Daniel Craig aparca a James Bond para matar marcianos

A pesar de que su físico proyecta una imagen de frialdad que supera con creces la flema británica y lo hace entrar de lleno en el hermetismo soviético, el británicoDaniel Craig es un tipo cercano y con sentido del humor. Al menos, esos son algunos de los rasgos de su personalidad que deja ver en la entrevista que centra la portada deDominicalde esta semana, en la que el últimoJames Bond confiesa su querencia por este personaje, que espera seguir encarnando "30 años más", y su preferencia por el cine europeo y de autor, aunque la cinta que lo ha devuelto al candelero cinematográfico esté a las antípodas de este tipo de películas:Cowboys & Aliens.

Se trata de un experimento que podría calificarse cuando menos de atípico en el que comparte cartel con Harrison Ford y Olivia Wilde (House) y cuya trascendencia el actor británico se toma con una tremenda guasa: "No hemos hecho esta película pensando en los críticos. Se llamaCowboys & malditos Aliens, así que si alguien decide escribir una tesis de 15 páginas sobre el asunto, que se lo haga mirar", dice entre risas. La sinceridad de Craig, que confiesa que no le gusta el cine el 3D (aunque matiza que le ve un sentido en filmes como la adaptación deTintínque él acaba de rodar con Steven Spielberg), vuelve a sorprender cuando explica sus motivaciones para dedicarse al séptimo arte: "Lo tengo claro: porque me gusta vestirme bien y presumir delante de millones de personas. Pregúnteselo a cualquier otro actor y le explicará cualquier historia falsa, pero la realidad es que nos encanta la atención, y tenerla, además, de forma constante", asegura.

Escapadas a Estocolmo y Albi

Dominicalhace en este número dos escapadas de signo muy distinto. La primera es aEstocolmo, donde un fotógrafo de la revista ha acompañado al grupo donostiarra La Oreja de Van Gogh para hacer las últimas remezclas de su nuevo disco,Cometas por el cielo, que estará el 13 de septiembre en las tiendas. La banda, una de las más sólidas del panorama musical español de la última década, cambia de productor y arriesga con un sonido más electrónico y bailable que convive con sus melodías de siempre. La segunda escapada es a Albi, la ciudad francesa en la que nació el pintor Toulouse-Lautrec, el artista que mejor supo reflejar el espíritu de los burdeles del París de finales del siglo XIX. Además de ofrecer la posibilidad de ver los cuadros y carteles que le hicieron famoso, la ciudad tiene un precioso casco histórico declarado por la Unesco patrimonio de la humanidad.

Y si hay que elegir un transporte para hacer esos viajes, está claro queDominicalopta por la moto. Concretamente, laHarley Davidson: la publicación se dio el pasado mes de julio un paseo por la concentración de esos monstruos de la carretera que se celebra cada año en Barcelona y fotografió a algunos de sus incondicionales. El resultado es una galería de retratos en los que incluso se puede oír cómo ruge el motor.