ESPERADO TRABAJO DE LOS AUTORES DE 'LAS MENINAS', PREMIO NACIONAL DE CÓMIC 2015

Aquiles o la ira de Europa

Llega 'La cólera', el nuevo y ambicioso cómic de Santiago García y Javier Olivares que busca ecos del mundo actual en el imaginario de Homero

Doble página de 'La cólera', de Santiago García y Javier Olivares

Doble página de 'La cólera', de Santiago García y Javier Olivares / periodico

Anna Abella

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Una playa solitaria. Un guerrero. Aquiles, el de los pies ligeros. Tras él, muchos más. Enfrente otros muchos, liderados por Héctor. Una batalla cruel y sangrienta. Luego, desolación. Un cuervo arranca un ojo a un cadáver. Para conjurar la muerte, sexo. Como dirá Ulises, llevan 10 años de guerra “comiendo mierda” y “vomitando sangre” para conquistar Troya. Así van impactando las primeras 36 páginas mudas de palabras de ‘La cólera’ (Astiberri), una bomba visual y narrativa llamada a ser uno de los cómics del año. Es la nueva, ambiciosa y poderosa obra maestra, recién llegada a librerías, del compenetrado tándem que logró el Premio Nacional de Cómic 2015 con ‘Las Meninas’ y que ahora da una vuelta de tuerca al imaginario homérico, para conducir al lector desde los parajes de la ‘Ilíada’, la ‘Odisea’ y otros textos clásicos, al Inframundo pasando  por una sociedad futurista que es en realidad la actual, de privilegiados pisando a desheredados. Quieren mantener el misterio y temen “destriparla”, confiesan vía telefónica el dibujante Javier Olivares, desde Madrid, y el guionista Santiago García, desde Estados Unidos. Pero sí regalan algunas pistas.

“Usamos el relato clásico, la obra de Homero, universalmente conocida. Y vemos que ese material mitológico nos ha formado, que está en las raíces de la cultura de Occidente y, sobre todo, de Europa. Habla de nuestra época, tiene un eco en lo que pasa hoy, nos damos cuenta de que somos hijos de la cólera de Aquiles, que miles de años después, cuando vemos las noticias, volvemos al mismo escenario, peleando en las mismas guerras. Como ahora el conflicto entre Grecia y Turquía y la UE con los refugiados. La tragedia griega, el mito del eterno retorno está ahí”, constata Olivares. No es el coronavirus pero las viñetas dan cuenta de la peste diezmando a los guerreros griegos. “Es una fatalidad casual, sí. Al final, los problemas a los que nos enfrentamos a lo largo de los siglos suelen ser los mismos”, constata. 

“Teníamos muy presente la preocupación por el tema de los refugiados –retoma García, citando el cómic ‘La grieta’, de Carlos Spottorno y Guillermo Abril-. Sigue permanentemente ahí, unido a lo que significa Europa”. También la cólera, sobre cuya pista le puso el filósofo Peter Sloterdijk en ‘Ira y tiempo’. “Dice que la palabra fundacional de Europa es ‘cólera’. Y es la primera palabra de la ‘Iliada’, en griego: ‘Canta, oh diosa, la cólera del Aquiles’. De ahí los depósitos de cólera en los que se funda nuestra sociedad y nuestra política. Los temas, personajes, planteamientos y conflictos de los textos de Homero son los mismos que manejamos hoy. Marcan el camino de la cultura occidental, por eso sigue siendo moderno y relevante”, afirma García, que acaba de publicar junto a Pepo Pérez ‘El Vecino. Historias’ y el integral ‘El vecino. Origen’, coincidiendo con la adaptación de la serie en Netflix, con Quim Gutiérrez de protagonista. 

