opinión

Intento de golpe de Estado: una noche muy larga para la democracia turca

Partidarios de Erdogan celebran el fracaso del golpe, sobre un vehiculo policial en Ankara.

Partidarios de Erdogan celebran el fracaso del golpe, sobre un vehiculo policial en Ankara. / periodico

ILKE TOYGUR (analista de Agenda Pública)

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Turquía, por diferentes razones, ha sido un país de interés internacional durante el último año. Sigue siendo candidata a la Unión Europea y miembro de la OTAN con el segundo ejercito más grande y en el 2015 ha tenido dos elecciones con resultados diferentes. Después el focus de atención ha sido el acuerdo con la UE en la crisis de refugiados, y al mismo tiempo varios ataques terroristas, todo lo que está sucediendo en el este del país con los kurdos y con las violaciones del estado de derecho y con los derechos humanos -incluyendo la libertad de expresión-. El país está más dividido que nunca.

La noche del 15 de julio ha sido muy diferente. Sobre las 10 de la noche hemos empezado a leer y ver en las medios de comunicación imágenes de Ankara Estambul. El ejército ha tomado los dos puentes de Estambul, el aeropuerto Ataturk de Estambul (donde las explosiones hace unos 20 días) y varios jets planeaban Ankara. Ha sido una noche histórica, que va a tener implicaciones para el futuro del país.

Desde el primer momento los representantes del gobierno confiaban en sus posibilidades de abortar el golpe de estado. Han conectado muchas veces con la ciudadanía a través de la TV usando móvil y Facetime con un único mensaje: “el gobierno va a terminar con el intento de golpe de estado, va a detener a todos los responsables y los va a castigar a todos”. Un factor que ha sido elemental es la llamada a la ciudadanía a tomar las calles en contra de los golpistas. Al final el golpe de estado ha fracasado. Pero hay algunas elementos en los que hay que pensar mucho mas: los seguidores de Erdoğan han salido a la calle, se han considerado responsables de detener a los responsables y han cantado gritos de “ya Allah bimillah Allahu ekber” que significa con el nombre del Dios, quien es el único, así como se han producido llamadas desde las mezquitas durante toda la noche. Eso subraya el carácter religioso de todo el movimiento.

¿CÓMO ESTÁ TURQUÍA AHORA MISMO?

A los turcos la historia nos enseña y sabemos que nada bueno viene de los golpes de estado. Quizá en otro países un golpe de estado fallido ha podido tener resultados positivos. Pero en el caso de Turquía, esperamos consecuencias muy graves para la democracia representativa. Según los fuentes del ejercito publicado ahora mismo (el día 16 a las 11.30 por la mañana) 1563 soldados están detenidos, 104 están asesinados en relación con la intención del golpe de estado. Además por lo menos 90 personas han muerto (47 son civiles) y hay 1154 heridos. Los bombardeos en el Parlamento han sido fuertes. El Parlamento ha sufrido importantes daños y esto también tiene un efecto muy simbólico. Han convocado una sesión extraordinaria para esta tarde.

¿QUÉ PODEMOS ESPERAR PARA EL FUTURO?

Esta situación va a fortalecer el gobierno y su líder eterno: Presidente Erdoğan. Vamos a presenciar un debate muy importante sobre el presidencialismo. Con el apoyo del pueblo, y con el discurso de estar unidos frente a los “enemigos”, presenciaremos un fortalecimiento del discurso del presidencialismo. Qué impacto va a tener esto? El Presidente Erdoğan ha repetido varias veces que “los responsables pagaran un precio muy alto”. Sin duda, eso va incrementar la lucha contra el movimiento Gülen, cuyo líder vive en Estados Unidos. Fethullah Gülen ha sido aliado de Erdoğan por décadas – y también durante los primeros años de gobierno. Después los gülenistas se infiltraron en muchos sectores – incluyendo la judicatura, policía y ahora en las Fuerzas Armadas. La lucha seguirá.

Ahora mismo están intentando salvar la imagen del ejercito. Aunque parece que solo es una fracción dentro del ejercito – los Gülenistas – el ejército necesita el apoyo de la opinión pública. Las fuerzas armadas han sido muy importantes en Turquía en la historia pero su imagen esta muy dañada.

Una conclusión está muy clara: esta nueva situación no va a fortalecer a la democracia representativa para todos los segmentos del país pero se producirá una clara concentración de poder. Algo realmente peligroso has sido implicar implicar a la ciudadanía en la calle para defender el gobierno y la democracia. Hemos visto varias imágenes en las que la ciudadanía detiene o está ayudando a detener a los responsables del intento fallido de golpe de estado. Aunque el gobierno afirma que es una clara reacción del pueblo turco en defensa de la democracia, nunca se sabe dónde está el limite y si sus apoyadores se sientan responsables para castigar cualquier movimiento contra el gobierno.

No podemos terminar sin subrayar que algunos piensan que todo ha sido planeado por el gobierno para conseguir mas poder todavía. Todavía alegaciones siguen. Algunos comentan que la cosa ha sido muy real para ser una falacia y muy falsa para ser real.

Una conclusión muy personal: no queremos ni golpe de estado ni autoritarismo. Solo queremos un país de paz, democracia y derechos humanos. Y parece que es mucho que pedir de Turquía en este momento.