Bernat Soler: "Sin Mourinho ganamos tranquilidad. Yo estaba saturadísimo de él'"

El periodista deportivo de TV-3 comenta su experiencia al frente de las retransmisiones de fútbol

BERNAT SOLER

BERNAT SOLER / periodico

OLGA LERÍN / Barcelona

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La carrera periodística de Bernat Soler (Barcelona, 1973) siempre ha ido ligada al ámbito deportivo, tanto en la radio (empezó de estudiante en prácticas en Ràdio Barcelona) como en la pequeña pantalla. Desde TV-3 ha sido testigo, como comentarista, de una época gloriosa del Barça: se considera, al igual que los aficionados culés, un «privilegiado».

-Debutó en la tele, y en TV-3, hace cuatro años. ¿Cómo valora este último tramo de su profesión?

-Muy bien. Es una experiencia fantástica. La tele me está encantando. No la cambiaría por nada.

-¿Ni por la radio?

-Me gusta mucho y no sé si volveré en el futuro, pero la tele es un mundo todavía del que debo descubrir muchas cosas. Aún estoy empezando a aprender para poder decir que soy un periodista de tele.

-¿Qué le ha costado más?

-Todo el componente técnico. En 'Hat trick Barça' estoy muy implicado en la elaboración, pero lo más duro es tener en cuenta todos los factores que intervienen a la hora de hacer tele: técnicos, luz, imagen… En la radio coges un móvil, te vas a donde ha habido un accidente y haces una crónica a través del teléfono. Pero la tele implica muchas otras necesidades. De la facilidad de hacer radio a acostumbrarte a la televisión hay varios pasos antes.

-¿Para hablar del Barça es estrictamente necesario ser culé?

-Si eres culé, entiendes más algunos mecanismos y a tu receptor. Y puedes comunicar mejor.

-¿Y eso no puede dar pie a perder de vista la imparcialidad?

-No, aunque la parcialidad es evidente que existe, pero ha de ser honesta. Por ejemplo, si el Barça marca un gol que es en fuera de juego, diremos que es un tanto en fuera de juego. No lo esconderemos por el hecho de que beneficia al equipo. Eso no quita que tengamos un punto de vista de complicidad con una gran mayoría de la audiencia, que es culé, que te va a buscar porque sabe que encontrará un discurso que se adaptará a lo que ella quiere.

-Empezó en TV-3, en el 2009, con un Tottenham-Barça. ¿Cómo recuerda aquel día?

-Con mucho cariño. Todo pasó muy rápido. Un viernes acababa en Catalunya Ràdio y el lunes siguiente ya estaba en TV-3. Y el viernes estaba haciendo el partido junto a Pichi Alonso. La acogida del equipo de la tele fue muy buena. Durante el juego no me dio tiempo a ponerme nervioso: eran tantas las novedades, que al final te lanzas. En la radio había hecho muchas retransmisiones y la tele es lo más parecido a la radio, porque no sales en pantalla y estás narrando lo que ves. Así, que ya lo había hecho. No me acostumbro a poner muy nervioso: es como si tuviera un punto de inconsciencia y tiro para adelante. Es un recuerdo entrañable. No sufrí.

-¿Pere Escobar, su predecesor en TV-3, le llegó a dar algún consejo?

-No lo recuerdo. Pero sí lo hicieron otras personas, como Jordi Robirosa, que me dijo: «Sobre todo, mira al monitor». Cuando retransmites un partido tienes delante el campo y el monitor, en el que sale lo que ve la gente. Y te has de ceñir a él, porque es lo que el espectador ve en casa. Recuerdo siempre esa frase y la tengo muy presente.

-En estos cuatro años, ¿cuál ha sido el momento más complicado que ha afrontado?

-Ha habido dos, pero son muy diferentes. El primero, la derrota del Barça ante el Bayern (4-0), porque es la primera vez que me encontré con un partido tan desastroso. Una catástrofe tan inapelable como aquella no la habíamos tenido que explicar nunca y nos preguntamos: «Y ahora, ¿qué decimos ante esto?» Teníamos que ser críticos, pero tampoco podías avivar el fuego, porque el equipo venía de una trayectoria muy espectacular.

-¿Y el segundo?

-Los partidos del Madrid, especialmente los europeos. Sabes que mucha gente de la que te ve quiere que pierda el Madrid, pero también los hay que quieren que gane. Son encuentros de mucho equilibrismo. Pero desde que hacemos los duelos de Champions simultáneamente con TVE, queda bastante claro qué tipo de público escoge cada cadena. Lo que no quiere decir que yo sea un forofo antimadridista. El tema del Madrid es material sensible, a pesar de que mucha gente dirá que a TV-3 se le ve el plumero. Acostumbro a escuchar todas las retransmisiones que han tenido un componente más de tensión y creo que lo estamos salvando bastante bien.

-Y ahora es testigo de un cambio importante. ¿Cómo ve el futuro del equipo?

-Tengo que reconocer que no conocía a Tata Martino, pero me gusta. No le considero un vendedor de humo, ni antipático, es muy consciente de dónde está y tiene un historial futbolístico respetable. Si los jugadores lo aceptan bien, el Barça puede continuar por el buen camino. Es una apuesta valiente.

-¿Cree que la Liga ha perdido morbo sin Mourinho?

-Sin Mourinho ganamos tranquilidad, paz, normalidad... Perderemos seguramente ruido, pero yo estaba, sinceramente, saturadísimo de él. Que se haya ido es supersaludable, porque su actuación ha sido agotadora para los futbolistas, tanto del Madrid como del Barça, los aficionados y la prensa. No podíamos estar así toda la vida. Yo me he quitado un peso de encima.

-¿Cómo ha afectado la marcha de Guardiola al espectáculo?

-Hemos tenido un año para acostumbrarnos. Imagino que estaremos muy pendientes de lo que haga el Bayern, aunque cada vez menos. Está muy bien que un entrenador catalán triunfe en el mundo. Como su carrera de técnico será muy larga y, probablemente, podrá volver a dirigir al Barça, está bien que adquiera más experiencias.

-Con las redes sociales ha cambiado la manera de ver la tele, pero todavía hay personas que bajan el volumen y escuchan la radio. ¿Le molesta?

-Que la gente haga lo que le apetezca. Hay personas para todo, pero lo que hemos de intentar es hacer el trabajo lo mejor posible. A veces tengo la sensación de que al comentarista de tele le pasa como al entrenador de fútbol: todos los aficionados llevan un técnico dentro y opinan… Nosotros estamos muy expuestos a la crítica y lo debemos asumir. Se debe intentar no molestar, pero también debes hacer tu trabajo. Intentar gustar a todo el mundo es una utopía. Ni te lo debes plantear.

-¿Cree que el periodismo deportivo actual ha perdido rigurosidad y va hacia el forofismo?

-Es verdad que las tertulias que potencian mucho el enfrentamiento entre bandos han llamado mucho la atención, pero creo que debe haber de todo. No me gusta erigirme en alguien que diga que esto está bien y esto, no. Hay público para todo y la oferta responde a ello.

-¿Se ve presentado una tertulia de gritos, tipo 'Punto pelota'?

-Debes tener la capacidad para saber pinchar en el momento justo cara a hacer espectáculo. Y creo que no la tengo; no porque considere que es un periodismo indigno o crea que soy un periodista que no debe hacer estas cosas. Simplemente, porque no me veo capacitado. No me atrevo a criticar a Josep Pedrerol, porque ha creado un producto y le ha salido bien. Otra cosa es que me guste más o menos, o lo vea. Debe haber libertad para todos.