina dorsal de la Schubertíada.

El inestimable patrimonio de la fidelidad se refleja, por ejemplo, en la participación de la soprano Juliane Banse, que cantó en la primera edición, en 1992, y ha vuelto en otras ocasiones, lo que le ha valido el apelativo de ‘la musa de Vilabertran’. Viene con el pianista Wolfram Rieger, otro asiduo del encuentro ‘liederístico’ con quien interpretará una de las cimas del ‘lied’, ‘Viaje de invierno’, de Schubert, el día 21.

Devoción a la música

Fue precisamente Banse quien años atrás alertó a Roch de la existencia de un jovencísimo barítono que empezaba su carrera en Alemania. Así fue como Matthias Goerne llegó al festival, al que ha acudido año tras año con una única excepción. Ante la actual edición, el cantante ha resaltado la “audacia y capacidad de decisión” de la organización. El barítono ha añadido que a Vilabertran se va por “devoción a la música” y por el respeto al arte y a sus intérpretes. Goerne y el pianista Alexander Schmalcz ofrecerán dos conciertos el día 27 con canciones de Beethoven y Brahms.

Otro que ya empieza a estar ‘fidelizado’ es el barítono Andrè Schuen, que vuelve por tercera vez (día 22), con Mahler y Schubert, directamente desde el Festival de Salzburg. Otro de los grandes barítonos del momento, Florian Boesch, estará por primera vez en Vilabertran con otra de las cumbres de Schubert, ‘La bella molinera’ (día 20). La edición se completa con el recital de la pianista Imogen Cooper (día 26).

Cuartetos de cuerda

Si un eje es la fidelidad, el otro es el cuarteto de cuerda. En los últimos años la organización ha madurado la idea de dedicar una edición a esta formación camerística. El 250º aniversario del nacimiento de Ludwig van Beethoven es la ocasión para reivindicar esta máxima expresión del clasicismo vienés al que el músico de Bonn dedicó tantas páginas.

Roch quería demostrar que “hoy, Catalunya es un país de cuartetos”. Tres de las formaciones de cuerda en el programa son catalanas, los cuartetos Gerhard (día 24), Cosmos (día 28) y Casals, que cerrará la edición con dos conciertos el día 30. La vinculación de este último con la Schubertíada es muy estrecha. Fundado en 1997 en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid con el impulso del doctor Roch, ha ofrecido cerca de 40 conciertos en la Schubertíada, entre ellos, la integral de los cuartetos de Beethoven. Un cuarto ensemble es el Quiroga, que inaugurará el festival con obras de Boccherini y Schubert.

También en esta ocasión habrá espacio para el talento joven, con el dúo de piano Anton & Maite (día 23), el organista Joan Seguí (día 24 en Castelló d’Empúries), y el Kallias Ensemble (día 29), formado por jóvenes cantantes como Mireia Tarragó, Helena Ressureiçao, Eduard Mas y Ferran Albrich, surgido del curso de lied que imparte el pianista Francisco Poyato en la Esmuc.