Gran duelo escénico con Carmelo Gómez y Ana Torrent en el Goya

Intensidad poética y emociones se mezclan en el duelo escénico que enfrenta a Carmelo Gómez con Ana Torrent en ‘Todas las noches de un día’, una aclamada obra llena de magia de Alberto Conejero, dirigida por Luis Luque. “Llevamos 115 funciones y todavía sigo descubriendo cosas en esta obra porque tiene esa poesía y esa magia tan difícil de explicar pero que hace volar la imaginación y despertar las sensaciones”, ha dicho Torrent en la presentación del montaje en el Teatro Goya, donde el montaje recala hasta el 9 de junio. Para la protagonista de 'El espíritu de la colmena' y ‘Tesis’, esta obra supone su debut teatral en Barcelona.

Tanto ella como Carmelo Gómez, otro actor que ha brillado en destacadas películas ('El perro del hortelano', 'Los días contados', 'Vacas') están encantados de enfrentarse cada noche a un texto contemporáneo singular. Es una obra con estructura moderna que sublima la palabra y que contiene elementos clásicos del teatro de Chéjov, Tennessee Williams y García Lorca pero también de Beckett y Pinter.  Y donde todo transcurre en una escenografía despejada en la que todo se evoca.

Alberto Conejero, autor de textos como ‘La piedra oscura’ y ‘Ushuaia’, sitúa la acción en un viejo invernadero, un local que ha quedado rodeado de urbanizaciones donde trabaja Samuel (Carmelo Gómez). La visita de un inspector al que nunca ve el público destapa una trama cargada de recuerdos, donde el protagonista rememora su relación con Silvia (Ana Torrent), la dueña de aquella casa buscada por la policía. Melodrama, poesía e intriga se mezclan en esta obra que habla de amor y de soledad. Como en todas sus obras, los personajes de Conejero no son ni buenos ni malos. “Pese su bella apariencia, la obra esconde la peripecia de dos personajes llenos de sombras que pelean por conquistar algo de luz”, ha explicado el autor andaluz. “Era un reto abordar desde una mirada contemporánea muy género tan denostado como el melodrama”.

La visita del inspector lleva a Samuel a recordar la pasión entre él y Silvia, a la que quiso cuidar con tanto mimo como a sus plantas. Carmelo Gómez está encantado de poder hacer volar la imaginación del público a través de un texto exigente que juega con los silencios y la simbología de las plantas a las que, por cierto, tampoco verá el público.  “Es  un texto que habla de lo que nos pasa, de teatro puro, en el que la palabra te hace imaginar. Algo que quizá hoy no tenga mucho tirón por la fuerza de lo audiovisual que ha degradado mucho nuestra perspectiva”, dice Gómez, feliz de interpretar esta obra en teatros de mediano aforo, cerca del público. No es un texto fácil. Los espectadores deben unir las piezas del rompecabezas que plantea la obra . “Esta obra, fuera de lo comercial, hace pensar”, admite Torrent. “Y lo bueno es que seguimos descubriendo cosas cada día porque es tan importante lo que se dice como los silencios y las miradas para averiguar qué ocurrió”.

Aunque él no lo admita, Alberto Conejero es el autor de moda. Elabora tan a conciencia sus obras que para crear ‘Todas las noches de un día’ trabajó durante un año con un jardinero. Casi nada. El dramaturgo, que también escribe poesía, considera que la emoción es el pilar fundamental del ser humano. El corazón, para él, está por encima de la razón. “Son tiempos muy cínicos y a veces denostamos la emoción. Pero es ella la que nos permite llegar muchas veces a otros lugares de pensamiento”.