ESTRENO

Olga Pericet evoca a Carmen Amaya en el Mercat de les Flors

El mito de La Capitana revive a través de la mirada y el flamenco contemporáneo de la aclamada bailaora cordobesa

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Marta Cervera

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El mito de Carmen Amaya (1913-1963) reaparece en el Mercat de les Flors, a partir de este viernes y hasta el domingo, convocado por la hechicera Olga Pericet con su evocación de La Capitana: 'Un cuerpo infinito'. Es un espectáculo de flamenco contemporáneo surgido de una profunda investigación de dos años y de un intenso trabajo junto a una constelación de colaboradores como Roberto Fratini, asesor dramatúrgico, Carlota Ferrer, directora escénica y Marco Flores, dirección musical. "En esta obra acerco el flamenco a otras disciplinas y conceptos pero siempre jugando con la tradición y la vanguardia. No voy a provocar o romper, pero quiero evolucionar y mostrar otras facetas sin salir de esa poética flamenca mía", declara esta inquieta bailaora y coreógrafa cordobesa, Premio Nacional de Danza 2018. "En un momento en el que la mujer se está empoderando necesitaba hablar de esta artista que todas la bailaoras admiramos porque fue una mujer que rompió moldes, acabó con la dictadura de los cánones del flamenco y fue supersalvaje", añade la creadora. 

La memoria de Carmen Amaya empapa una puesta en escena que muestra diferentes aspectos de un universo inabarcable con una escenografía sobria, oscura y vacía que va poblando con evocadoras imágenes, movimientos y una música muy especial. En esa búsqueda de nuevos caminos creativos Pericet ha involucrado en su obra a un cuarteto vocal lírico (Elvia y Elena Sánchez, Simón Drago y Mario Méndez) y a un trompetista, Jorge Vistel y un percusionista, Paco Vega, que se unen a Antonia Giménez (guitarra), Inma 'La Carbonera'  y Miguel Lavi (cante).  

Símbolos, proyecciones -algunas históricas- y una composición sonora en directo única surgida de la comunión de música lírica, el flamenco y el jazz suman se combinan en un trabajo complejo que ha permitido a Pericet descubrir muchas cosas, no solo acerca de Carmen Amaya sino de ella misma. 

"La obra juega con el mito de Carmen Amaya sin querer develar mucho más acerca de esa ambigüedad y ambivalencia que le rodea", reconoce Fratini que estuvo presente sobre todo en la primera fase de creación  de este espectáculo algo telúrico, donde se invoca el espíritu de una gran artista cuyo eco pervive. 'Un cuerpo infinito' es un título que hace referencia a la imposibilidad de abarcar el mito Amaya. Pericet se sumerge en ese universo para profundizar en "su poder físico y humano". En su baile y en su persona. El espectáculo se nutre tanto de palos asociados a Amaya, como el garrotín, como de algunos rasgos icónicos de su manera de bailar.

Más allá del baile

Más allá del baile, profundiza también en sus palabras. Pericet abona el montaje con detalles de la genial artista que ha ido descubriendo durante el proceso de creación visitando lugares donde Amaya vivió y hablando con quienes la conocieron. A partir de ahí, pinta su propio retrato, un homenaje tanto a la grandeza artística de una bailaora de pequeña estatura -en eso ella y Pericet se parecen- que conquistó EEUU con su arte.

Pero también ahonda en su faceta más personal e íntima: "Paso por momentos superfísicos en los que mi cuerpo cambia de temperatura, donde la pulsación de ella me lleva a un sitio donde yo no puedo y donde el silencio más absoluto me deja congelada. Hay veces que durante el espectáculo no sé si voy a poder continuar". Tanto se ha acercado a ella que hasta siente su dolor. "Sin ser un espectáculo autobiográfico se trabaja sobre el mito de Carmen Amaya. Pero para mantenerlo vivo hay que huir de la foro oficial o no oficial y poder acercarse a él de mil maneras diferentes", apunta Fratini.