Un Aquiles "pregénero"

Y en esa modernidad cabe un Aquiles dual que, además de temido guerrero que comparte lecho con la esclava Briseida y su compañero de armas Patroclo, 'fue mujer'. “Está en los textos clásicos, es un episodio que cuenta que se escondió disfrazado de mujer en el harén de la corte del rey Nicomedes para que Ulises no le reclutara para la guerra de Troya. Allí le llamaban Pirra –desvela García-. Aquiles es más que un guerrero arquetípico superbruto, está lleno de matices y cualidades más refinadas, como su relación sexual con Patroclo. Todo eso nos permitía plantear un personaje que va más allá de los roles de género establecidos. Viene de un mundo pregénero, vive en esa libertad, sin estar atado a las reglas que luego han configurado nuestro mundo. Está ligado al amor y a la guerra, tiene un punto andrógino, ambiguo”.  Y como Pirra, como mujer, sufre violencia machista al visitar ese mundo futuro heredado por sus hijos. “Eso le permite ponerse en el lugar del otro, también del refugiado, y sentir empatía”, señala Olivares. 

Para ese viaje al futuro, una genialidad de García que busca “desconcertar” al lector le obliga de repente a tener que dar la vuelta al libro y seguir leyendo, como si de un manga se tratara, “ese episodio onírico, donde todo está patas arriba”, para regresar luego al sentido occidental de lectura.   

"La guerra produce víctimas, no héroes. Está siempre ahí, latente"

Javier Olivares 

Para el dibujante era muy “fácil caer en la fascinante épica del mundo griego” al trazar escenas de guerreros y batallas. “Pero la guerra produce víctimas, no héroes. Eso está en la ‘Ilíada’ y en el espíritu del cómic. La guerra es la última metedura de pata. La visión de la guerra como algo bello y glorioso es falsa, es una idealización plástica de la realidad. Al hombre le es difícil no caer en la violencia y la ira. La guerra siempre está ahí, latente, oyes su run run bajo la apariencia de civilización. Ya lo dijo Homero: la cólera, irracional y absurda, es consustancial al ser humano”

Coincide el guionista, que este año publicará, con Luis Bustos, la tercera entrega de la serie ‘García’. Y cita a Alessandro Baricco. “Escribió que el problema de la ‘Ilíada’ es que ha creado la cultura de que la violencia es bella y seductora, cuando son hombres violentos que cometen actos atroces contra otros hombres. Para superar eso, Baricco dice que es necesario crear una paz que sea tan bella como la guerra. Me interesa plantear ese conflicto. Los protagonistas sucumben a la fascinación de su propio relato violento”.  

García ve “estúpida” la cólera de Aquiles, “una rabieta infantil cuando Agamenón le ofende quitándole lo que cree suyo (Briseida). Está aburrido de la guerra y lo usa como excusa para retirarse de esa lucha. Porque aunque siente placer en luchar y matar, también siente placer en el amor. Y ahí el dilema: vivir seguro y tranquilo pero olvidado por la Historia o morir joven para pasar a la posteridad. Cuando decide lo primero muere Patroclo y siente una cólera que en realidad es desesperación y cambia a la decisión suicida de vengarle, aún sabiendo que le traerá la muerte. No puede escapar a su destino”. 

"Una frase de Penélope resume mi relación con la obra: '¡La vida es tan corta! ¡Quien no tiene piedad para sí, tampoco la tiene para los demás!"

Santiago García

Rompen ambos la “costumbre de pensar que en el cómic, uno hace el guion y otro el dibujo”. “Aquí no –puntualiza García-. En mi cabeza, yo dibujo. Y Javier escribe al dibujar”. Y de esa química surgen más páginas mudas, dobles, o con los diálogos justos, precisos, porque, explica Olivares, “las ideas más potentes están en lo visual. Con texturas arenosas, como un fresco o un mural. Y con el rojo como línea de continuidad: el fuego, la sangre, la cólera. Es un libro emocional, más trágico, más visceral que ‘Las Meninas’”. 

“Y si en la ‘Ilíada’ hay páginas y páginas de gente muriendo –continúa el dibujante-, como hizo Bolaño en ‘2666’ con las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, para mí era importante dedicar tiempo a dibujar individualmente cada personaje de las multitudes, para que no fueran una masa, dando valor a cada persona, a los miles de muertos”. Muerte, y vida. Divulgador y autor de ensayos como ‘La novela gráfica’ o ‘Supercómic’, García resume su relación “íntima y emocional” con la obra a través de una frase de Penélope: “¡La vida es tan corta! ¡Quien no tiene piedad para sí, tampoco la tiene para los demás!”.