Al contado

¿Habrá Presupuestos de la Generalitat?

Para que haya cuentas en Catalunya, que las haya a nivel del Estado no es una condición imprescindible, pero sí necesaria

Carmen Calvo y Pere Aragonès, este jueves en la Moncloa.

Carmen Calvo y Pere Aragonès, este jueves en la Moncloa. / .44277378

Agustí Sala

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La Generalitat funciona con la prórroga de los Presupuestos del 2017, después de quedarse sin Govern por la aplicación del artículo 155 de la Constitución. El objetivo anunciado del Ejecutivo catalán presidido por Quim Torra es aprobar unas cuentas para el año que viene y evitar otro ejercicio de parón de iniciativa e inversión pública.

Pero eso depende varios factores. El primero, que el Gobierno de Pedro Sánchez logre pactar unos Presupuestos del Estado para el 2019, expansivos. No será fácil, dados los complejos equilibrios con los que tiene que lidiar. Si satisface a Unidos Podemos o a ERC puede desatar las iras del PDeCat --por ejemplo con la subida del IRPF a las rentas altas--. O del PNV. Y eso sin contar la patata caliente de los másteres, los currículos y los doctorados.

Para que haya cuentas en Catalunya, que las haya a nivel del Estado no es una condición imprescindible, pero sí necesaria, afirman fuentes del Govern. Sin más recursos, Madrid difícilmente podrá facilitar que las autonomías los aumenten. Y si se apuesta en firme por unos Presupuestos catalanes, el 'vicepresident' y 'conseller' de Economia, Pere Aragonès, representante de una ERC que se ve en la actualidad desde Madrid como el elemento moderado del conglomerado independentista, tiene ante sí también una ardua tarea.

Si los soberanistas sellan la paz para evitar elecciones deberán lograr, entonces, alianzas para las cuentas. No hay en el Govern, o en una parte del mismo, muchas ganas de "perder más tiempo del necesario" tratando de contentar a la CUP. La combinación ideal, comentan, sería una doble abstención del PSC y de los Comuns. Sería una especie de reedición 'light' del tripartito, que una desautorización desde Waterloo podría dinamitar. Así de frágil está el entramado.

Parece que hay acercamiento al menos con los socialistas. Entre el Ejecutivo catalán y el central hay sintonía en privado, a pesar de las gesticulaciones y aspavientos públicos para apaciguar a las respectivas parroquias. De hecho, ambas partes han pactado prácticamente el 100% del orden del día de la reunión de la comisión mixta de asuntos económicos y fiscales que se celebrará el día 25. 

Es intención del Govern reclamar en ese encuentro 7.607 millones de euros al Estado por varios conceptos pendientes. En julio la cantidad exigida era de 6.000 millones. No parece que haya barreras o límites infranqueables en la negociación. Al menos en apariencia. Con más recursos sería posible que la Generalitat echara a andar de verdad. Pero, hoy por hoy, las posibilidades de que se enquisten la gesticulación política y la inactividad pública, son elevadas. Y eso supondría nuevas prórrogas presupuestarias, una manera de recortar o moderar el gasto sin que se note, pero algo más propio de una gestoría que de un gobierno.