CRÓNICA

Los Sírex, la atalaya del rock'n'roll

El grupo barcelonés mostró su buena forma en un vibrante concierto en Barts en el que presentó el doble disco 'Que nos quiten lo bailao'

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Jordi Bianciotto

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Ninguna banda del país ilustra de un modo tan literal la idea de crecer y hacerte mayor a través del rock’n’roll como Los Sírex, con cerca ya de seis décadas de servicio y nuevos proyectos como ese disco doble y de título expeditivo, ‘Que nos quiten lo bailao’, que la banda presentó este domingo en Barts. Algunas canciones nuevas y muchos clásicos revisados, como siempre, con esbeltas maneras y buen humor por Leslie y compañía.

El ‘sonido Sírex’, y su imagen, en todo su esplendor: el brillo de las venerables guitarras eléctricas, los ‘riffs’ que remiten a la primera era del rock’n’roll, los textos cargados de mensajes positivos, la gestualidad sincronizada, el porte trajeado y la voz cercana y coloquial. Todo ello volvió a confluir para deleite de un público que, en su mayor parte, había crecido con ellos. Con algunas excepciones: “¿Quién os ha engañado esta tarde para venir hasta aquí?”, preguntó el cantante a un par de sonrientes chicas sentadas en la primera fila. No hay edad para el rock’n’roll.

En el tren de Sau

La canción que da título al nuevo disco, con tonalidades americanas propias de su autor, Pep Sala, abrió y cerró el concierto celebrando el camino andado y actualizando así el álbum de fotos de la banda con material fresco. Ahí estuvo también otra aportación del incorporado exguitarrista de Sau, ‘Ella creu que encara li vaig al darrere’, en la que por una vez invierten los términos en su relación con el otro sexo. “Si a nuestra edad no podemos ir ya un poco de sobrados…”, bromeó Leslie, que se prestó a hacer suyo el ‘Tren de mitjanit’ de Sau, integrándola en un repertorio que en su primer bloque citó hitos como ‘San Carlos Club’ y un ‘Maldigo mi destino’ con punzante solo de Juanjo Calvo con su eterna Fender Stratocaster.

Los Sírex siguen paseando un espíritu juvenil, desenfadado, no van de profundos ni de maduros, ni disimulan su ramalazo nostálgico: imágenes de vídeo recordando los viejos tiempos con una didáctica voz en ‘off’. Pero esta vez mostraron otro registro invitando a un cuarteto de cuerda para dar nueva vida a “las caras B, aquellas canciones que no han sonado tanto”. Baladas y medios tiempos suaves y melodiosos: ‘Si te vas’, ‘Enseñándote a amar’ y ‘Me tendrás que olvidar’, vestigios de los momentos más delicados del guateque.

Y de ahí a las himnos: ‘Que se mueran los feos’, ‘El tranvía’, el blues ‘Muchacha bonita’ y ese ‘Resistiré’ prestado del Dúo Dinámico, camino de ‘La escoba’ y ‘El tren de la costa’. Sonido rearmado con el saxo de Quim Bernat y la guitarra y el teclado de Sala, con más capas y sin traicionar su espíritu. Y un Leslie crecido por las ovaciones. “No os paséis, porque podríamos estar cuatro o cinco horas, ¿eh?”. Al final fueron dos, intensas y agradecidas, dando a entender que “lo bailao” sigue coleando.