HALLAZGO MUSICAL

Una joya de 1798

Investigadores de la UAB hallan la partitura de la primera versión de 'Così fan tutte', de Mozart, estrenada en España

Francesc Cortés, en la Biblioteca de Catalunya, con la valiosa partitura de hace más de dos siglos.

Francesc Cortés, en la Biblioteca de Catalunya, con la valiosa partitura de hace más de dos siglos.

MARTA CERVERA
BARCELONA

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Hasta ahora uno solo podía imaginar cómo sería la primera partitura de la ópera de Mozart Così fan tutte que se interpretó en el Teatre de la Santa Creu de Barcelona en 1798, en su estreno en España. Hoy ya lo sabemos seguro tras el hallazgo de la partitura que se utilizó en aquella representación. Un grupo de investigadores de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) la ha descubierto en la Biblioteca de Catalunya. «El archivo del Hospital de la Santa Creu se creía perdido tras el incendio que lo asoló. Aún no sabemos cómo ésta partitura ha podido llegar hasta nosotros», explicó ayer Francesc Cortés, profesor de Musicología y de Historia de la ópera de la UAB que ha dirigido el equipo de investigación en el que también ha participado personal de la Escola Superior de Música de Catalunya (ESMUC). Solo existen cuatro o cinco copias de la obra anteriores a este valioso documento que es un testimonio de la vida musical de la ciudad hace más de dos siglos. «Y está en tan buen estado que no ha necesitado restauración», destacó Francesc Cortés.

Adaptación barcelonesa

La partitura tiene importantes diferencias con el original. Antes era habitual que el mismo compositor u otro músico adaptara las óperas al gusto del lugar. En la versión barcelonesa, de la que hasta ahora solo se conocía la obertura y un quinteto, se suprimieron partes corales, se cambió el texto y la tonalidad de las partes enlazadas. «Al público barcelonés de entonces le gustaban los finales más dramáticos, más rápidos y menos imaginarios. En Italia, en cambio, los preferían lentos y no les importaba que la muerte de un personaje durara varios minutos», resumió Cortés, que el próximo verano presentará en la Universidad Mozarteum de Salzburgo una monografía donde se detallarán las peculiaridades de esta versión.

Como si fueran detectives, él y su equipo de sabuesos, han seguido todas las pistas del documento para autentificarlo. Entre ellas destacan los pedazos de papel usados para hacer las modificaciones a la partitura manuscrita que muy probablemente se copió del original del Teatro Imperial de Viena. «Al ser papeles reutilizados en la parte posterior aportaban muchos datos», apunta. Había folletos de funciones del año anterior y hasta notas de lo que cobraban los músicos de la orquesta.