Rodar como forma de vida

El japonés Takashi Miike, habitual de Sitges, es uno de los directores más prolíficos que ha dado la historia del cine: desde su debut en 1991, ha filmado casi un centenar de películas. La razón por la que rueda sin parar es sencilla: «No es por miedo a perder ritmo, es solo porque me lo paso bien».

En este Sitges tiene no una, sino dos películas a concurso: el thriller de terror As the gods will y la explosiva thrillerAs the gods willYakuza apocalypse: The great war of the underworld, regreso a sus raíces (violencia, humor, anarquía) tras coquetear con el drama. Este delirio sobre mafiosos vampiros se mueve con la energía punk de su famosa trilogía Dead or alive. «Sí, es esa misma energía sin propósito claro», confirma Miike. «Tan solo energía a lo loco».

Según dice, los productores le temen porque no es amigo de los planes. «La función de un director es trazar un mapa para decir: salimos de aquí y llegamos a este lugar. En mi caso, yo no sé dónde iré con una película. Me baso en un guión, que está escrito y que es intocable, pero sobre todo en lo que está sucediendo en el momento del rodaje: los actores, la energía que se crea, las sinergias…».

En Yazuka apocalypse lejos de su papel de padre bondadoso en De tal padre, tal hijo. ¡Ahora es un vampiro! «Franky no es un actor al uso, es más bien un artista: pinta, canta… Y no sabe correr especialmente. Prefiere estar de pie o sentado. Pero se dejó imbuir por el ambiente, empezó a disfrutar y al final el resultado ha sido interesante».

Otra estrella de la película, además de Lily y una gran rana de felpa peleona, es Yayan Ruhian, el instructor marcial indonesio que llamó la atención en el díptico The raid.«Esas películas me impactaron. Yayan tiene una energía única… En Japón no se suele coger a gente desconocida para hacer películas, aunque puedan tener presencias increíbles. En otros países sí que sucede».

Alergia a Hollywood

Yakuza apocalypse se montó rápido, desde cero, tras la cancelación del que iba ser el debut en inglés de MiikeYakuza apocalypse. ¿Qué pasó con The outsider, con Tom Hardy (Mad Max: Furia en la carretera) como yakuza del Japón post-segunda guerra mundial? «Pues tuvo un final muy hollywoodiense: los planes de Tom Hardy no permitían hacerla, de modo que se acabó sin más. La empecé con la idea de trabajar con él y no quería a otro actor».

Miike no tiene ansia por saltar a Hollywood: «Me gusta rodar en diferentes lugares; es muy interesante a nivel personal y da lugar a nuevas experiencias. Pero no tengo interés especial en rodar allí». Lo próximo serán adaptaciones (japonesas) de dos mangas, Terra formars y el clásico La espada del inmortal. Queremos verlas en su espacio natural: Sitges.