Júlia Manresa: "A mí me gusta escribir; y cuando me indigno, escribo"

El pasado martes EL PERIÓDICO publicó una carta de esta joven de 18 años de Palafolls -«el pueblo del Marineland»- en la que manifestaba su determinación de votar por primera vez en unas municipales.

-¿Por qué mandó la carta?

-Estoy estudiando Periodismo y era un ejercicio de clase. Si te la publicaban, te ponían un 10, porque había sido avalada por un medio oficial.

-¡Ah! Fue por eso…

-También porque estaba harta de oír que la gente no irá a votar. De mis amigos, solo yo y otra chica votaremos. A mí me gusta escribir; y cuando me indigno, escribo.

-¿Desde cuándo lo hace?

-Desde siempre. Cuando era pequeña y me enfadaba, me encerraba a escribir poesía o cuentos. A medida que crecía me salía más en prosa, hasta que un día mandé un texto a un diario y me lo publicaron.

-¿Y eso cuándo fue?

-En cuarto de ESO, cuando la moción de censura contra Laporta en el Barça. Aquello me indignó: «¿Cómo podían estar todos tan pendientes de eso y no de todo lo que pasaba en el mundo?»

-¿Qué es lo que más le indigna de todo lo que pasa?

--Que todo el mundo viva tan tranquilo. Me dicen que si tuviera que pensar en todas las injusticias que hay no podría ni vestirme, y tienen razón, no podría ni vestirme, pero intento poner mi granito de arena.

-¿Por ejemplo?

-Hice un análisis y encontré que el 40% del cacao que se consume en el primer mundo viene de Costa de Marfil y que en las plantaciones de allí trabajan esclavos. Ahora no como chocolate si no es de comercio justo. Hago lo que puedo, pero podría hacer muchas cosas más.

-¿Cómo qué?

-Podría haber estado en las asambleas de la plaza de Catalunya desde el primer día en vez de ir a clase. La causa es justa. Este sistema democrático es deficiente. Pero solo he ido a ratos. Quizá hoy (por el jueves) duerma allí.

-¿No le dicen que es una idealista?

-Siempre. Sueño mucho con 18 años y espero no perderlo nunca. Por ser idealista y pensar que las cosas se pueden mejorar te miran mal, pero si las cosas han cambiado es porque alguien algún día pensó que se podía hacer algo.

-Votó por primera vez en las pasadas elecciones autonómicas. En su carta decía que fue una decepción.

-Yo no tenía ganas de cumplir 18 años para sacarme el carnet de conducir, ni para beber y fumar legalmente, sino para votar. Pero el 28-N

sentí como si los políticos estuvieran a kilómetros de distancia y no les preocupara ni lo más mínimo lo que le pasa a la gente. Pero mañana sí que tengo ganas de ir a votar.

-¿Mañana sí? ¿Por qué?

-Quizá si viviera en Barcelona sería más escéptica, pero soy de un pueblo pequeño y me siento más próxima a la persona que me puede representar. Puedo llamar a su puerta y decirle: «¡Oye, esto que has hecho no es lo que me habías dicho que harías!» Ojalá se pudiera encontrar algo parecido para las autonómicas.

-¿A quién se parece de su familia?

-Dicen que a mi abuelo. Él está tan indignado que por primera vez en su vida se presenta en las listas de un partido. Tenemos muchas discusiones y siempre me dice: «Tú, para presidenta de la Generalitat». Pero a mí lo que me interesa es escribir.

-¿Por qué eligió Periodismo?

-Me gusta y creo que es útil. La gente tiene que estar informada para poder tener una opinión, el problema es que los medios están concentrados en un bando y las fuentes legitimadas son las de siempre. Pero si no sabes lo que está pasando en el mundo no puedes juzgar nada. Yo no tendría ganas de votar si no supiera lo que puedo hacer con mi voto.

-¿Se despierta con las noticias?

-Aunque no empiezo las clases hasta las 12, me levanto muy temprano para leer la prensa por internet y lo que me interesa lo cuelgo en mi facebook. Me hizo mucha ilusión cuando una compañera de la universidad me dijo que es lo primero que lee cada mañana. También me gusta recortar el periódico y colgar las noticias en la pared.

-¿Escribirá sobre estas elecciones?

-Espero poder hacerlo en el blog de clase. Sería mi segundo artículo. El primero fue sobre el cartel de un partido de mi pueblo que tenía seis palabras y tres faltas de ortografía. Eso me indignó. ¿Cómo pretenden los políticos que votemos si se lo toman tan en serio que ni siquiera revisan un cartel antes de imprimirlo?