ESTRENO EN EL LLIURE

Quim Ávila lleva a escena la historia de abusos, locura y música de James Rhodes

El actor, dirigido por Iván Morales, entra en el torturado y humorístico universo del pianista, que se refugió en la música para superar las agresiones sexuales que sufrió en la infancia

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Marta Cervera

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No es fácil, ni agradable, ni cómodo enfrentarse al vomitivo y delicado tema del abuso sexual a menores. Un tema del que se habla todavía poco, aunque algo cambió cuando el valiente pianista inglés James Rhodes (Londres, 1975) editó 'Instrumental. Memorias de música, medicina y locura'. Un poderoso texto autobiográfico, y un auténtico fenómeno de ventas, que explica cómo le afectó y cómo se enfrentó mucho después al trauma iniciado por un profesor de gimnasia que le agredió sexualmente cuando solo tenía 6 años.  

Rhodes se agarró a la música de Bach como tabla de salvación para no volverse loco. Ni las drogas, ni el alcohol, ni los centros psiquiátricos que visitó pudieron salvarle, como sí hizo el arte. La música le ayudó a convivir con esa profunda herida, con ese terrible recuerdo que denunció cuando tenía 31 años. "Ojalá este montaje sirva no solo para visibilzar los abusos. Estaré contento con que solo un espectador que aún no haya podido verbalizar su experiencia salga con algo más de calma en su interior", afirma Quim Ávila, el actor protagonista de este monólogo adaptado y dirigido por Iván Morales en el Espai Lliure. Estará en cartel hasta el 30 de junio. 

Movimiento y música

En escena, Ávila pasa de leer pasajes del libro de Rhodes a empatizar totalmente con él para transmitir sus sentimientos, su manera de enfrentarse al dolor y a la locura. El trabajo de movimiento y danza junto a Carla Tovias es una de las claves del montaje. También lo es la música. Una casete con una grabación en vivo de la versión para piano que Ferruccio Busoni hizo del segundo movimiento de la segunda partita para violín de Bach, la 'Chacona', ayudó a Rhodes en sus peores momentos. Jordi Busquets, colaborador habitual de Quimi Portet y Albert Pla, responsable del espacio sonoro, utiliza diferentes versiones. Él mismo ha creado una 'Chacona' electrónica. "Asigné a cada parte de la partitura un sintetizador particular y creé la melodía principal con una Gameboy, todo a un 'tempo' muy rápido", explica el músico. Esa obra de 30 minutos se ha convertido en una instalación sonora y lumínica para poner en situación al público al entrar en la sala. La banda sonora también cuenta, entre otros, con pasajes de las 'Variaciones Goldberg' grabadas por Glenn Gould en 1955, y la versión de la 'Chacona' a cargo de la London Symphony, dirigida por Leopold Stokowski. Y con una sorpresa final. 

Actor y técnico

Ávila actúa, baila y controla las luces, pone discos, casetes o dispara efectos a través de un sintetizador en esa especie de habitación-refugio donde transcurre la acción. Es un espacio donde todo se expone sin esconder nada, como hace Rhodes en el libro. Repartidos por el suelo hay un tocadiscos, ceniceros llenos de colillas, una petaca de metal... Todos los cables que conectan diferentes aparatos de música y sonido también están a la vista. Transparencia total. Lo más ordenado es una pared hecha con colchonetas de gimnasia apiladas.

"El libro es una mezcla de conciencia, dolor, humor, irreverencia, sinceridad y valor", afirma Morales, que ha intentado mostrar la obra "sin caer en el melodrama" y "con una sensibilidad enorme". Ha contado con el asesoramiento de Vicky Bernadet, presidenta de la Fundació Vicky Bernadet contra el abuso sexual infantil. Según sus datos, un 23% de las niñas y un 15% de los niños padecen abusos sexuales en la actualidad en Catalunya, y de ellos solo se denuncia en un 20% de los casos, que en su gran mayoría se producen en el seno de la familia.

"Este tipo de abusos es un tema a tratar con urgencia", apunta Morales. "Esperemos que las once funciones previstas ayuden a darle más visibilidad y a romper con este tabú. El abuso, no solo el sexual, está presente en nuestra forma de relacionarnos y deberíamos erradicarlo", añade el director, muy satisfecho con el trabajo de Ávila. "Sin su honestidad y su valentía no se podría defender esta obra. Los monólogos funcionan cuando los intérpretes se ponen al límite de sus capacidades actorales y las de Quim son bastante ilimitadas".

A sus 25 años, Ávila es uno de los valores surgidos de la ya inexistente Kompanyia Lliure. Cada uno de sus miembros debía haber realizado esta temporada un monólogo en la sala de ensayos como proyecto final en esta compañía joven creada por Lluís Pasqual, dimitido director del Lliure.

'Instrumental' ha sido el único de estos monólogos previstos que finalmente verá la luz en el Espai Lliure pero no será la única versión. El libro de Rhodes llegará al cine con Adrew Garfield como protagonista en un filme de James Marsh ('La teoría del todo') que se rodará a finales de año en Inglatera.