INVESTIGACIÓN DE UNA TRAMA DE CORRUPCIÓN

Gómez de Liaño renuncia a seguir defendiendo a Bárcenas

El extesorero del PP habló con una periodista sin permiso del abogado

Javier Gómez de Liaño.

Javier Gómez de Liaño.

MARGARITA BATALLAS
MADRID

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Llueve sobre mojado. El abogado Javier Gómez de Liaño renunció ayer a seguir defendiendo a Luis Bárcenas al haber perdido la confianza en él después de que concediera una entrevista al diario Abc sin su permiso. Este mismo motivo esgrimió su anterior letrado, Miguel Bajo, cuando dejó de representarle en julio del 2013 tras dar veracidad a la caja b del PP en El Mundo.

El juez Pablo Ruz dio ayer un plazo de tres días al extesorero popular para que designe un nuevo letrado o le nombrará uno de oficio. Este cambio de abogado se produce en un momento clave del proceso, después de que la Fiscalía Anticorrupción pidiera para Bárcenas, el pasado viernes, 42,5 años de prisión por haberse integrado en la trama Gürtel, que lideró Francisco Correa, y por haber robado parte de la contabilidad opaca de los populares. Esta causa está pendiente de los escritos de las otras acusaciones y de las defensas para poder celebrarse el juicio.

Gómez de Liaño se hizo cargo de la defensa de Bárcenas en julio del 2013, y su mujer, María Dolores Márquez de Prado, asumió la de la esposa del exdirigente popular, Rosalía Iglesias, para quien la fiscalía pide 24 años de prisión. Fuentes del despacho de Gómez de Liaño informaron ayer de que Iglesias mantendrá a su letrada. El despacho de Bajo había dejado de representar al matrimonio después de que el extesorero confesara a El Mundo lo que había negado reiteradamente en el juzgado. Que él había redactado los papeles con los apuntes contables y que todo lo que aparecía en estos era real.

COMUNICACIÓN SIN MAMPARA / Gómez de Liaño se propuso desde el inicio una defensa exclusivamente jurídica de su cliente y logró, por ejemplo, que pudiera comunicarse sin mampara en la cárcel.

El abogado también ha reclamado, sin éxito, la libertad del extesorero en varias ocasiones, la última el pasado viernes, cuando leyó una carta redactada por su cliente en la que lamentaba que él estuviera preso mientras otros, en su misma situación, estaban en la calle como Iñaki Urdangarin y Rodrigo Rato. Bárcenas llegó a calificar su situación como «un atropello».