CRÍTICA DE MÚSICA

Espiritualidad a flor de piel con Noseda

La Orquestra de Cadaqués, el Coro Amici Musicae y los solistas brillan con el `Réquiem¿ de Mozart y el `Stabat Mater¿ de Josep Pla

El director italiano Gianandrea Noseda

El director italiano Gianandrea Noseda / periodico

César López Rosell

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Desde que en 1994 ganó el Concurso Internacional de Dirección de Orquesta de Cadaqués, la carrera de Gianandrea Noseda (Milán, 1964) no ha parado de crecer. Pero el que es titular de la National Symphony Orchestra de Washington, responsable musical del Teatro Regio de Turín e invitado habitual de la Sinfónica de Londres y la de las filarmónicas de Israel y Rotterdam, no olvida nunca su compromiso como director principal de la formación ampurdanesa. Al menos dos veces al año aborda junto a los músicos atractivos repertorios. En todas las ocasiones, la química del maestro con los integrantes de esta agrupación, formada por talentos españoles y de otros países, ha sido tan perfecta como la que tenían con sir Neville Marriner. Y eso es lo que volvió a producirse el miércoles en el Palau con un programa encabezado por el ‘Réquiem’ de Mozart y completado con el ‘Stabat mater’ del catalán Josep Pla, autor y músico del siglo XVIII.

El carácter y la personalidad musical de Noseda volvieron a seducir tanto a los músicos como al Coro Amici Musicae y los solistas. Siendo como es un conductor enérgico, electrizante y muy atento a  los detalles, en esta ocasión concentró su esfuerzo en mantener bajo control el ensamblaje entre todos los elementos de la propuesta aplicando un inteligente ejercicio de contención. La obra que Mozart dejó inacabada y que completó su discípulo Franz Xaver  Süssmayr  era  una prueba importante para la formación sobre la que gira el eje del ciclo BCNClàssics. Y la orquesta, complementada por la coral y los cantantes, la superó con buena nota. Funcionó muy bien la sedosa cuerda, pero  destacaron especialmente los vientos y también la percusión dentro de ese claro intento de lograr una mayor variedad de la producción sonora de la obra.

En el plano de las voces brilló la expresividad de la soprano Christina Poulitsi. La messo Katarina Bradic, el tenor David Davislim y el barítono Tommi Hajala respondieron con corrección a la interpretación de sus partes de la misa mozartiana, mientras la coral se mantuvo equilibrada y afinada, aunque le faltó algo de intensidad en pasajes como el ‘Rex tremandae’ o el ‘Lacrimosa’. En el ‘Stabat Mater’ de Pla, la orquesta supo transmitir los elementos innovadores de una partitura con influencia estilística de la mítica original de Pergolesi, articulada en diferentes versos para ofrecer formas musicales independientes y con ricos contrastes. La pieza dio oportunidad a Poulitsi de mostrar su buena técnica aunque se mostró algo falta de proyección. Espiritualidad a flor de piel.