Sánchez acusa a Torra de poner en peligro "la convivencia"

Pedro Sánchez sigue pensando que Quim Torra no irá más allá de la "inflamación" verbal, que no cometerá ilegalidades, como hizo su predecesor y padrino político, Carles Puigdemont, el otoño pasado. Pero también considera que ya va siendo hora de trascender la retórica independentista y encarar los "problemas" de los ciudadanos. Un día después de que el 'president' de la Generalitat tendiera la mano al diálogo pero también dijese que no pensaba "aceptar" una condena a los procesados por el referéndum del 1 de octubre, el jefe del Ejecutivo acusó a Torra de poner en peligro "la convivencia". También le exigió "más sentido de la responsabilidad y menos gesticulación".

Fuentes del Gobierno evitan tachar las palabras del dirigente de Junts per Catalunya de "amenaza" al Estado. Creen que se trata de un mensaje de consumo interno que no se traducirá en un desacato. El 'president', señalan, no abrirá las puertas de las cárceles catalanas, gestionadas por la Generalitat, donde se encuentran varios dirigentes independentistas, de momento en prisión provisional. En todo caso, Sánchez, de visita en Suecia, donde se reunió con el primer ministro, Stefen Löfven, advirtió: "Los gobernantes, aunque no compartamos las sentencias, debemos acatarlas".

Un "gran debate"

El líder socialista insistió en que Torra solo se dirige a la "mitad" independentista de Catalunya y le emplazó a iniciar un "gran debate" en el Parlament, "desgraciadamente cerrado", que incluya también a los constitucionalistas.

Pero los actos del Gobierno no dependerán, o no del todo, de las palabras que lleguen de la Generalitat. En el Congreso, la titular de Política Territorial, Meritxell Batet, anunció la próxima retirada del recurso ante el Constitucional que el Ejecutivo de Mariano Rajoy planteó contra la ley catalana de sanidad universal. El resto de impugnaciones contra normas autonómicas se tratarán a partir de este jueves, día en el que se reunirán el número dos de la ministra, Ignacio Sánchez Amor, y la ‘consellera’ de Presidència, Elsa Artadi.

Para el PP,  el Gobierno está equivocado si pretende solucionar el problema con "comisiones bilaterales", informa Pilar Santos.  Xavier García Albiol consideró que Sánchez se está poniendo "una venda en los ojos" para no hacer nada ante las "amenazas" de Torra. Pablo Casado, mientras tanto, permaneció en silencio. El líder del PP está reajustando su estrategia frente al independentismo. Casado sí estuvo al lado de Ana Pastor el martes, cuando la presidenta del Congreso invitó al líder catalán a hablar en el hemiciclo. Fuentes cercanas a Pastor concretaron que está dispuesta a que sea en un pleno sin votación, para no escenificar el rechazo de la Cámara al soberanismo.