CRÍTICA DE CINE

Crítica de 'Los miembros de la familia': pérdida y descubrimiento

Mateo Bendesky construye una película de introspección y pesadumbre pero no carente de humor sobre dos hermanos que intentan reconstruir sus vínculos

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Los miembos de la familia'

Estrenos de la semana. Tráiler de 'Los miembos de la familia'. / periodico

Nando Salvà

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Pocos lugares son tan idóneos para evocar sentimientos de introspección y pesadumbre como una localidad costera fuera de la temporada vacacional, el tipo de entorno al que viajan los dos jóvenes protagonistas de la segunda película de Mateo Bendesky para esparcir las cenizas de su madre y en el que se ven obligados a permanecer. El director argentino adopta una mirada sobria y diáfana, tomándose su tiempo para dotar de profundidad a dos hermanos cuyo vínculo debe ser reconstruido, y esquiva la solemnidad que este tipo de historias suelen transmitir no solo manejando un sutil sentido del humor sino también envolviendo el relato de misterio a través de secuencias oníricas, ideas esotéricas e incursiones ocasionales en lo surreal. Cierto que la austeridad narrativa y el distanciamiento contemplativo le impiden explotar todo el potencial climático que esos elementos ofrecen, aunque, por otra parte, tampoco se muestra interesado en ello. Prefiere centrarse en explorar con delicadeza cómo funcionan los mecanismos del dolor, y en el particular efecto que tienen sobre aquellos cuya identidad aún está en proceso de formación.