ADIÓS A UN VETERANO DE LA ESCENA

Fallece a los 75 años el actor Carlos Álvarez-Nóvoa

El mundo del cine y el teatro llora la pérdida del polifacético intérprete

Carlos Álvarez-Nóvoa

Carlos Álvarez-Nóvoa / periodico

MARTA CERVERA / BARCELONA

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Carlos Álvarez-Nóvoa (1940, La Felguera, Asturias), actor ganador de un premio Goya por su interpretación en Solas (1999), de Benito Zambrano, ha fallecido este miércoles en Sevilla a los 75 años de edad a causa de un cáncer. En julio protagonizó en La Villarroel de Barcelona Bangkok, de Antonio Morcillo, premio SGAE de Teatro 2013, una comedia política muy actual.

El intérprete, que participó en numerosas series televisivas y encarna a Leonardo da Vinci en Carlos Rey Emperador que emite TVE, deja pendiente de estreno la película La novia, de Paula Ortiz, basada en Bodas de Sangre, de Federico García Lorca. Protagonizada por Inma Cuesta, Álex García y Asier Etxeandía, la película, que se estrenará en noviembre, se presentó ayer en un pase en el Festival de San Sebastián. Ortiz, como la mayoría de sus compañeros, estaba conmocionada. «Pensaba que saldría de esta», declaró a Efe. Al actor le descubrieron la enfermedad este verano. «Es muy difícil hablar de Carlos. En todas las historias que yo he hecho, cortos y largos -su anterior película fue De tu ventana a la mía-, sale él. Ha sido un maestro, una de mis anclas en la vida. Amigo de mi padre, era una persona que me ha marcado y me ha enseñado lo esencial de la vida».

El polifacético actor estaba licenciado en Derecho, Filología Románica, Ciencias del Espectáculo y doctor en Filología Hispánica. Dedicó 57 años al teatro como actor, director, escritor y profesor. Su debut se remonta a 1957 con Medea, en el Teatro Español Universitario. Y en el cine su primer largometraje fue Llanto por Granada (1991), de Vicente Escrivá, al que siguieron Al Andalus, de Agustí Villaronga (1992), o Los años bárbaros, de Fernando Colomo (1997).

RECONOCIMIENTO

Durante su carrera realizó numerosas obras teatrales y recibió importantes premios como el Tirso de Molina por La venus del espejo (1999)Participó en una treintena de películas y 76 cortos pero el reconocimiento del público le llegó en el 2000, cuando ya contaba con 59 años, con el Goya al mejor actor revelación por Solas. «En él se unían un buen profesional con una buena persona», ha señalado Zambrano, director del filme a Europa Press. Y recordó que el actor le hizo cambiar su visión sobre su personaje.

Zambrano pensaba en «un sevillano bastante diferente a él, antipático, y que en el fondo era un hombre solo» pero Álvarez-Nóvoa «tuvo la honestidad» de decirle que no podía hacer ese personaje andaluz «porque le iba a salir siempre falso pese a llevar muchos años viviendo en Sevilla». Para convencerle, «cogió el texto, rescribió todo un monólogo que había dentro de la historia y se vino con su traje de catetillo a la prueba», cuenta el realizador. «Cuando se juntó con María Galiana fue maravilloso y funcionó», porque «él entendía muy bien el personaje». La actriz sevillana Ana Fernández, otra compañera suya en Solas, destacó ayer «su calidad humana, su capacidad para transmitir afecto, con su generosidad y su creatividad en todos los ámbitos».

La consejera de Cultura de la Junta de Andalucía, Rosa Aguilar, alabó su trabajo con el Centro Andaluz de Teatro (CAT). «Era una institución en el mundo de la interpretación, cuya dedicación, pasión y entrega han sido ejemplo para generaciones de actores». Y desde la Casa Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez, en Moguer (Huelva), donde la voz del actor se sumerge en la vida del poeta, su director, Antonio Ramírez Almansa, declaró: «Era una persona muy entrañable y vinculada a Juan Ramón en la palabra, en la imagen y en el fondo». El actor también interpretó al poeta en La luz con el tiempo dentro, de Antonio Gonzalo. Queda por estrenar su último filme Asesinos inocentes (2015), de Gonzalo Bendala.