LA COMPLEJA INVESTIDURA

Sánchez pide a Iglesias otro intento tras convocar el Rey a los partidos

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la reunión del grupo parlamentario del PSOE, este martes en el Congreso.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la reunión del grupo parlamentario del PSOE, este martes en el Congreso. / periodico

GEMMA ROBLES / MADRID

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Los grandes partidos se ponían desde hace tiempo el Día de Sant Jordi como límite para alcanzar un acuerdo gubernamental. Daban por hecho que el jefe del Estado, antes de echar el cierre a una minilegislatura a la que parece que se le hurta la posibilidad de hacerse mayor por falta de consenso, haría una última ronda de consultas para conocer las intenciones reales de sus protagonistas. Y no se equivocaban. Ha movido ficha: Felipe VI confirmó este martes que se dispone a reunirse de nuevo con los representantes de los distintos grupos parlamentarios que así lo deseen los próximos 25 y 26 de abril, antes de dar un paso hacia un nuevo pleno de investidura o hacia la disolución de las Cámaras y la convocatoria de otras generales el 26 de junio.

Aprovechando esta circunstancia, el jefe de los socialistas hizo un nuevo intento público: pronunció un discurso ante sus diputados y senadores en el que en numerosas ocasiones se refirió específicamente a Pablo Iglesias para pedirle que recapacite; que desbloquee la negociación y que atienda a la necesidad de terminar “con la degradación moral” que, a su entender, supone la continuidad de un Gobierno popular salpicado por la corrupción. En las últimas horas y a través de la figura de su ministro de Industria en funciones, José Manuel Soria, también de los ‘papeles de Panamá’.

En una intervención abierta a la prensa, proclamó formalmente que jamás protagonizará una alianza con el PP y que, sin embargo, está dispuesto a formar junto a Ciudadanos y Podemos un Gobierno “trasversal, representativo, plural, ejemplar, social y parlamentario”. En el capítulo de relatar lo que está dispuesto a hacer para lograr un pacto ‘in extremis’, reclamó a los morados que manifiesten cuáles son los puntos del acuerdo firmado entre socialistas y Ciudadanos que no comparten, para poder apartarlos y llegar a un compromiso de gobernabilidad sobre el resto. “Si el señor Iglesias no está de acuerdo con el pacto alcanzado con C’s, que nos diga en qué. En qué puntos de los 200. ¿En 10? ¿En 20? ¿En 30?¿en 40?¿en 50…?. Bueno, pongamos en marcha las otros 150 medidas y que eche a andar la legislatura, que no se bloquee en gobierno del cambio. Y el resto de medidas, que sean debatidas en el Congreso”, señaló.

LOS DISTINTOS TONOS EN PODEMOS

La intervención de Sánchez fue aplaudida por los presentes, aunque en buena parte de la dirección socialista no se cuenta con que haya ningún movimiento estratégico desde Podemos que permita albergar la más mínima esperanza. El hecho de que se haya convocado una consulta a las bases para elegir entre el pacto PSOE-C’s y el documento alternativo elaborado por el equipo de Iglesias y las confluencias les hace reafirmarse en la tesis del severo pesimismo. Por más que como algunos miembros de PSOE resaltaban este martes, las respuestas oficiales que da el portavoz de los morados, Iñigo Errejón, tengan apariencia de una puerta entreabierta que, minutos después, Iglesias cierra de un portazo, según la lectura que hacen, puesto que aún diciendo cosas parecidas suenan “distintas”, con intencionalidad “diferente”.

"No estamos en campaña, ni en precampaña. Como demuestran las votaciones en el Pleno sigue habiendo números para un gobierno", señaló en el Parlamento por la mañana Errejón, “optimista” sobre que la votación de la 'ley 25' de los podemistas, que llegó después en horario vespertino, reflejase que aún hay margen para un gobierno. Eso sí, de izquierdas. Pero esa votación, que finalmente salió adelante con el voto del PSOE, otras fuerzas de izquierda, los independentistas y la abstención de PNV y C’s, también evidenció la tensión latente entre morados y socialistas. A eso hay que sumar que su líder, Pablo Iglesias, quiso hacer sus propias declaraciones en los pasillos de la Cámara, aconsejando al socialista Sánchez que deje “de tomar el pelo”; abandone “la jaula muy estrecha” en la que según él se encuentra aislado y de la que “no le dejan salir” en su propio partido y elija entre un gobierno con PP o uno con Podemos.

Las palabras de Ciudadanos por boca de su portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta, quitando relevancia al último paso dado por el secretario general del PSOE tampoco invitaban a pensar que se creaba ambiente para pactar algo entre bambalinas. Pero había este martes coincidencia en varios destacados dirigentes del PSOE en que a su jefe le conviene exhibir, especialmente en vísperas de una nueva cita con el Rey, que él ha hecho todo lo posible e incluso más para tratar de cumplir con su encargo lo que, según ellos, explicaría su discurso de mano tendida tan sólo horas después de que su portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, diera por cerrado el periodo de negociaciones, “ofertas y contraofertas”.

TOQUE DEL PSOE A RIVERA

Asimismo se destacaba que en el discurso de Sánchez había una referencia a Albert Rivera al que se le achacaba explicítamente haber interpuesto vetos. No sólo a Iglesias. Quizás señal inequívoca de que se prepara el terreno electoral y se empiezan a marcar distancias. “Le pido tanto al señor [Albert] Rivera como al señor [Pablo] Iglesias que se dejen de votos y exclusiones, y que entre los tres pongamos en marcha el cambio”, enfatizó el líder de los socialistas en su mensaje público.

Desde las filas populares, mientras tanto, se sigue mareando con la hipotética y futura llamada de Rajoy a Sánchez, aunque algunos cargos como Esperanza Aguirre Esperanza Aguirreaconsejan a su jefe que se siente a negociar sobre la base del pacto PSOE-Ciudadanos. Desde fuera del arco político, se mira el panorama con preocupación y se intenta avisar sobre las consecuencias: los sindicatos CC.OO y UGT, por ejemplo, presionan a los 'partidos del cambio' para tratar de evitar la repetición de comicios. De momento con poco éxito, parece.