EL ONZE DE SETEMBRE

La 'mani' más táctica también llena las calles de BCN

La manifestación de la Diada en Barcelona.

La manifestación de la Diada en Barcelona. / periodico

XABI BARRENA / BARCELONA

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Quinta Diada independentista y, sin duda, la más táctica de todas. Diada de repliegue hacia el referéndum –cuando el año pasado, con vistas al 27-S se prometían declaraciones de independencia- y de tender puentes hacia el 'colauismo' en busca de una mayoría reivindicativa inapelable. El referéndum vuelve a ocupar el centro del imaginario soberanista y la izquierda transformadora que lidera la alcaldesa de Barcelona, que ha asistido a la manifestación de la capital catalana, vuelve a formar parte de él.

La Diada, entendida como el conjunto de actos, no solo la manifestación de las entidades soberanistas, ha tenido un sinfín de guiños a ese espacio político que ocupó el PSUC, después ICV y ahora el colauismo con Podemos. Desde las apelaciones a la multiculturalidad y la diversidad de Catalunya y sus gentes del acto institucional del sábado noche en el Born, a la elección de Pere Portabella como orador en el acto central del domingo. Portabella es el PSUC de los años 70, cuando esa fuerza era aun hegemónica por la inercia conseguida en la lucha antifranquista. Es la primera Diada, la de 1976, la definición aun presente de ‘unidad’. El propio Portabella ha participado, este mismo domingo, en el acto que los ‘comuns’ han realizado en Sant Boi para conmemorar esos 40 años. Portabella es el símbolo de la transversalidad soberanista, que no necesariamente independentista. Súmese a eso, las imágenes proyectadas en las pantallas de Oriol Martorell dirigiendo la Coral Sqant Jordi en el canto de ‘Els Segadors’ en Sant Boi, en 1976.

Y Portabella no ha pronunciado la palabra independencia en su discurso. Una intervención reivindicativa, sí. "Nunca habíamos llegado tan lejos”, ha aseverado antes de pedir, parafraseando a Jordi Carbonell, en la Diada del 76 y su “que la prudencia no nos haga traidores”,  que “la impaciencia [independentista] no haga que se tambalee la unidad [soberanista]", ha dicho.

Lo que ha orillado en su discurso Jordi Sánchez es la unilateralidad en la convocatoria de un referéndum. Ha dejado en manos del Govern la forma en que había que acudir a las urnas y ha preferido hacer hincapie en promover la resistencia activa a las decisiones del entramado jurídico político del Estado. Ha llamado a defender las instituciones catalanas e, incluso, ha reclamado a Carme Forcadell que, en caso de que sea inhabilitada, desoiga cualquier sentencia y se persone en el hemiciclo del Parlament. “No te dejaremos sola”, ha sentenciado.

La única excepción, en estos dos días de cortejo a Ada Colau, ha sido la recepción de Carles Puigdemont a una representación de los Miquelets de Catalunya y de la Coronela de Barcelona (fuerzas civiles de defensa en la guerra de sucesión).La Coronela no recibió la autorización de Colau para salir desde el ayuntamiento.

CALOR Y SONRISAS

Todo ello en un día en que el gentío ha vuelto a ocupar las calles de Barcelona. Una calle, el paseo de Sant Joan, muy bien elegida. Larga y ancha, pero ‘non troppo’. A pesar de que la convocatoria fijaba como límite el cruce con la avenida de la Diagonal, la muchedumbre se ha congregado aun hasta un par de calles más arriba, la calle del Rosselló. 

Ambiente festivo, familiar. El mismo que valió para que se bautizará con aquello de la ‘revuelta de las sonrisas’. Algunas muy amplias, como las que provocaba el DJ de ‘IndepenDance’, en el chaflán con Ali Bei. Ataviado con culot y tacones, hacía playback a los famosos ‘Señor Rajoy, ¿por qué…?’ de Gabriel Rufián hace 10 días en el Congreso. Para luego dar entrada a ‘Los Rodríguez’ y su ‘Porque sí, porque sí, porque sí’, del tema ‘Sin documentos’.

También fue observable el multiculturalismo de la sociedad catalana y en un campo, el de la venta ambulante, donde la propia alcaldesa ha puesto su interés. Catalanes de origen y de adopción, de rasgos caucásicos, orientales y subsaharianos ofrecían al sufrido manifestante (por el calor) todo tipo de mercadotecnia independentista. Aunque visto y oído lo que se escuchó y se observó este fin de semana, habrá que ir preparando mecheros pro-referéndum.