FANTASÍA REAL

'White Bouncy Castle', una instalación para saltar de alegría

El MNAC acoge a partir de hoy en la Sala Oval un enorme castillo hinchable ideado por William Forsythe no apto para mayores de seis años

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Marta Cervera

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Impulsarse en el aire, saltar, liberar el cuerpo por unos segundos y volar. Todo eso es posible en el enorme castillo hinchable que el MNAC acaba de inaugurar en la Sala Oval. Se trata de 'White Bouncy Castle', una instalación del coreógrafo William Forsythe que cuando dejó la dirección del Ballet de Frankfurt siguió experimentando con el movimiento a través de originales instalaciones. Pero ojo, no es apta para todo el mundo: está prohibida la entrada a menores de seis años. 

Mide 35 metros de largo, por 13 de acnho y 12 de alto, una pasada. "Es fantástico contar con algo así que permite venir a divertirse y, si apetece, después de saltar y con las antenas puestas entrar descubrir las salas del arte románico, la exposición de fotografia del barcelonés Oriol Maspons o la muestra dedicada a la revista contracultural 'El Vívora'", ha señalado Pepe Serra, director del MNAC, que acoge esta lúdica propuesta hasta el día 28.  "Todo lo que contribuya a acercar el museo a la ciudad es bienvenido", añade encantado con este proyecto englobado bajo el paraguas del festival Grec. "Siempre he imaginado el Grec como un festival de ciudad y esta propuesta encajaba", ha destacado Casadesús, director del Grec. 

La entrada de la nueva 'atracción' del MNAC cuesta 2 euros y da derecho a 15 minutos de experiencia dentro de este enorme y reluciente castillo hinchable. Es fácil volver a sentirse niño botando entre sus paredes, recuperar el espíritu lúdico y poner a prueba la estabilidad del cuerpo. Lo único desconcertante en la instalación es la oscura banda sonora que la acompaña, sonidos poco agradables y agobiantes. Un contrapunto a esa fantasía a la que te transporta esa luminosa y perfecta aquitectura efímera alimentada de aire.