ESCRITORES ENEMISTADOS

"Cuentas iguales", la supuesta felicitación de García Márquez

Vargas Llosa agradece al escritor colombiano su "cariñosa" declaración en Twitter, que ha sido desmentida a las pocas horas

Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, en los tiempos en que todavía eran amigos.

Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, en los tiempos en que todavía eran amigos. / periodico

EL PERIÓDICO

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Entre las reacciones que ha suscitado la concesión del Premio Nobel de Literatura a Mario Vargas Llosa una de las más recogidas por los medios de comunicación ha sido la del escritor colombiano Gabriel García Márquez, Premio Nobel de Literatura en 1982, que mantiene fuertes disputas con el autor peruano. A primera hora de la tarde, Europa Press informaba de que García Márquez se había dirigido implícitamente a Vargas Llosa a través de su cuenta de Twitter y le había dejado el siguiente mensaje: "Cuentas iguales", que se ha interpretado como que están a la par dado que ambos han ganado el Nobel de Literatura.

Sin embargo, a las pocas horas, la existencia de este mensaje ha sido desmentida. El director de la Fundación de Nuevo Periodismo Latinoamericano, Jaime Abello, ha negado que el mensaje sea auténtico. "Gabriel García Márquez no tiene cuenta de Twitter", ha asegurado Bello a través de su propia cuenta. A la confusión ha contribuido el hecho de que fuentes de la fundación citadas posteriormente por Europa Press han insistido en la veracidad del mensaje.

Ajeno a este trasiego de confirmaciones y desmentidos, Vargas Llosa ha dado por bueno el mensaje. Preguntado por sus históricas discrepancias con García Márquez, el flamante Nobel de Literatura ha preferido no hablar del tema y se ha limitado a expresar su agradecimiento por la "cariñosa" declaración del escritor colombiano. "Le estoy muy agradecido", ha dicho. 

Ambos escritores, principales referentes delboom de la literatura latinoamericana de los años sesenta, mantienen fuertes disputas desde hace años, en especial a causa de sus crecientes diferencias ideológicas.

De la amistad al odio

La de Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa fue la amistad más intensa de todas las que se tejieron y entrecruzaron en elboomliterario latinoamericano. El idilio acabó abruptamente, con un legendario derechazo de Vargas Llosa a García Márquez en 1977 durante un estreno cinematográfico en México.

Treinta años más tarde, ambos autores siguen oficialmente encastillados en su enemistad y así los retrata el estudioDe Gabo a Mario (Espasa) con el que los profesores Ángel Esteban y Ana Gallego establecen una radiografía del movimiento, sacan a la luz un oscuro proyecto de los escritores (entonces amigos) de elaborar una novela a cuatro manos y, finalmente, no aportan una respuesta al porqué del puñetazo.

El histórico puñetazo

El 6 de marzo del 2007, el fotógrafo Rodrigo Moya difundió por primera vez una instantánea, tomada hace 30 años, en la que aparece García Márquez con los efectos visibles en el rostro de la presunta agresión que sufrió por parte Vargas Llosa y que puso fin a la amistad entre ambos escritores. En el diario mexicanoLa Jornada el fotógrafo relata las circunstancias de la instantánea en un artículo tituladoLa terrífica historia de un ojo morado. Moya, mexicano de origen colombiano, señala que tomó la imagen porque el escritor "quería una constancia de aquella agresión".

La instantánea fue tomada el 14 de febrero de 1976 en la casa del fotógrafo en la colonia Nápoles de México, dos días después de que García Márquez recibiera un puñetazo del escritor peruano, según el relato de Moya. El fotógrafo recuerda que al verle preguntó a García Márquez qué había pasado y que este se mostró "evasivo" y "atribuyó la agresión a las diferencias (con Vargas Llosa), que ya eran insalvables en la medida que el autor peruano se sumaba a ritmo acelerado al pensamiento de derecha". García Márquez le pidió que se quedase con las fotos y le enviara copias.

Líos conyugales en el origen de la pelea

Según Moya, las desavenencias entre Mario Vargas Llosa y su segunda esposa, su prima Patricia Llosa, tuvieron la culpa del enfrentamiento. Según Moya, "mientras ambas parejas vivían en París, los García Márquez habían tratado de mediar en los disturbios conyugales" del autor peruano y su mujer "acogiendo" las confidencias de aquél. Cuando los Vargas Llosa se reconciliaron, él supo que sus secretos se habían revelado y se sintió "gravemente ofendido".

La bronca se produjo, ha contado Moya, "en una exhibición privada de cine". El autor deCien años de soledad"se encontró con el peruano. Se dirigió a él con los brazos abiertos. ¡Mario...! Fue lo que alcanzó a decir porque Vargas Llosa lo recibió con un golpe seco que lo tiró sobre la alfombra con el rostro bañado en sangre".