Indignación en el Govern por un cartel que abofetea a Comín por los recortes

"¡Basta de humillaciones a la sanidad pública, plantémosles cara!". Este es el lema que encabeza dos carteles de Endavant Osan, una de las fuerzas integrantes de la CUP. que ha indignado la red porque en uno sale una trabajadora sanitaria abofeteando al 'conseller' de Salut, Toni Comín, y en otro este recibe un puñetazo.

Con este cartel se llama a una manifestación para este jueves a las 18.oo horas ante urgencias del Parc Taulí de Sabadell contra de los recortes en la sanidad pública, que acaban derivándose en "precarización de las trabajadoras y trabajadores y de favorecimiento deliberado de la sanidad privada". El cartel, no obstante, ya está levantado polvareda en las redes. Desde el Govern ya han respondido. La portavoz  y 'consellera' de la Presidencia, Neus Munté, ha pedido que no se banalice la violencia y también ha mostrado su "vergüenza" e "indignación" por la imagen de Endavant Osan. También ha respondido el 'presidente' Puigdemont.

La 'consellera Bassa' también se ha sumado al rechazo.

La diputada de la CUP y miembro de Endavant, Anna Gabriel, ha retuiteado el cartel.

Desde Endavant Osan han contestado a las muestras de rechazo mostrando imágenes de la saturación sanitaria.

La concentración cuenta con el total apoyo de sindicatos y asociaciones vecinales. Sin embargo, el cartel no ha sido aplaudido por la ciudadanía. Ni por el colectivo de enfermeras. 

La vicepresidenta del Colegio de Enfermeras de Barcelona, Glòria Jodar, y la enfermera del Hospital Parc Taulí de Sabadell Susanna Campos han rechazado el cartel. En declaraciones a RAC1, ambas profesionales se han desmarcado. Jodar ha considerado que el cartel es "muy desafortunado" y ha asegurado que no tiene nada que ver con su colectivo, que "siempre hemos mantenido una actitud constructiva y dialogante con el conseller".

La manifestación de este jueves responde a la saturación del servicio de urgencias del Taulí,  una realidad diaria desde hace dos años que impide a sus profesionales ofrecer un servicio digno, según el comité de empresa. Los trabajadores denuncian que el servicio atiende de media unos 60 o 70 pacientes diarios cuando su capacidad es de una treintena y que la crónica falta de camas de hospitalización obliga a doblar los boxes y a tener pacientes en los pasillos.