LA COMPLEJA INVESTIDURA

El PP presiona en público al PSOE mientras prepara elecciones

Mariano Rajoy, junto al equipo de dirección del PP, este lunes.

Mariano Rajoy, junto al equipo de dirección del PP, este lunes. / periodico

PATRICIA MARTÍN / JUAN RUIZ SIERRA / MADRID

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El PP engrasa ya su maquinaria electoral mientras escenifica que llama a la puerta del PSOE, a sabiendas de que no habrá nadie para abrirles. Con un “no, gracias”, resumió este lunes el portavoz de los socialistas, Antonio Hernando, el rechazo con el que su partido responde a las hipotéticas intenciones del PP de buscar una gran coalición que salve a los españoles de volver a pasar por las urnas, una vez rotas las negociaciones con Podemos Podemos. Los populares saben que no tiene ninguna posibilidad real si no es repitiendo las elecciones. Es más, fuentes conservadoras consultadas por este diario confirman que se ha intentado sondear a varios dirigentes del PSOE en busca de alguna fisura por la que poder abrir vías de última hora, pero se han encontrado con que no hay excepciones en la negativa a Mariano Rajoy.

Valga como ejemplo que la responsable de la federación andaluza, Susana Díaz, salió a la palestra a recordar que una resolución del comité federal de su partido impide el apoyo o la abstención a Rajoy en particular y a los populares en general. En la dirección socialista se da por hecho la unidad en esta cuestión y se espera que también la haya para afrontar los días que restan hasta el 2 de mayo, fecha en la que, si no hay pacto, se convocarán unas generales cuya campaña el ministro de Justicia, Rafael Catalá, planteó acortar. Pero para eso se necesitaría un cambio normativo para el que, en principio, no hay tiempo, “Cualquier acuerdo para impulsar una gran coalición con el PP está absolutamente descartado”, alegan fuentes de la cúpula socialista.

LA OPCIÓN "SERIA"

A pesar de este panorama, Rajoy se descolgó este lunes con un tuit en el que, como ha venido reiterando últimamente y con especial énfasis el fin de semana, la gran coalición es la única posibilidad “seria y necesaria”. Colocar ese mensaje es lo que toca en estos 15 días, según los conservadores, que son conscientes de que no hay margen real para la negociación con los socialistas, pero apuestan por exhibir predisposición al diálogo en la recta final. Especialmente cuando la supuesta incapacidad para pactar se ha demostrado como uno de los puntos más débiles de los populares, sólo superado por los indicios o sospechas sobre corrupción.

Pero es poco probable que Rajoy se ponga en contacto con Pedro Sánchez. Su equipo dice ahora que aguardará a que se conozca el resultado de la consulta convocada por Podemos, el próximo 18 de abril, para tomar una decisión al respecto. Sin embargo, el único interés que parecen tener en la Moncloa para acercarse a los socialistas es propiciar una reunión de líderes a la que el PSOE no está dispuesto. En cuanto a una cita de equipos negociadores, como reclama insistentemente desde C’s Albert Rivera, quien no descarta hacer de intermediario, los conservadores apuntan que no caerán en esa trampa para perder el tiempo en cotejar contenidos y, llegado el momento, que naranjas y socialistas exijan que el presidente sea Sánchez.

DOBLE NEGATIVA

En los próximos días seguirá habiendo mensajes velados al jefe del PSOE en distintos sentidos, a quien lo mismo se le ofrece una vicepresidencia en un Gobierno de Rajoy que se le reclama que dé un paso atrás. Los socialistas no entrarán “en ese juego”, señalan en su cúpula, que este lunes descartó nuevas ofertas a Podemos. Los socialistas se preparan ya para elecciones, y el mensaje fundamental consiste en descargar toda la responsabilidad sobre la formación morada. La prioridad es ahora poner el partido a punto para los comicios, intentando cerrar las fracturas que se han abierto en los últimos tiempos. El acto que el martes celebrará Sánchez en el Congreso con sus diputados y senadores entra dentro de esa clave.  

El pasado domingo, el PSOE contestó al documento de propuestas de Podemos señalando que podría haber habido acuerdo en el 70% de las iniciativas. Ante las distintas interpretaciones que ha tenido este movimiento, incluso dentro del mismo partido de Sánchez, donde dirigentes importantes se preguntan el motivo de esa contestación cuando Pablo Iglesias ya había dado un portazo, los socialistas replicaron que no se trataba de hacer un ofrecimiento, sino de dejar claro que la falta de acuerdo es culpa de los morados. “El tiempo de las ofertas se acabó. Iglesias no es de fiar y ha bloqueado el cambio en España”, dijo Hernando.