los motivos

Lluís Pasqual dimite porque se siente "incapaz de liderar" el Lliure tras las acusaciones de despotismo

El ya exdirector de la institución considera en su carta de renuncia que todo empezó por "una calumnia en las redes"

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Conmoción en el mundo cultural catalán en general y el teatral en particular: Lluís Pasqua (Reus, 1951) ha presentado este sábado por sorpresa dimisión como director del Teatre Lliure, que fundó en 1976. La renuncia al cargo se produce después de que más de 800 profesionales del sector cultural exigieran en julio su cese por "prácticas abusivas a los derechos laborales" y su actitud "despótica" con los trabajadores. A esta exigencia le siguió días después la petición firmada por la mayoría de los trabajadores del Lliure de que se realizara un estudio de riesgos psicosociales "para velar por la salud y la integridad de los empleados", también por el supuesto trato duro de Pasqual a sus subordinados. 

Pasqual atribuye su dimisión a que "lo que comenzó como una calumnia en las redes se ha convertido en un debate público donde se han mezclado muchas cosas, y la consecuencia grave es que ha contaminado al equipo humano, y se ha convertido en un debate interno".

El director teatral argumenta en la carta de renuncia que "hasta ahora", en todos los espacios que ha dirigido, ha tenido "el pleno apoyo del equipo, absolutamente imprescindible para sacar adelante un proyecto" que, "en las condiciones actuales", se siente "incapaz de liderar". "No sería bueno para ningún teatro, no lo sería para el Lliure, no lo sería para mí", escribe Pasqual. 

El colectivo feminista Dones i Cultura, formado por más de 800 profesionales, exigió a principios de julio la dimisión de Pasqual, al entender que se había "excedido" en sus funciones y por "prácticas abusivas contrarias de los derechos laborales más básicos". La denuncia de Dones i Cultura se produjo después de que la actriz Andrea Ros, que formó parte de la compañía joven del Lliure y trabajó a las órdenes de Pasqual en 'El rei Lear', lanzara en Facebook un contundente mensaje contra el director de la institución, al que acusaba de "abuso de poder, tiranía, falta de respeto e injusticia".  

En el bando opuesto, un centenar de actores y técnicos de montajes teatrales dirigidos por Pasqual, que en el 2015 fue distinguido con la cruz de Sant Jordi de la Generalitat, firmaron un texto de apoyo al director del Lliure. Entre los partidarios de Pasqual figuran las actrices Núria Espert, Rosa Maria Sardà, Emma Vilarasau, Mercè Sampietro, Vicky Peña, Carmen Machi, Marisa Paredes y Ana Belén, y los actores Atornio Banderas, Juan Echanove y Eduard Fernandez, así como los directores Josep Maria Flotats, Daniel Bianco y Pablo Messiez.

Silencio

Pasqual se ha mantenido públicamente en silencio desde que estalló la polémica, que en el fondo parece enfrentar a la generación de Pasqual y al ala más joven del teatro catalán, que considera sus métodos inaceptables. Asimismo el teatro independiente catalán censura al Lliure desde antes de la controversia en torno a su director el escaso o nulo apoyo que le presta, una crítica que extiende al resto de instituciones teatrales de Catalunya. 

El mundo teatral catalán tampoco ha hablado por los codos sobre la muy poderosa y artísticamente indiscutible figura de Pasqual, pero ha habido quien no ha tenido pelos enla lengua. "Pasqual debería haberse retirado hace unos meses porque muchos en aquella casa consideran su ciclo agotado", señaló el autor y director Jordi Casanovas a este diario. Y añadió: "Tiene tres problemas: exceso de años, maneras d ela vieja escuela intolerables hoy y falta de sensibilidad ante una sociedad que exige mayor presencia de mujeres". 

Por el contrario, el compositor y músico Dani Espasa manifestó: "Cuando he trabajado con Lluís, todo ha ido como la seda, tanto artística como personalmente". Si bien admitió que "es exigente, aprieta y aprieta, y según qué sensibilidad tengas te puede afectar más o menos".

Renovación

Pasqual anunció su renovación al frente del Lliure, institución que lidera desde el 2011, el pasado 30 de junio durante la presentación de la nueva temporada 2018-2019, por otro lado soberbia. Su mandato finalizaba en junio del 2019, pero el Patronato acordó con el director, para evitar vacíos en la programación artística y disrupciones en el funcionamiento de este equipamiento, una prórroga de dos años más, que se tenía que hacer efectiva a partir de la fecha en la que finalizaba su segundo mandato.

El Patronato del Lliure argumentó que el objetivo de la prórroga de dos años era dar una "continuidad provisional" para "acabar con los cambios estatuarios previstos y garantizar la programación teatral" hasta hacer efectiva la incorporación del nuevo director o directora surgido del concurso abierto previsto para la temporada 2019-2020.

Agradecimiento de Colau

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha agradecido este sábado la labor de Pasqual al frente del Teatre Lliure y ha destacado que se trata de un artista "imprescindible, a quien Barcelona amará y reconocerá siempre". En un mensaje en Twitter, Colau asegura que el Teatre Lliure, del que el consistorio barcelonés es uno de sus patronos, junto con la Generalitat, el Ministerio de Cultura y la Diputación de Barcelona, "es y seguirá siendo un referente imprescindible de la escena teatral mundial, como lo ha sido bajo la dirección de Lluis Pasqual".

El Ayuntamiento de Barcelona lamenta la renuncia de Pasqual, ya que tenían encarrilada la transición en la dirección del Lliure en los dos próximos años, y le agradece su "buena labor" en los últimos años y en la historia de este emblemático espacio cultural.

El consistorio barcelonés trabajará ahora para que la reunión del patronato del Teatre Lliure, prevista para el próximo 14 de septiembre, encuentre la manera de que esta crisis no ponga en peligro la programación prevista.

Necesario concurso público

En este sentido, fuentes municipales apuntan que será necesario convocar un concurso público para elegir a la nueva dirección.

Nacido en junio de 1951 en Reus (Tarragona), Pasqual, una de las figuras indiscutibles del teatro español de las últimas décadas, fundó el Teatre Llliure en 1976, en 198 fue director del Centro Dramático Nacional, en 1990 se desplazó a Francia para dirigir el Odeón, entre 1995 y 1996 dirigió la Bienal de Teatro de Venecia, entre 1997 y 1999 fue comisionado del Ayuntamiento para el proyecto Ciudad de Teatro y ejerció como codirector del Lliure entre 1998 y 2000, teatro al que volvió años después, hasta presentar hoy su dimisión.