UNA OBRA EN CONSTRUCCIÓN

Dagoll Dagom busca a su 'Scaramouche'

Bozzo dirige las pruebas de selección de actores para el próximo gran musical de la compañía en el Teatre Victòria

Dagoll Dagom

Dagoll Dagom / periodico

SONIA ÁVILA / BARCELONA

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Por lo general, la selección de actores para una obra es un proceso que transcurre en la intimidad. Apenas el director, el productor y, si acaso, algún asistente ocupan las butacas mientras sucede ante sus ojos un desfile de supuestos talentos escénicos. No suele haber miradas ajenas durante la selección de personal. Pero en esta ocasión es diferente. El Teatre Victòria ha abierto sus puertas al 'casting' del musical 'Scaramouche' que la compañía Dagoll Dagom, dirigida por Joan Lluís Bozzo, prepara para su estreno a la vuelta del verano.

Las cámaras de televisión y de fotografía cazan las miradas de los primeros actores sobre el escenario. Ellos, a su vez, se esfuerzan por encontrar la de Bozzo, autor del montaje inspirado en la novela del mismo título de Rafael Sabatini que en 1952 fue llevada al cine por George Sidney, con Stewart Granger como protagonista. Sentado en el área de butacas, el director afirma con la cabeza y expresa su agrado con un "¡muy bien, muy bien, gracias!". Le acompaña el director musical, Joan Vives, que se encarga de coordinar la música (obra de Albert Guinovart) con las voces de los participantes.

En el proceso toman parte 60 jóvenes, preseleccionados de una lista de 300 que subieron un vídeo con su actuación a un canal de Youtube. De todos ellos, solo 18 intervendrán en el espectáculo, que alzará el vuelo el próximo 23 de septiembre. "Tenemos muchos estudiantes de teatro muy buenos, que esperan una oportunidad", subraya la productora ejecutiva Anna Rosa Cisquella.

PRESENCIA ESCÉNICA

Jan Forrellat inicia el carrusel de pruebas. Una suerte de entrevistas laborales en las que, por encima del currículum, se valoran la potencia de su voz, la presencia escénica y la capacidad de interpretación. Lo hace bien, o así se lo parece a Bozzo, que tras escuchar al joven interpretar varias estrofas de 'Són més que dos' deja ir un espontáneo "¡muy bien!". Más satisfecho aún se muestra con la prueba de la actriz y cantante Gracia Fernández, quien casi consigue arrancar un aplauso de los cámaras, fotógrafos y reporteros presentes con su cautivadora rendición de 'Revolució italiana', a la altura de los méritos que le valieron una nominación como mejor actriz de musical en los premios Butaca 2013.

Los ánimos se relajan con Eduard Mauri, salido del Intitut del Teatre de Barcelona. No por una menor energía actoral (al contrario, su voz potencia las estrofas de 'Scaramouche'), sino por el drama que encierra la propia melodía. El de la tragedia de un joven que, en los días de la Revolución Francesa, huye de la justicia y se ve obligado a integrarse en una compañía de comedias.

Los actores que finalmente sean seleccionados construirán un relato que transcurre en los teatros parisinos y en lugares emblemáticos como la Catedral de Notre Dame a finales del siglo XVIII. Todo se recreará con una escenografía y un vestuario de época, explica Cisquella. También habrá coreografías de esgrima a cargo del maestro de armas Jesús Esperanza para mostrar las peleas de espadachines.

REVOLUCIÓN, TEATRO Y AMOR

Bozzo resume el montaje en tres elementos: la Revolución francesa, el teatro de comedia del arte y el drama de amor. "No deja de ser una comedia con momentos dramáticos, tristes", apunta el director, que aclara que, si bien el origen del montaje es la novela de Sabatini y se han incorporado elementos de la película de George Sidney, la suya es "una versión derivada".

Al salir de la prueba, sin saber los resultados, los actores beben juntos un vaso de agua en el vestíbulo mientras reviven sus cinco minutos sobre el escenario. Se felicitan, se apoyan. Saben que son muchos los solicitantes y pocas las plazas. El espectáculo está en marcha.